Capítulo 36

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Han pasado los 3 meses que nos quedaban del embarazo. Nos fuimos a vivir a la casa del señor Kim, ya que TN quería salir del ambiente de a ciudad, además, sería bueno para todos ver ambientes diferentes. Las dosis que TN recibía le sirvieron de muchas formas. Las nauseas y los vómitos no volvieron a presentarse, su apetito sexual disminuyó al igual que los antojos. Tan sólo debíamos esperar a que la bebé naciera. Habían veces en que por las noches me quedaba escuchando a la bebé y TN me decía algo nostálgica de que si llegaba a pasar algo, que por favor, yo debía salvar a la bebé. Era obvio que yo sólo asentía, pero... la pena me inundaba.

Allison y Onew se encontraban en su luna de miel por Italia  y Paris. Nos mandaron varias postales de cada parada que hacían para comprar recuerdos.

Eran las 13:45 pm y estábamos comiendo el almuerzo que preparé, el cual consistía de una barbacoa con varios tipos de carne y TN había preparado arroz y algunas ensaladas. Habíamos invitado a mi madre y a la señora Kim, quienes hablaban con TN sobre los cuidados de la bebé. Mientras esperé a que se cocinara la carne, recordé que TN debía ponerse su inyección.

-TN, ¿me acompañas un momento? Ya es la hora.

-¿Hora para qué, Minho?-dijo mi madre.

-Es sólo algo que TN y yo sabemos, descuida.

-Está bien, de todos modos ya eres grande para que ésta vieja loca te diga lo que debes hacer.

-No eres loca, sólo... Eres así...-reímos ante la pequeña broma-¿vamos?

-Claro- se puso de pie con algo de dificultad ya que estaba algo... Cargada en la parte delantera. La tomé de la mano y la llevé a la habitación subiendo la escalera. La sostuve siempre para prevenir que algo malo ocurriera. Al llegar a la habitación, TN se acostó en la cama boca arriba y subió su camisa hasta la mitad de su vientre.

Me puse los guantes, tomé un algodón y le puse algo de alcohol para desinfectar la zona, tomé la jeringa, una dosis y tomé todo el contenido del pequeño TN. Y antes de inyectar la aguja, acaricié la piel de TN del abdomen para poder sentír a mi hija y poder decirle algo.

-Ya sólo quedan dos y estará listo el tratamiento, mi princesa. Sólo aguarda un poco más...-y puse la inyección, deposité el contenido y cubrí el pinchazo una vez que saqué la jeringa.

TN se arregló la ropa y me esperó para salir. La tomé de la mano y bajamos.

La tarde continuó normal, comimos, hablamos, reímos, recordamos cosas y ya era hora de llevar a las madres a casa. TN no quiso acompañarnos ya que dijo que se sentía algo mal, yo le dije que me quedaría, pero me dijo que no podía dejar a las madres irse solas en el autobús e insistió que fuera sólo, ya que me había mencionado de que esos dolores ya los había sentido antes pero luego se iban. Yo, desconfiado, fui. Mientras las mujeres hablaban por la parte trasera del auto, yo iba pensando en TN y esos "efectos secundarios" que me habían mencionado, quizás debí de haberle dicho a Taemin que la viniera a ver, pero me hubiera hecho detener las inyecciones.

Llegué a mi destino y mi madre se asomó al vidrio y me dijo algo que me hizo quedar helado.

-Sí sigues así, la vas a lastimar... -y así sin más entró a la casa.

Cuando llegué con TN, la encontré tirada en el piso corrí dónde ella estaba y tomé su rostro para ver sí aún me escuchaba.

-Minho, debes cuidar de la bebé.

-¿¿Qué?? No, yo cuidaré de ambas, y veremos a nuestra hija crecer y seremos felices los tres.

-Es que Minho, no voy a resistir, duele...

Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora