Otago /Nueva Zelanda - 2 de Mayo.
Opalina John.
Me quedo estupefacta sin poder articular palabra alguna al ver al hombre frente a mi, ese que me muestra por primera vez una amplia sonrisa, una irresistible sonrisa la verdad. Y después de verme bailar.
-Parece que se le ha hecho costumbre eso de entrar sin avisar Sr. Smith. -Camino hacia una de las sillas que hay en el salón y tomo mi suéter para taparme un poco y con el mando a distancia apago la música.
Su sonrisa ahora no es tan marcada, pero no deja de tener esa expresión en la cara que demuestra al parecer que está ¿Contento?.
Sin poder evitarlo lo miro extrañada, tampoco puedo evitar ruborizarme, es que aunque lo niegue éste hombre es realmente atractivo y con esa sonrisa me demuestra que es alguien muy diferente a lo que me muestra desde que he llegado, o por lo menos lo que le muestra al mundo después del accidente.
¿Qué le ha causado mostrarse diferente ante mi? ¡No lo sé!
Pero si puedo afirmar que me ¿Gusta?. Eso no debe ser nada bueno.Coño me es inevitable, el tipo está bueno por muy en silla de ruedas que esté, y dije que conmigo va más la personalidad, y por más que haya sido solo una sonrisa, me desestabiliza.
-Mi costumbre es la música que has puesto y bailado tan bellamente, ¿O no te ha extrañado encontrarla en la lista? Se me ha sido imposible no entrar al apreciar el talento que Posee Srta. John. -Expresa con total seguridad sin dejar de verme intensamente.
-Le voy a aconsejar tal vez algo que le permita llegar a las puertas y tocarlas, así evitamos como dijo anteriormente "un incidente para nada agradable" -Hago comillas con mis dedos -, así nos evitamos encuentros fuera de áreas de trabajo como quedó estipulado en mi llegada. -Le hago ver sus absurdas indicaciones.
-Para ser tan delicada en esta bella danza, es muy tosca en sus palabras ¿No cree? -me pregunta levantando una ceja.
-Podría decir lo mismo, es usted un poco amargado ¿No cree? -Para mi sorpresa suelta una risa nasal que me ha hecho temblar el piso.
¡Joder que atractivo se ha visto!
Sacudo mi cabeza.
¿Que estupideces piensas Lina?
Me reprocho.No obstante, ¿Como carajos tomo yo ese cambio de actitud que ha tenido?
Alguna extraña estrategia, porque después del numerito de la caída, dudo mucho que haya quedado de buen humor.
-¿Qué necesitaba Sr. Smith? -Frunce su ceño al parecer no entenderme -. ¿Me estaba usted buscando?.
-Ah claro, sí -Y la acción que ha realizado les podría jurar que sino es porque estoy sudada hasta el culo, diría que me ha mojado las bragas.
¡Joder! Ha humedecido sus labios de una manera para nada natural, demasiado excitante, hasta ahora mi. Quisiera preguntarle qué a que juega, pero me contengo.
-Usted dirá. -Trato de distraerme lo más que puedo buscando mis cosas para irme a dar una ducha.
-Me quería disculpar -Éste hombre hoy se ha propuesto a dejarme sin palabras.
¿Pedirme una disculpa?
Pensé más bien que su humor de mierda me haría disculpame a mi, sin embargo no puedo evitar detener mis pasos y preguntarle-¿Por?
-Desde que llegó no he sido muy amable con usted, y hace algunas horas he sido todo un idiota -Su silla de ruedas comienza a acercarse a mi -. No debí tratarla así, ha sido solo un accidente.
-Yo... Bue... -Al notar mi nerviosismo vuelve a reír y juro que ésta vez sí que ha dejado éste hombre un charco entre mis piernas.
¿A qué coño juega? Va a volverme loca.

ESTÁS LEYENDO
Deseos Intensos (+18)
RandomCuando un empresario se vea imposibilitado por un accidente que lo dejará en silla de ruedas, se verá en la necesidad de contratar una enfermera, sin embargo ella no será una típica enfermera, tiene una vida que no conlleva su uniforme, y cuando él...