Capitulo 41

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Kara había mantenido la mirada alejada del rostro de Morgana y se había concentrado en ayudarla a vestirse, estaba agradecida de que después de su corsé pudiera arreglárselas sola, aunque la rubia sabía que Morgana seguía mirándola.

Las mejillas de Kara debieron verse escarlatas con la cantidad de calor que las atravesaba, se puso a mirar por la ventana, hacia el patio de Camelot, viendo el lugar donde había conocido a Gwen mientras le había traído agua a Gaius, parecía que fue hace tanto tiempo.

Pensó en su casa, esperaba que Lena y Alex estuvieran bien, sabía que no siempre se llevaban bien, siendo ambas mujeres independientes. No sabía en cuánto tiempo tenía para completar la tarea que se le había encomendado, aunque cuanto más pensaba, su tarea aún no estaba completa.

Asegure el futuro de Camelot.

Ella suspiró, Camelot todavía estaba bajo la amenaza de Helios, Kara no podía irse a casa todavía.

Algo tocó su brazo haciéndola saltar.

Los ojos de Morgana la miraron.

"¿Qué pasa?" ella preguntó.

Kara notó que ahora estaba completamente vestida, tomó aliento y asintió.

"Estoy bien" mintió "Solo pensando en lo que viene después"

Morgana se apoyó en el lado opuesto de la ventana, sus ojos vagando hacia el mundo exterior.

"Helios es despiadado" comenzó ella, su voz pequeña "No se detendrá hasta que Camelot esté quemando" sus ojos distantes y tristes.

Kara extendió la mano, tomando su mano, consolándola.

"No puedo prometer que todo estará bien, pero voy a estar a tu lado" Kara le dio una pequeña sonrisa, frotando su pulgar sobre su nudillo.

Los ojos de Morgana observaron sus manos por un momento, sus cejas se juntaron en un ceño fruncido, apretó la mano de Kara antes de apartarla de la suya, hubo un momento de dolor en sus ojos antes de enderezarse, no reconectó su mirada, en cambio ella se fue y saludó a Arturo.

Kara se quedó allí por un momento mirando el camino de la puerta, una ola de culpa la inundó, respiró hondo antes de trasladarse a la habitación principal de Morgana.

Ella y Arturo estaban parados allí.

"¿Por qué no me lo dijiste?" preguntó, su voz tensa mientras trataba de mantenerla baja para que los guardias no lo escucharan "Antes de todo"

Morgana exhaló, eligiendo mirar el suelo de piedra bajo sus pies.

"Pensé en ese momento que eras tú quien le había ordenado que lo hiciera" su voz era apenas audible.

"¿Qué?" el exclamó.

"Arturo por favor" trató de calmarlo "Tenía miedo, pensé que como Uther, te habías vuelto en mi contra"

Arturo se volvió caminando por el suelo.

"Yo nunca lo haría" comenzó pero no pudo encontrar las palabras, detuvo su paseo y miró a Morgana.

Salvando Un Alma - SuperCorp (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora