Mi Lugar En El Mundo

Capítulo 24:libre De Ataduras

Isa al siguiente día de la boda, Isa decidió que ya era hora, hora de soltar, de dejar el pasado atrás y seguir su futuro libre, sin ataduras a nada ni nadie que arruinara su vida y su felicidad nuevamente.

Buscó el arrugado papel en el bolsillo de su pantalon y lo estiró con la mano dejando visible el número de teléfono para luego marcarlo en su teléfono y llamar.

—¿hola? —se escucho del otro lado de la línea.

—Soy Isa, nos vemos en el café central a las 12:00, hoy —habló ella con voz firme y luego cortar no necesitaba confirmación de parte de el, sabía que estaría ahí antes de la hora prevista.

[...]

Isa iba dando la vuelta a la esquina del café y al entrar busco con la mirada donde estaba, en una mesa en el fondo lo vio tomándose un café mirando su teléfono.

—quiero el divorcio —habló ella sentándose al frente de el.

—más modales Bia, dios santo ni saludas —respondió el apagando su teléfono y dejandolo a un lado —y sobre eso no claro que no—dijo el riendo.

—maldita sea no te estoy preguntado —habló ella con voz firme y ya sin miedo el miedo se fue cuando se dio cuenta que quería vivir libre y sin ataduras a una mierda de persona como el.

—veo que desde que te vi hace años estas más rebelde —confesó el —pero no, no te lo doy

—y para que quieres que sigamos casados, no me vas a poder manipular otra vez y no voy a volver a tu lado así que no le encuentro el sentido —habló isa apoyándose en el respaldo de la silla con los brazos cruzados.

—claro que vas a volver conmigo a Brasil y si no es por las buenas te tendré que llevar por las malas —habló el desafiante — y no creo que quieras que te lleve por la malas o ¿no recuerdas lo que pasaba? —preguntó el.

—claro que lo recuerdo ¿como se olvida algo así? Golpes y gritos constantes, maltrato físico y psicológico ¿que más? —respondió ella.

—si, tu embarazo, que bueno que te lanze por las escaleras no hubiera soportado una copia pequeña tuya corriendo por ahí —respondió el.

—claro y seguramente esto también se lo haces a emma ¿cierto? —preguntó ella desafiante.

—tal vez pero ahora que te encontré no la voy a necesitar más tu decides Bia ¿por las buenas o las malas? —preguntó por última vez el.

—que tal ¿con ninguna? —respondió ella  parándose de la silla.

—¿que haces? —preguntó el.

—todo lo que dijiste y aceptaste lo sabe la policía —respondió apuntando un pequeño micrófono escondido en el cuello de su camisa—así que ahora responde tu, vas a la policía ¿por las buenas o por las malas —

—no, claro que no va a pasar—respondió el parándose de la silla y comenzando a caminar rápido a la puerta pero Isa solo lo siguió caminando tranquila.

Al salir del lugar pudo ver la imagen que vas quiso ver en toda su vida Guillermo atado con esposas y afirmado e inmovilizado por dos policías.

—¡maldita sea Bia! ¡Dejame ir no te vuelvo a tocar pero dejame ir! —suplicó el intentando separarse del agarre de los policías pero sus intentos eran inútiles.

—haci te quería ver, suplicando por una libertad que jamás tendrás —dijo Isa acercándose a él —y recuerda que mi nombre es Isabela—habló ella sonriendo.

[...]

Luego de que se llevaran a Guillermo a la comisaría y entregaran las pruebas en la grabación de Isa y luego de buscar a Emma que también declaró en su contra, se le declaró como culpable dándole tantos años que no estría vivo cuando le darían la libertad, Guillermo se pudriria en la cárcel por maltrato físico y psicológico a más de una persona, intento de homicidio y todo el daño que le hizo a Isa, emma y a quien sabe más.

Isa logró tener el deseado divorcio y arreglo todo para que su nombre quedara como Isabela Souza su pasado nombre solo era eso un mal pasado que le traía malos recuerdos pero este era uno nuevo con el que pudo comenzar su nueva vida junto a personas nuevas.

cuando llegó a su casa abrió la puerta y encontró en la cocina.

—hola mi amor ¿que paso? estuviste todo el dia afuera y no me contestabas el teléfono, estaba preocupado —pregunto Julio mientras guardaba unos platos en la cocina.

—soy libre —respondió ella sonriendo.