Jueves,
10:00 pmLa Gran Noche
Mis párpados fueron despegándose con lentitud ante la molestia de una luz intensa. Me sentía mareada pero sobretodo adolorida. Intente levantarme pero un punzante dolor en mi estomago me detuvo. Lleve una mano hacia el lugar adolorido. Pequeñas escenas de lo que había ocurrido en la escuela vinieron a mi mente como un filme de una película de terror. Los habían matado enfrente de nuestros ojos, la habían matado enfrente de mis ojos sin piedad. Lo ultimo que recordaba era las palabras extrañas de ese hombre y luego un dolor punzante detrás de la cabeza.
En ese momento me di cuenta de lo que estaba ocurriendo.
Me levante abruptamente de la pequeña colchoneta, causando que un gemido de dolor se escapara de mi boca.
No estaba en la escuela, podía adivinarlo con tan solo mirar el lugar donde me encontraba.
¿A donde me habían llevado? ¿Porqué no me habían matado como lo habían hecho con los demás? ¿Mi padre me estaría buscando? ¿Qué había sucedido con los demás?
Comencé a examinar la habitación con cuidado, no me encontraba en la escuela pero me era difícil descifrar si estaba en mi ciudad o fuera de esta.
La cerradura de la puerta comenzó a girar lentamente, como si la persona del otro lado intentará ponerme de nervios.
Me mantuve lo más alejada posible de ella para sentirme segura.
La puerta por fin cedió y por ella entraron una mujer y un hombre.
—Hasta que por fin despiertas, ya pensábamos que estabas muriendo—comento la mujer después de un largo he incómodo silencio.
—¿Dónde estoy y quienes son ustedes?—pregunte ignorando su comentario.
Ella negó con la cabeza mientras hacia girar un llavero lleno de pequeñas llaves alrededor de su dedo índice.
—Aquí no se hacen preguntas cariño, mi único deber es prepararte y alistarte para la noche—dijo sonriendo.
—¿Alistarme para que?—pregunte con recelo.
Ella chasqueo la lengua con molestia.
—¿Qué acabo de decir niña?—volteo los ojos ante mi insistencia.
No sabía porque pero algo me decía que detrás de ese traje costoso y sonrisa simpática se encontraba una completa serpiente venenosa.
—No hagas más preguntas que no tendrán respuestas y así evitaras problemas—me sonrió—Ahora, me encantaría que me acompañaras a otro lugar—me extendió su mano con uñas bien cuidadas.
Mire su mano para luego mirarla a ella.
—No—masculle, dando un par de pasos hacia atrás.
Ella elevo una ceja ante mi rechazo mientras bajaba la mano y sonreía asintiendo con la cabeza.
—De acuerdo—miro a su acompañante el cual no había pronunciado palabra desde que había llegado—Ya sabes que hacer—le dijo saliendo de la habitación contoneando sus caderas.
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MY RAPTOR
General FictionUn estallido me aseguró que había apretado el gatillo y en un par de segundos mi cuerpo se encontraba de rodillas sobre el suelo. Lleve una mano temblorosa a mi costado, sintiendo como de este comenzaba a salir un liquido y como un dolor insoportab...