Mi Lugar En El Mundo

Capítulo 13:todo es CASI perfecto

Julio salió de la casa de Isa temprano y fue a la universidad donde trabaja porque tenía un plan.

Al llegar fue donde el director de la universidad y se sentó a conversar junto a él.

—¿para que me necesitas Peña?—preguntó el.

—bueno, le quería pedir un favor yo conozco a Isabela Souza ella también es profesora y la acaban de despedir muy injustamente de la preparatoria donde trabajaba y por eso quería preguntarle a usted si hay algun puesto aquí para ella—preguntó el

—¿Isabela Souza? He escuchado hablar de ella y han dicho que es muy buena profesora pero ¿por que tanto interes de su parte? —interrogó el hombre

—yo la conocí hace algunos meses ella ayudo mucho a mi hermana con problemas en la preparatoria y hace algún tiempo somos novios —confesó Julio algo nervioso, necestitaba que aceptaran a Isa.

—esta bien, pero con una condición que no se anden besando o tan cerquita por los pasillos si no ambos estaran fuera de aquí en segundos y con permiso tengo que seguir trabajando—respondió el director y luego Julio salió trinfando ahora tenía que decirle la noticia a Isa que ya debe de estar empacando.

[...]

—entonces, Giulia tu entras y te escondes luego yo hago lo mismo y la sorprendemos—le dijo Julio a la oji-verde.

—bueno —respondió la rubia entrando seguida de su hermano a la casa de Isa a darle la gran sorpresa.

Ambos caminaron hasta la sala donde Isa estaba jugando con Fideo en el sillón para su fortuna estaba de espaldas así no los vería.

—¡sorpresa! —gritaron los hermanos al unísono provocando un gran grito de parte de Isabela para luego caer del sillón junto a Fideo que comenzo a ladrar.

Ambos caminaron hasta Isa para ayudarla a pararse del suelo.

—¡pero que pasa! Me asustaron—grito Isa volviéndose a sentar en el sillón.

—perdón pero te tenemos una gran sorpresa —habló Giulia.

—hable con el director de la universidad donde trabajo y me dijo que... —dijo Julio siendo interrumpido por Isa.

—no me digas que... — interrumpió Isa.

— ¡tienes trabajo ahí! —exclamó Julio.

—¡no puede ser! ¡Gracias! —grito Isa para luego saltar a los brazos de Julio y seguido darle un beso del que se separó casi enseguida recordando la presencia de Giulia.

Ahora si todo estaba a su favor, nadie la odiaba para que la quieran despedir y tenía a dos personas maravillosas pero solo había un problema más, Guillermo.