Capítulo 19, 20 y 21

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Al terminar de leer la carta, pude imaginar lo que podía estar sintiendo TN una vez que ella leía. El hecho de que uno se entere de que su verdadera madre está muerta sin alguna explicación y que dos extraños te adopten en la fría nieve donde pudiste de haber muerto congelado... simplemente es algo que no muchas personas siguen con vida para contarlo, en el caso de TN ella se acaba de enterar.

Al menos a mí me daba un sentimiento de rabia por no poder estar al lado del padre de TN. Sé que se siente no tener un padre, pero como el señor Kim dijo, yo cuidaré a TN, cuidaré de que no caiga en la depresión. Cuidaré de que su felicidad no se vaya.

Sentí pena por TN ya que ella no pudo pasar los últimos días con él. Cuándo yo estaba con mi padre, siempre peleábamos, pero cuando se fue, lo extrañé como si nada malo hubiera pasado, en ese momento le perdoné todo a mi padre y le pedí disculpas por todas las estúpidas peleas que provocaba.

Desesperación... por llegar a la conclusión de que si esa persona no está, yo no vivo o no sirvo para nada, comprendo muy bien ese sentimiento... el querer estar con esa persona y necesitarla hasta el punto de que si me falta, quitarse la vida sería el mejor camino para seguir con ella. También por no soportar no estar con esa persona que dio todo para sacarte adelante y que nada te faltase para vivir como se es debido. A pesar de que su padre nunca estuvo con ella, él siempre trabajó por darle lo mejor, a pesar de que no eran de la misma sangre.

No me di cuenta cuando las lágrimas brotaban de mis ojos, era como si mi propio padre se hubiera ido. El señor Kim, para mí, fue como un segundo padre, pero ese padre que se preocupaba de enseñarme cosas buenas. A pesar de haber sido rechazado y catalogado como peligroso, él vio algo que lo demás no vio... él se vió a él mismo. Él se veía reflejado en mí, ya que TN era lo que nos hacía estar de acuerdo en algo, el bienestar de ella por sobre todas las cosas.

Le debo tanto... es por eso que saldré adelante con TN y la señora Kim, seremos la familia que siempre quise formar.

Dejé la carta en la mesa del living y me fui a bañar, me cambié de ropa y me fui al hospital con Allison y Onew, quienes me estaban esperando en recepción. Ellos al verme, se pusieron de pie de inmediato y tomamos rumbo al hospital. Al llegar, mi madre estaba esperando en uno de los asientos con una sonrisa de oreja a oreja.

-Minho, hijo... TN ha despertado...

-Quiero verla- dije exaltado, quería sonreír, pero me preocupaba su estado. Una cosa era que despertara, pero la otra era que estuviera bien de salud- ¿en qué habitación se encuentra?

-Está por ese pasillo a la derecha. Habitación 365.

-Gracias- antes de avanzar, besé la frente de mi madre y la abracé, me acerqué a su oido- mamá... gracias por haberme dado la vida, no me imagino la vida si no estás a mi lado.

-No hay de qué, hijo. Ahora ve, ella te espera.

Caminé rápido ya que no podía correr, no quería llamar la atenció y llegué a la habitación. TN estaba mirando a la ventana, tenía su cabello suelto hacia su lado izquierdo, vestía un camison y en las muñecas tenía vendas que cubrían sus cortes.

Me acerqué de a poco y ella giró su cabeza. Me vio y me dio una sonrisa triste, sus ojos se cristalizaron, pero no llegó a soltar una lágrima hasta que estuvo entre mis brazos. La abracé tratando de no verla llorar, pero comenzó a sollozar y lloró, yo la acompañé, sólo unas cuantas lágrimas lograron salir, mientras me preguntaba de dónde sacaba tanto líquido para seguir llorando.

Ella me abrazó firmemente queriéndome decir que no la dejara sola. Coloqué mis brazos al rededor de su cabeza de forma suave y con una de mis manos acariciaba su cabeza, me agaché hasta quedar a su altura, con ambas manos tomé su rostro y la besé dulcemente para cesar sus lágrimas, nos quedamos viendo y juntamos nuestras frentes, ella puso sus manos sobre las mías para sentirme. 

Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora