Secretaria de Clinton Baker ©

|| C A P I T U L O D O C E ||

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Muerto por muerto
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ARIA:

—¿Tienes alguna idea de dónde pueda estar Clinton? —me preguntó Roger mientras tenía unas cuantas hojas esparcidas a su alrededor.

Había acudido a él luego de no saber el paradero de Clinton, luego de que todos se fueran rumbo a sus casas, luego de escuchar aquello por parte de Atz. Y no, no miento al decir que su advertencia me dejó intranquila, porque por alguna razón también sentía que se avecinaba algo malo, muy malo.

—Roger… creo saber dónde está, pero no sé si debería ir con él en éstos momentos —hablé sincera mirando sus apuntes.

—Lo dices porque tú no quieres verlo aún, ¿cierto?

—No…

Me miró a los ojos incrédulo.

—Bueno sí, pero no en el mal sentido… —suspiré— a veces siento que tomé una mala decisión al estar con Clinton, no por lo que conlleva todo, más bien por el hecho de que a veces no logro entenderlo.

Definitivamente Clinton me hace muy feliz, es carismático, atento, cariñoso… me hace sentir amada y especial, pero hay momentos como el de hoy en el que lo desconozco y no lo entiendo, sé que sufre ataques de ira, pero nunca he podido tratar con ello, y me da miedo que algún día no pueda controlarlo, Clinton a veces me asusta y no tengo idea de qué hacer con él en ese estado.

Es eso, quizá no quiero verlo ahora porque no sabría que decirle, qué hacer para que sepa que estoy ahí para él.

¿Sentarme a su lado y decirle el típico; "todo estará bien" cuando aquello solo es una dulce mentira? Definitivamente no va conmigo.

Pero sé que un día deberé hacerlo. Tendré que mirarlo a los ojos y contarle lo que siento, lo haré solo que aún no es el momento, sé que aún no lo es.

—¿No crees entonces que deberías intentar entenderlo un poco?

—Lo he intentado…

—¿Lo suficiente para no rendirte y realmente ver su dolor?

No…

Pasé saliva apenada.

—Aria, está bien tener miedo —sus manos pronto tomaron las mías— es tu primer relación, es la primera vez que compartes tus sentimientos con alguien más, está bien aún no entenderlo, porque eso lo aprenderás a hacer más adelante si así lo quieres, si ambos están dispuestos a revelarse y mostrar realmente lo que sienten, lo que creen que necesitan en esos momentos.

El corazón comenzó a latirme apresurado. Nadie me había dicho ésto antes, debía ser mamá la que debería haberlo hecho, pero dados los acontecimientos… no se podría.

—Está bien si aún no te sientes preparada para decirle que sí queires ser su novia, está bien si aún crees que fue una mala decisión volver. Pero debes de saber que aunque todas esas preguntas te vengan a la cabeza, todos esos argumentos te confundan, solo tú sabrás dar la palabra final que será una que vendrá desde el fondo de tu corazón, no de tu cerebro.