Capítulo 13:sin Rumbo

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Isa caminó a su casa pero había comenzado a llover al parecer el día demostraba sus emociones ahora, tristeza,¿que haría ahora sin trabajo? Tenía que hablar con Julio del tema que tal vez tendría que volver a mudarse era la única opción.

Al llegar a su casa caminó hasta el sillón más grande y se acostó en el y al mismo tiempo Fideo subía y se acomodaba a su lado, se sentía vacía y sin rumbo.

[...]

Habían pasado algunas horas hasta que escucho la puerta abrirse seguramente era Julio que ya tenía llave de la casa y siempre la iba a visitar cuando sus clases terminaban antes.

—isa, ¿estás? —preguntó Julio cerrando la puerta.

—no —respondió ella sin ánimo desde la comodidad de su sofá.

—hola ¿como estas? —pregunto él al verla acostada —espera, aún no contestes, permicito Fideo —dijo el tomando al perro y acostandolo en el otro sillón ganándose un gruñido de parte de este,  luego fue a acostarse junto a Isa y abrazarla.

—ahora asi ¿como estas? —pregunto él.

—me despidieron —respondió la morena.

—¿que? ¿Es broma no? —preguntó el separandose un poco de ella.

—no, no te muevas me gusta cuando me abrazas —dijo ella uniendo su cabeza en el pecho se él.

—pero Isa ¿por que te despidieron? —preguntó él

—por proteger a Giulia, ¿tienes habre traje donas y helado? —evadió el tema la brasileña.

—Isa a ver para, te acaban de despedir y me hablas de helado y donas no estas bien, no es justo que te despidieran por nuestra culpa—respondió el intentando separarse de los brazos de Isa pero no pudo.

—no es justo pero haría lo que fuera por Giulia, tal vez me tenga que mudar para buscar trabajo pero aún tengo tiempo y lo puedo pasar contigo abrazándote es mejor—respondió ella para luego volver a abrazar a Julio.

Julio decidió dejar de insistir y disfrutar este momento junto a Isa pero aún seguía preocupado por lo anteriormente mencionado por Isa.

[...]

—Isa perdoname por mi culpa te despidieron —se disculpo Giulia triste por todo lo que estaba pasando.

—no te disculpes yo se que hice lo correcto al defenderte, no me importa ese estúpido puesto de trabajo si podía protegerte así esta bien seguramente encontraré otro empleo pero esto no esto culpa ¿esta bien? —respondió la morena intentando calmar a  la oji-verde.

—muchas gracias Isa—respondió Giulia aún culpable por lo anterior.

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