Secretaria de Clinton Baker ©

E P Í L O G O

“Si es el correcto, te va a esperar”

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Carta número cien:

Una vez más… te extraño.

Sé que lees mis cartas, por eso las sigo enviando.

Aunque sólo hayan pasado dos meses luego de recibir la tuya, no significa que me haya olvidado de ti o que eso haya frenado lo que siento por ti. Lo cierto es que… ahora siento que realmente estoy perdido sin ti, ahora no cabe duda que me enamoré de ti, pequeña diabla.

Y creo que ya lo notaste, te lo he escrito… con esta cien veces te lo he dejado claro, y aunque no recibo respuestas de tu parte, muy dentro de mí sé que me amas, y que volverás, que pronto te volveré a ver, que pronto estarás conmigo y que solucionaremos las cosas.

Al menos eso es lo que yo quiero.

Hoy por fin firmé el divorcio con Dominique, no hubo pérdidas, no nos quitamos dinero ni nada por el estilo, al contrario, ahora tengo entendido que nuevamente se va a casar, esta  vez con el "amor de su vida", o sea que prácticamente no necesitaban joderme a mi para tener más dinero. ¿Por qué será que a la gente le gusta joderme a mí?

En fin, estoy solterosky, nuevamente. Lo único que todavía sigue en pie es que seré padre, y a decir verdad sé que ese hijo es mío, cometí muchos errores y sé que éste es el resultado de ello, pero está bien lo acepto. Cabe resaltar que no significa que voy a estar con Jennifer, ese gusano no me va a amarrar a ninguna mujer, (a menos que seas tú ;D).

Como sea, vamos a la sección de poemas:

Cien:

¿Cuál habrá sido mi mayor error?
Mentirte, engañarte;
Eso me respondo yo.

Te amo como a ninguna,
Sin palabras empalagosas y nada de dulzura
Así me acostumbraste a ser,
Más hoy una excepción yo haré.

Me fascina tu figura,
Tus ojos como las de una diosa en pintura,
Tu maraña de cabello llena de nudos
Tu vocabulario y actitud es lo más seguro.

Tantas cosas de ti me enamoraron,
Y tú como tonta pensando que no eres demasiado,
Cuando la verdad es que todos sabemos,
Que tú eras la reina y yo el plebeyo.

Me gustas tú, Aria Stone…
Sin duda te aferraste a mi corazón,
Yo te amo con locura,
Aria, te amo de aquí a la sepultura.

Una vez más
Te digo que te estoy esperando
Con los brazos abiertos y el corazón también
En el lugar de siempre,
Ahí estaré.

(…)

Me dio cosa leer semejante miel, ni siquiera supe en qué momento comencé a escribir ésto, pero no importa, porque lo vales, vales mis desvelos y el espacio en mi cabeza y corazón, lo vales todo Ari.

Vale, ¿de qué te puedo chismear?

¡Ah! Ya sé. ¿A que no sabes quién tiene novia?

Seh, Burak.

Ese troglodita al fin le comenzó a hablar a las mujeres e incluso ya tiene novia, y aunque él lo niegue a mi no me engaña, lo he escuchado cogersela cada que puede, pero bueno, quien sabe desde cuando no lo hacía el pobre.