[ · 001 · ]

599 53 28
                                    

Harry miró a Draco una vez más en esos quince minutos, el rubio estaba jugando con una snitch sin haberle prestado atención al entusiasmo de su pareja por haber aprobado su examen de medimago con el puntaje más alto. Recordaba que al principio se apoyaban con todo y en todo, pero con el pasar de los meses y, casi dos años de parejas, las cosas estaban bastante olvidadas.

Harry no era tonto, él sabía, entendía, que Draco ya le había perdido el gusto y quería a otro mago o bruja, la relación amor-odio que tenían en la escuela, como bien se lo había dicho la abuela Minerva (de cariño, pues esta no tenía un lazo sanguíneo con el azabache), no iba a durar, y si duraba era a duras penas. Eso era lo que Harry decía cada vez que salía del despacho de la abuela Minerva, con muchos caramelos de fresa para comer.

Harry miró la hoja con el puntaje máximo y, sin decir nada, se levantó y apareció frente a la casa de Hermione y Ron. Hermione abrió la puerta al reconocer la voz de Harry y lo abrazó, dejándolo entrar. Harry le mando una sonrisa bien fingida a Ron y subió las escaleras con su mejor amiga. Le mostró a Hermione su nota, ella lo abrazó y felicitó.

— Harry, ¡Esto es asombroso! Lo hiciste muy bien.

— Gracias, Herms, solo espero que me llamen para ver si me permiten estudiar en pediatría.

Ron entró en la habitación y, al ver la nota de Harry en manos de su futura esposa, se le tiró encima.

—¡Felicidades compañero! —La felicidad de Ron fue contagiosa, mientras abrazaba a Harry y daba vueltas, Hermione y Harry empezaron a carcajearse.


Después de celebrar con cerveza de mantequilla, Harry fue a la mansión Potter, donde encontró a su padre jugando con su hermana Dalia, de cuatro años, en el living, al subir las escaleras, encontró a su madre explicándole a Charles sobre la teoría de tranfiguración. Harry siguió el camino a su antigua habitación, cuando un perro enorme se le subió a la espalda y lo tiró.

—¡Canuto, bájate! —A Harry le faltaba el aire, Canuto era el perro de la familia, un gran San Bernardo muy cariñoso, y super leal a Harry. A Canuto no le agradaba Draco, y a Draco no le agradaba Canuto. Cuando el perro se bajó, Harry logró recuperar el aire faltante y miro para atrás, donde los pasos apresurados de sus padres y hermanito se escuchaban.

Harry se levantó del piso y arregló la campera azul marino que llevaba puesta. James, Lily, Charles y Dalia llegaron a donde se encontraban él y el perro. Dalia bajo a las corridas de los brazos de su padre y se tiró contra Harry, pidiendo que la levantara. El Potter la levanto con una sonrisa, y le mostró el papel a sus padres, Charles lo único que entendía era que Harry había pasado el examen de medimagia con una nota más que buena, y Dalia entendía que Harry estaba triste, porque no tenía esa sonrisa bonita que le regalaba cuando el hombre de negro, Sevedus si no se equivocaba, venía a dejar a Harry a casa.

Lily saltó de alegría al ver la nota de su hijo mayor, convencida de que hubiera sido un buen Ravenclaw en su estadía en Howgarts. James había levantado a Charles en brazos y saltaba con él para celebrar el triunfo de su heredero, el can, que veía estas muestras de afecto bastante usuales cuando su amo traía ese papel con cosas raras y algo para que el no mordiera, comenzó a ladrar y mover la cola con alegría.

Siguieron festejando, bajaron a la cocina con los niños y sirvieron jugo/zumo de manzana para todos, simulando alcohol. Los más chicos se durmieron y Harry les dijo a sus padres que iba a ir a casa, abrazo a ambos y se fue al departamento que había conseguido con Draco, el cual no se encontraba. Harry tomó polvos flu, sabiendo que Severus tenía la chimenea habilitada para que él pasara en ese horario.

— ¡Mansión Prince!— las llamas verdes envolvieron las telas de su ropa, el tirón característico del viaje lo alerto lo suficiente como para no caer de cara al piso en la sala de su ex-profesor, pero aún así falló y cayó contra el sillón que Severus había puesto la semana pasada al ver que el joven heredero de los Potter caía de cara en la alfombra.

— Harry, que bueno verte —Severus ayudó a Harry acomodarse en el sillón, Harry venía con una campera azul marino y un pantalón de vestir bordo. Harry sonrió, estaba en la casa de Severus y le mostraría su nota de examen.

Con un suspiro de satisfacción, Harry le dio el papel a Severus, entonces comenzó a mirar de hito en hito, primero el papel, luego a él; De un momento a otro, Severus había levantado a Harry dando vueltas, oyendo la melodiosa risa del menor. Con un movimiento de brazos, lo lanzó hacia arriba y abajo, Harry seguía riendo y Severus no podía estar más orgulloso de su pequeño de ojos esmeraldas.

— ¡Felicidades Harry! —Harry pensó que su nombre se oía bien en los labios del ex-profesor y espero pacientemente lo que diría— ¡Estoy muy orgulloso! Ese es el puntaje más alto en todo el repertorio de aprendices de medimagia.

Harry sonrió galante a su profesor, feliz de sentir la calidez de alguien que no fuera su familia o los Weasley y Hermione, aunque la calidez de Draco se había tornado más bien tibia al tacto de la morena piel del menor.

— Gracias Severus, estoy muy feliz de poder servir en algo, ahora cuando te lastimes las manos haciendo pociones, ¡podré ayudarte con más precisión! — la sonrisa de Harry era una luz para Severus, y no podía negarle nada a ese niño.

Con un movimiento de varita por parte de Severus, en la mesa de la sala apareció una botella de vino y dos copas, para celebrar el triunfo de Harry. Sirvió una generosa cantidad en ambas copas, y le invito a Harry una de las mismas; ambos chocaron las copas y bebieron por un rato.

Más tarde, ya por la segunda botella de vino Harry le pregunto a Severus si se podía quedar a dormir, porque no quería volver a la casa que tenía con Draco, que últimamente se encontraba ausente de la presencia del rubio y mucho más fría que cuando la compraron, Severus acepto, ambos medio idos por culpa del vino que tomaban.

Severus y Harry se fueron a dormir, ambos en habitaciones distintas, pero con la misma calidez que los embriagaba cuando estaban juntos. 


💬Notita :

¡Hola criaturas de la magia, Eli Snape a vuelto con otra historia!  Lo cual no debería hacer porque tiene las que estaba escribiendo en su otra cuenta y siguen sin terminar. 

Capaz que las empiece aquí, ¿quién sabe? Aviso que sigo desde una computadora, sin celular (lugar donde yo escribía todo y me comunicaba con ustedes) y ya.

 Les deseo lo mejor, no salgan de sus casas y miren antes de cruzar la calle :D

Se despide, Eli Snape.💚

(me acabo de enterar que la computadora principal de mi casa tiene emojis, kill me). 

Ni me gustabas tantoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora