Capítulo Dos: Solo una oportunidad.

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Gustar, una pequeña palabra que puede pasar de ser "Me gusta el color azul" a "Me gustas" Seis simples letras que lograron revolver por completo el mundo de Asahi, llenándolo de confusión y miles de preguntas, ¿Él le gustaba? ¿A Jaehyuk? ¿Acaso entendió mal?

—¿Qué?— Fue lo único que pudo responder el japonés mientras que Jaehyuk desviaba la mirada avergonzado, había pensado muchas veces en confesarse y se mentalizo para cualquier escenario posible, pero no esperaba que el menor pareciese tan confundido e incrédulo.

—Me gustas, desde el primer día que te vi me pareciste realmente lindo y, creo que todo de ti me gusta— Repitió el castaño empezando a preocuparse por lo que parecía ser indiferencia por parte del menor.

—Jaehyuk yo... Yo no puedo...— Asahi sintió sus ojos picar mientras pensaba en que decir, gustar, enamorarse, la única vez que lo hizo las cosas no resultaron de la mejor manera y ahora... Simplemente no... Él no podía hacerlo. El japonés cerro los ojos un momento, respirando profundo para lo que estaba a punto de decir, una cosa había sido vivir como lo hacia pero otra era tener que decirlo a otros —Yo, de verdad aprecio lo que dices pero yo- yo no, no puedo corresponder tus sentimientos— Soltó el japonés desviando la mirada para evitar la expresión triste del castaño.

—Podríamos intentarlo, no te pido que te enamores de mi ahora— Explico el mayor a lo que Asahi solo negaba suavemente —Si me das una oportunidad yo-

—Jaehyuk no sigas, por favor, de verdad me gustaría pero no puedo hacerlo— Asahi sabia que quizá su explicación era muy vaga pero esa presión que hace años no sentía, ese dolor y el recuerdo de si mismo pidiéndole una oportunidad a Kotaro cuando se confeso por primera vez —Lo siento pero yo no puedo enamorarme de ti— Repitió el menor conteniendo las lágrimas que amenazaban con escaparse, él no iba a llorar, se prometió que no lloraría otra vez.

—¿Hay alguien ya?— Pregunto Jaehyuk aferrándose aun a la pequeña esperanza que tenia cuando el menor negó suavemente —Solo una oportunidad, no seré una molestia lo prometo, solo déjame estar a tu lado y-

—Jaehyuk te dije que no puedo ¡No puedo!— Exclamo el menor al borde de las lágrimas —Podría darte mil oportunidades pero no enamorarme de ti, de ti ni de nadie— Confeso el japonés sintió las saladas gotas recorrer sus mejillas —Me operaron a los diesiceis años, casi muero por Hanahaki y ya no están, mis sentimientos no están, no me puedo enamorar de ti ni de nadie, por mucho que lo intente no puedo porque esa parte ya no esta— Asahi respiro profundo, no iba a llorar, no lloraría, no tenia porque hacerlo, esa era su realidad y él lo había aceptado.

Esa tarde Jaehyuk no supo que responder, toda la repentina información logro aturdirlo, había escuchado sobre cientos de casos de Hanahaki, por favor, el mismo seria cirujano en unos años y había estudiado lo suficiente sobre la enfermedad para saber lo que era, un grupo de flores nacidas de un amor no correspondido que se instalan en el sistema respiratorio y caja torácica, solo hay dos curas, que los sentimientos sean correspondidos o extirpar las flores en una larga intervención quirúrgica y llevarse junto con ellas los sentimientos de las personas, la operación sólo podía realizarse con el consentimiento del paciente, muchos preferían morir, consumirse por aquel amor y otros decidían arrancarlo, extirparlo como si fuese un órgano en mal funcionamiento que pronto podría matarte, hay quienes decían que los que preferían la intervención lo hacían por miedo a morir pero aun así estaban muertos en vida, una persona que no pueda amar, que no pueda sentir, los sentimientos nos hacen humanos y una persona sin ellos...

—Lo siento— Se disculpo el castaño retirándose rápidamente, en el fondo quería insistir, debía de haber alguna forma, Asahi era lindo, era precioso, como un pequeño angelito de piel pálida y ojos café, amable y tranquilo que hacia su trabajo cada tarde y que con solo pequeñas sonrisas cordiales logro hacer que su corazón latiera como loco, alguien tan lindo y puro no se merecía eso, el proceso para que el Hanahaki se complique es de varias semanas, incluso meses y pensar en ese adorable chico con solo diesiceis años sufriendo, quedando sin respiración por los pétalos que obstruían su garganta, alguien tan joven teniendo que tomar una decisión tan difícil, él no se lo merecía.

Si te pudiera amar 🌷 JaehiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora