Capítulo XIV

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JIMIN

Le di a Yoongi una última mirada de profunda disculpa antes de levantarme de la cama y acercarme a mi madre en la puerta. En el camino, cogí la camisa y me la puse. Traté de bajarla lo suficiente como para ocultar el bulto que distendía la parte delantera de mis jeans, pero no lo hacía. Parecía que no podría escapar de la vergüenza tan fácilmente.

Seguí a Mamá al pasillo y cerré la puerta del dormitorio detrás de mí.

—Jimin, lo siento —dijo en voz baja—. No quería entrometerme, pero él insistió en que era algo serio. Sabes que no habría interrumpido si no tuviera que hacerlo.

—Lo sé, Mamá —tiré inútilmente de mi camisa otra vez, tratando de ocultar mi erección. Era casi lo último que quería que ella viera—. ¿Te importa si atiendo la llamada en privado y luego te devuelvo el teléfono?

—Por supuesto —me entregó el teléfono inalámbrico, luego me ofreció una sonrisa—. Sé que sientes que no hay absolutamente ninguna manera de que puedas sentirte más avergonzado en este momento, pero quiero que sepas que el sexo es natural y...

Resoplé y me tapé la cara con la mano.

—¡Mamá!

—Y me alegra ver que has encontrado a alguien adecuado para ti, Jimin —apretó mi hombro—. Incluso si es abrupto, e incluso si es poco convencional, todo lo que quiero en el mundo es que seas feliz.

Sus palabras erosionaron algo de mi vergüenza y logré devolverle la sonrisa.

—Gracias.

—Ahora, por favor habla con Seok y averigua lo que quiere. Estaré abajo en la tienda si me necesitas.

Dicho esto, dejó caer su mano, me guiñó un ojo y giró sobre sus talones para regresar a la escalera. Su vestido maxi de gasa estampada se arremolinaba alrededor de sus tobillos.

Me aseguré de que se hubiera ido, respiré profundamente y levanté el teléfono hasta mi oído.

—Hola, ¿es Seok?

—¿Jimin? —preguntó una voz sospechosa y sorprendida—. ¿Park Jimin?

—Sí, soy yo. ¿Y estoy hablando con Seok? ¿Uhm... el experto en dragones? —hice una mueca.

Qué manera de sonar aturdido, Jimin.

—Mi madre me dijo que querías hablar conmigo —hablé otra vez, pero con más seguridad.

—Sí. Sí... —Seok se calló. Cuando volvió a hablar, lo hizo con gran entusiasmo—. ¡Sí! Eres el omega que está durmiendo con el dragón recuperado, ¿verdad?

Bueno, eso me asustó un poco, pero supuse que era relevante para el tema de conversación.

—Sí.

—Entonces necesitas parar —abrí la boca para protestar, pero no pude encontrar las palabras que decir. Resultó que no necesitaba hacerlo. Seok continuó—. Lo último que alguien quiere, es que haya bebés dragón corriendo en el lugar. Eres un omega, ¿verdad? ¿De buena edad fértil? No recuerdo que Sooahn fuera mayor, por lo que debes ser un hombre joven a lo sumo. ¿Entras en calor regularmente?

—Realmente no tienes filtro, ¿verdad? —me apoyé contra la pared y crucé mi brazo sobre mi pecho—. ¿Por qué no quieres bebés dragón?

—Porque va a despertar mucha atención. Mucho de eso. Toneladas de atención. Tener un dragón bebé no es como asociarse con un dragón adulto. Los bebés no tienen exactamente un buen control sobre sí.

✿੭┆アルファの目覚め ៚ YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora