Las donas de Campahri

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En la escuela de ángeles, una vez al mes la promoción de estudiantes que se iban a graduar, tenían permiso de hacer ventas y recaudar fondos para su fiesta de graduación.

Ese año le tocó al salón de Campahri y como era un nuevo mes pudieron hacer una nueva venta, consiguieron donas muy ricas. Galía sabía dónde comprarlas y también pizza, ya que eso nunca podía faltar.

Antes de ir a la escuela Campahri había pasado a comprar unas pizzas que le tocaba llevar, y como era de esperarse, muchos de sus hermanos se emocionaron.

- ¡sí! ¡me compraste pizza! - Whis corrió hacia allá y trató de tomar una caja.

- no, no no - se la quitó y las alejó del resto - son para vender, no para nosotros.

- no seas malo, soy tu hermano favorito - Cognac hizo puchero y lo miró a los ojos.

- ¿y cuándo dije eso? - el mayor hizo mala cara.

- no lo dijiste, se sobreentiende - juntó sus manos suplicando.

- no puedo regalarles pizza, el dinero debe estar completo...

- Tini - Sour fue a buscarla - ¿me compras una?

- ¿qué te hace pensar que tengo dinero? - se extrañó.

- eh... no sé, es que los grandes siempre tienen.

- yo tengo dinero y no soy grande - Cuckatail se apresuró a decir.

- tienes tanto dinero que podrías comprar todas esas cajas y compartir con nosotros... anda - Marcarita le dio esa idea.

- no... el secreto para tener dinero es no gastarlo - negó con la cabeza y fue por su mochila.

Más de un niño ya estaba haciendo berrinche porque Campahri era "malo" y no les compartía pizza. Por más que él les explicara que era para la venta nunca entendían.

- bueno bueno - Dai bajó las gradas con mucha molestia y mala cara - ¿qué está pasando aquí y por qué hay berrinches a buena mañana?

- ¡Campahri tiene pizza y no nos quiere dar! - Whis gritó.

- es la venta mensual para la fiesta de graduación, ya lo dije mil veces...

- ustedes tienen dinero - Dai miró a sus hijos - su abuelo les dio para navidad. ¿Qué lo hicieron?

- quise huir, así que pedí un taxi, lo pagué y olvidé el resto adentro - Awamo se rascó la nuca.

- ¿y aún así tus profesores dicen que eres inteligente? Me preocupa tu salud mental hijo - su papá negó con la cabeza - además tú ni deberías comer pizza.

- papá, solo se vive una vez - se cruzó de brazos.

- es verdad, pero tú decides si vivir esa vez como un obeso o como alguien con buena condición física.

- al parecer tú decidiste vivir como un pitufo - no se iba a quedar callado.

- ya basta, silencio - Tini trataba de concentrarse, estudiaba para un parcial de la universidad que tendría ese día.

- ¿y si le decimos a Zeno-Sama que venga, el ve las pizzas, hace berrinche y al final papá tendría que comprarlas para complacerlo y lo convencemos de que nos comparta? - se escuchó la vocecita de Mojito - solo es una idea, ni siquiera me cae bien él.

- nada de eso, ustedes van a la escuela, comen sándwiches y hacen sus tareas. En la cena unos ricos frijoles con queso y punto.

- ¿aunque sea podemos comprar una dona? - Vados juntó sus manos en señal de súplica - porfis papi, te lo suplico.

12 Contra 1 Vol. IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora