TRES

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-¿Pero que diablos? -Corro a agarrar la toalla que estaba puesta en el perchero de la esquina.

Sigue ahí, mirándome de arriba abajo sin decir una sola palabra y lo único que hago es ponerme más nerviosa por el cambio en su mirada, y me pone peor no poder interpretarla.

-¿Qué le pasa? -digo un poco exaltada.

-Yo... yo... -Primera vez que veo a ese hombre sin poder decir una palabra.

-¿Usted qué? ¿Como viene y abre la puerta sin tocar? -Pregunto apretando la toalla más en mi cuerpo y al parecer esa acción lo hace reaccionar porque sacude la cabeza y responde con altanería.

-Es mi casa, puedo hacer lo que me plazca. -¿Pero que...? Si será idiota.

-Le voy a decir algo Sr. Smith -digo acercándome a él y agarrando más fuerte la toalla sobre mi pecho -. Desde el momento en que usted asigno está habitación para mí, tiene prohibido pasar sin tocar, por muy su casa que sea ¿Me entendió? -Culmino mirándolo desafiante.

-Primero que nada Srta. Jonh, deje su altanería, y segundo yo no creí que a estas horas usted ya estaría en la habitación, solo vine por algo que se me ha quedado acá -Entra a la habitación como pedro por su casa y se acerca a uno de los cajones de la mesa de noche y saca un sobre -. Ésto antes era mi oficina, así que puede calmarse.

-¿Que me calme? ¿Osea que cuando yo no esté usted se creerá en el derecho de venir a esculcar? -Digo cruzando los brazos sobre mi pecho olvidando por completo la toalla que por poco casi sale de mi cuerpo, cosa que de inmediato le hace abrir los ojos un poco de más al Limón amargo que tengo al frente.

-Le voy a dejar algo claro Srta. John, ésta es mi casa y no es que yo ande haciendo esto a cada nada, solo lo crei conveniente creyéndolo aún en la cocina con Agatha, así que mejor olvidemos éste incidente para nada agradable -dice barriendo mi cuerpo y yo levanto una ceja incrédula -, y dejémoslo estar -Comienza a girar pero se detiene -. Ah y mañana no olvide su horario, necesito medicinas antes del desayuno. -Termina de girarse y se marcha dejando la puerta abierta.

Yo me quedo con una mano levantada con las ganas de voltearle el rostro por idiota, la cierro en un puño y respiro profundo para luego cerrar la puerta tranquilamente y sin escándalo que es lo que me conviene por qué sino... Agh

¡ME VIO DESNUDA! El muy idiota me vio desnuda y de paso me ve de esa forma y dice ¿Un incidente para nada agradable? Será imbécil, o Gay estoy que casi lo confirmo, pero la conversación con esa tal Marla regresa a mi cabeza.

Ya no se ni qué creer así que así mismo en toalla voy me siento en la cama a devorar el delicioso Chessecake que Agatha a preparado.

-Idiota -Repito con la boca llena y miro dentro de la toalla -¿Incidente para nada agradable? Eso habrá que verlo.

°°°

Dos semanas.

Dos semanas han pasado ya, en éste incesante tira y encoje con el Limón, unas veces gana él otras yo, pero ya me estoy hartando del amargo que suelta el Limóncito, yo parezco un globo y con esa acidez que suelta varias veces casi me hace explotar sino es que me alejo y respiro para no agarrar un cuchillo y cortarlo para echarle azúcar.

Lo bueno es que ya he conocido casi toda la casa, y digo casi porque es inmensa y se me dificultará un poco en realidad conocerla del todo.

Un día más, nuevo ritmo de terapia, medicinas y malas caras.

He optado por ir a la cocina por algo de desayunar mientras el Señor aún se prepara, y baja a desayunar, ya le he agarrado el hilo de la rutina diaria que implementa. 8 de la mañana desayuno y medicinas, luego se encierra en su despacho, 10 de la mañana terapias hasta las 12, almuerzo a la 1, nuevamente medicinas y terapias a las 3.

Deseos Intensos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora