Capitulo 7.

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                                 ***

Me desperté porque nos olvidamos de cerrar las cortinas y Emi me estaba aplastando la vida.

Me estiré y bostece mientras iba al baño.

Ni idea de que hora es.

-Que hoora es no lo sé bien, si vos querés ahí estaré- canté el tema de luck ra. Estaba feliz, tenía un peso menos en mis hombros y conciencia.

Segui tarareando la canción y me metí al baño.

Entre cantando una canción de amor y salí cantando una de esbabyface "me cojo a la prima después a la hermana, no llevan pelucas son californianas" para ser más exactos.

Di media vuelta para ir a la cocina y hacer el desayuno, Pedro y Emi todavía taban re en el quinto sueño.

Traté de ignorar que me crucé a Mateo y a su wacha.

¿Les hago el desayuno también para quedar bien con Pedro?.

Suspire y cerré los ojos dando mi mayor esfuerzo. Me di la vuelta con una sonrisa full fingida, pero disimulada.

-¿Ya desayunaron?- procedi a preguntarles forzadamente intentado que la sonrisa no parezca tan falsa.

Antonella solamente me miró con asco de pies a cabeza y Mateo asintió.

No perdí más tiempo y me fui a la cocina.

Eso fue muy incómodo y cada vez estoy perdiendo más mi dignidad y orgullo.

Hice el desayuno y preparé la mesa.

Cuando Emi y Pedro se levantaron me agradecieron y desayunamos juntos.

Mateo y Antonella se encerraron en la pieza y no volvieron a salir.

Nos sentamos toda la tarde a mirar pelis.

No evitaba sonreír como una boluda cada vez que escuchaba la risa de Emi y Pedro.

Me sentía otra vez como en casa.

Me sentía feliz.

Pero la felicidad dura poco.

-¿Eh?- volví a preguntar. Estaba re en mi mambo y no entendía nada de lo que me decían.

-Que si querés que Mateo te lleve, tu mamá me mandó mensajes- volvió a repetir Pedro tranquilo.

-No- negué con la cabeza -No esta lejos mi casa, voy caminando nomas- me excuse. Ni en pedo me quedo sola con Mateo y su wacha en un espacio cerrado.

-Te dejamos de pasada, total- habló Antonella... ¿Antonella? ¿Siendo buena conmigo?.

-¿Eh?- volví a exclamar totalmente perdida.

-Dale boba- Mateo rodó los ojos y se acercó a mí.

No pude decir una palabra cuando sentí su mano agarrándome del brazo y levantandome del sillón.

-Para wachin, ¿qué flashas confianza?- me alejé un poco casi tropezandome. Posta que no cazo una.

-Nos vemos otro día ¿no?- me preguntó Emi.

-Si, facha- sonreí y me despedí de ellos.

A penas me senté en el auto tenía ganas de tirarme por la ventana.

Se sentía la incomodidad y hasta me costaba respirar bien.

Bajé la ventana y tomé aire.

La concha.

-Nos vemos después, amor- no no no. Cuando Antonella se bajó del auto me quería morir, ahora si me voy a la mierda.

Tragué en seco sientiendo como empezaba a transpirar.

Estoy exagerando.

Paramos en un semáforo.

-Uh mira justo tengo que comprar acá- intenté abrir la puerta pero estaba trabada.

La peor.

-Ya estamos por llegar- simplemente dijo Mateo.

Esto va en contra de mis derechos.

Suspire y me crucé de brazos.

Faltaban poquitas cuadras.

Dale que yo puedo.

Fuerzas negri.

...

¿Por qué Mateo está el doble de bueno mientras maneja?.

Tenía una mano en el volante y con la otra jugaba con sus labios. Sus dedos apretaban su labio inferior y después se lo mordía.

¿Estaba nervioso?.

Lo miré con más concentración y frunci un poco el ceño.

Estaba cambiado.

¿Para bien o para mal?...

Salió del auto y lo seguí con la mirada.

¿A dónde iba?.

-Ya llegamos- habló cuando abrió la puerta.

Miré atrás de él y si, estábamos en mi casa.

-Ah...- cerré los ojos con fuerza intentando sacar los pensamientos de mi cabeza -Gracias- dije cuando pude salir del auto.

-Denada- dio unos pasos acercándose.

¿Qué hace?.

Cuando pude sentir su perfume y su aroma por lo cerca que estaba volví a pensar una banda de cosas.

-¿Qué haces?- di unos pasos hacia atrás y esta vez si me tropecé con mis propios pies cayendome de culo en la vereda.

-¿Qué te pasa?- Mateo me miró con el ceño fruncido.

Me pasa que no te puedo tener cerca.

Me pasa que cada vez me confundís más.

Vi como cerró la puerta del auto.

Solamente quería cerrar la puerta.

Estoy re perseguida.

-Perdón- me levanté del piso.

Volví a repetirle un gracias y entré a mi casa.

Mi Crush Es Un Pelotudo [Segundo Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora