Narra Mateo.
"Se lo re merece"
¿Como vas a decir eso? La puta madre.
Escuchar todo lo que Abby dijo me hace pensar una banda de cosas pero después me acuerdo de lo mal que la pase y no quiero saber nada de ella.
Anto... es otra cosa, a veces siento que posta me quiere pero otras me demuestra todo lo contrarío.
-¡Amigo 'ta buenísimo!- Abby cerró los ojos después de haber probado la torta.
Tuve que dejar de mirarla.
Desde que llegó no para de ser hermosa y tan real.
Siento que en cada movimiento y en cada gesto que hace ella me provoca.
Por más que lo quiera negar todavía hay algo en mi corazón que le pertenece, pero no se lo pienso devolver.
Narra Abby.
Ni tira convidarle a Mateo y a su wacha.
Esta torta es mía.
"¿Como no querés tu torta metes los dedos en la mía?"
No evité citar esa rima en mi cabeza.
Miré a todos que se habían quedado en silencio y me encontré con la mirada divertida de Mateo.
-¿Qué?- levanté una ceja curiosa.
-Nada- negó con la cabeza y mordió su labio inferior intentando ocultar su sonrisa.
¿Habré dicho en voz alta eso?.
Bueno, ya fue.
-¿Y terminaste el colegio?- Pedro empezó una conversación y así estuvimos hablando hasta que se hizo de noche.
-Uh, me las re tomo, ya es tarde- miré por la ventana para comprobarlo.
-Es muy peligroso, yo te llevo- se ofreció Pedro y no me negué.
-Dale- sonreí -Chau- por más que no quería los saludé con la mano para no quedar mal con Pedro.
Antonella rodó los ojos y subió para arriba.
Mientras que Mateo seguía mirándome fijamente re en su mambo.
Subí al auto y solté un suspiro.
-Todo está tan diferente...- habló Pedro.
Y así volvimos a hablar hasta que llegue a mi casa.
Cuando entre la ayude a mi vieja a hacer unas cosas y me tiré arriba de mi cama a pensar en todo.
Todo muy flashero y raro.
Pero tengo que admitir que yo tuve gran parte de la culpa, no toda pero si bastante.
Capaz tengo que intentar arreglar las cosas cuando todo este más chill.
El tema es Antonella, su novia...
***
Respiré hondo y tomé valor.
Tengo muchas ganas de ver a Emi, estar con él y disfrutar como antes.
Busque el nombre de Mateo y lo llamé.
Un tono... dos tonos... tres tonos...
Como al quinto tono me atendió.
-Hola...- me animé a hablar.
-¿Abby?- preguntó Mateo.
-Si, soy yo- afirmé.
-Ah...- exclamó decepcionado.
-¿Tan mal te caigo? Te la re baje- intenté cortar la tensión.
-¿Qué querés?- directo al grano, le chupa un huevo como estoy.
-Quiero ver a Emi- le pedí.
-¿Te pensás que te voy a dejar verlo después de que te fuiste como si nada?- lo peor es que tiene razón.
-Yo sé que él me va a perdonar y no va a ser un resentido- a casa cajetudo.
-Habla con mi viejo- me cortó.
Vamos de mal en peor.
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Mi Crush Es Un Pelotudo [Segundo Libro]
RomancePrimero leer el primer libro que esta en mi perfil.