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Harry despertó con un no-tan-suave dolor de cabeza por la resaca, en su propia cama y con calor. Sentía un brazo sobre su cintura, apretandolo suavemente, se sentía tranquilo en aquella posición, sin más miramientos dejó que el sueño volviera a vencerlo, con más cansancio de lo usual.

Una hora más tarde, la conciencia se apoderó de Severus, que estaba demasiado cómodo en una cama ajena pero con un cuerpo más pequeño que el suyo cerca. Estaban haciendo cucharita y Severus admitía que, aunque no veía nada, podía sentir como el pelo de ese alguien le hacia cosquillas en la mejilla.

Rezandole a todo Dios habido y por haber, Severus abrió de a poco sus ojos ónix. Así, pudo ver que estaba con Harry en la cama. Palideciendo más de lo que se creía humanamente posible, Severus se fue soltando de a poco. Escucho un gruñido de parte de Harry, antes de que se moviera un poco y siguiera durmiendo. Snape dio un suspiro satisfecho, por no hacer ruido y no caerse.

Severus abrió la puerta, salió y volvió a cerrarla, camino por el pequeño pasillo hasta la cocina, donde se tropezó con Merlín-sepa-qué y cayó de cara al piso. Escucho nuevamente el movimiento en la habitación de Harry, pero no escucho nada más. Así fue como se levantó del piso, se limpio el polvo inexistente de la ropa y siguió caminando hasta llegar.

Miro la cocina, de azulejos blancos y negros, una mesada de mármol color negro y bancos altos blancos, era bonita. Miro dentro de cada mueble y repisa para encontrar lo que utilizaría y cocinar.

Hizo panqueques, tocino, huevo, jugo de naranja y fue, por flu, a su casa para buscar algo que había encontrado en el mundo muggle que era delicioso.

Cuando todo estuvo listo, Severus los tapó para que no se enfriaran y fue a despertar a Harry.

Harry tenía un bonito sueño, estaba en un parque, con alguien a su lado mientras hablaban con tranquilidad, habían levitado una canasta que tenía cosas muy ricas, pero en algún momento del sueño el y el extraño habían discutido, con Harry saliendo del lugar y todo volviéndose negro.

Severus llegó al cuarto mientras Harry soñaba, tenía una sonrisa bonita y se removía poco, lo despertó con cuidado y espero a que Harry abriera los ojos.

— Cinco minutos más mamá... —y Harry se dio media vuelta, convencido de que estaba en la casa de sus padres por la agradable sensación de calor que tenía.

"Con que ahora soy Lily" pensó Severus, riendo internamente y pensando cómo reaccionaría Harry si le tiraba agua. Aunque pensó que lo mejor sería estar un poco lejos del de ojos avada. Alejándose unos tres pasos, quedando cerca de la puerta, invoco un aquamenti que le dio de lleno a Harry.  Los vecinos nunca habían escuchado un solo grito desde la hermosa casa de fachada celeste, así que grande fue su sorpresa al escuchar un grito de terror mañanero en un fin de semana.

Severus no lo admitiría ni bajo veritaserum, bueno, capaz sí, pero no diría que río como un niño después de su travesura al ver a Harry caer del otro lado de la cama con el pelo aplastado y un semblante preocupado. Harry tampoco lo admitiría o entendería, pero escuchar la risa de su ex-profesor, a pesar de que fuera con su susto, lo enamoró.

Media hora más tarde, Harry y Severus estaban en la cocina entablando una amena conversación entre el chocar de los cubiertos en la mesa. Algo de una sonrisa en la mente de Harry era bastante persistente, pero no le tomo importancia mientras escuchaba a Severus hablar del progreso de una de las estudiantes que mostraba un gran cambio después de hablar con su familia.

— Hey Sev, ¿y si hacemos una salida mañana al bosque? —Harry vió con una sonrisa que Severus no lo meditaba mucho y aceptaba, a pesar de que al otro día tendría que impartir sus amadas clases de pociones y posiblemente no tendría tiempo para él.

— Estas conciente, pequeño bribón, de que mañana es domingo, ¿verdad?—dijo Severus en respuesta los pensamientos del chico delante suyo. Una vez que Harry se sonrojo con fuerza por dejar su mente "abierta" al mayor, respondió con un susurro "no"— Pues ahora estás al corriente, niño. Mañana a las dos de la tarde pasaré por aquí, hoy tengo un Gryffindor que derritió su caldero y le quemó la mano a su compañero de banco por andar jugando.

Dicho esto, Harry casi se tira sobre Severus para saber cómo seguía ese chico.

— Esta bien Harry, le administré una poción para quemaduras al que se quemó, un Hufflepuff que ya había empezado a llorar, y al chico le dí dos semanas de detención. y una poción calmante a la hermana del Hufflepuff, era histeria pura la chica.

Harry quedó más tranquilo por eso, y el sueño que tuvo se difumó un más en sus pensamientos, sin lugar fijo y con la esperanza de que Severus no se olvidara de su salida al día siguiente. Con un beso en la mejilla por parte de Harry y ambos hombres se separaron, Severus cpn una sonrisa avergonzada en la cara cuando se alejó de la puerta y Harry con el corazón a mil por hora, aunque no quisiera verlo.

Draco vio como su padrino, segundo padre y tío político salía de la casa de Harry y se aparecía en un callejón y decidió seguir su camino, o visitar a Pansy. Cualquiera de las dos le parecía viable viendo que Harry sonreía, sin él.


RA RA RASPUTIN-

¿Qué? ¿Qué no era así? Aweno...

Nah, en serio, ¡Hola a todos después de tanto tiempo, los extrañe! Pero no iba a subirles un capítulo de cien palabras, no señor, ni en sueños. Aunque ya comencé las clases y los horarios son demasiado reducidos, porque empecé el bachillerato de administración y tengo la tarde ocupada porque estudio en ella.

/llantos internos.

¡Aunque mi mañana es medianamente libre! Aún así, no importa. El punto, aquí tienen un nuevo capítulo de este intento de historia, realmente los amo y lamento la espera, con sincero amor, ¡Eli Snape se despide!

/desaparece en una bruma de humo verde, azul y rojo.

Ni me gustabas tantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora