Capítulo 6.

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Escena del crimen no pasar... letrero que no le importó a YiBo en lo más mínimo, saludando a los oficiales y sonriéndole de lejos a su esposo.


–Ustedes parecen recién casados –dijo Yixing mientras tomaba algunas fotografías del asesinato de una persona de la tercera edad.

Xiao se concentró en tomar las últimas muestras de sangre que estaban alrededor del señor para poder ir con YiBo. –Ya tenemos nuestros años, si dejaras de estar de fiesta ya tendrías a alguien Yixing.

–¿Alguien?, no gracias. Prefiero tener variedad, aunque si está igual de bueno que tú no le pondría peros –terminó la frase guiñándole un ojo y Xiao negó con la cabeza.


YiBo se había acercado un poco pues no quería que regañaran a su esposo por su culpa pero esa cercanía fue lo suficiente para haber escuchado a Yixing.


"¿Ese tipo le acaba de coquetear a mi Zhan Ge?, oh no... nadie se mete con lo mío".


–Amor, le prometimos a Lu que la recogeríamos puntual –dijo YiBo recalcando su palabra "Amor".

Yixing comprendió inmediatamente. –No te preocupes, lo tienes toda la tarde. Quien sabe si surja algo en la noche...


Xiao acomodó su maletín y se despidió sin comprender lo que acababa de pasar, sólo tomó la mano de YiBo dándole un beso sacándolo del lugar.

🐇

En su camino Xiao se percató de que YiBo iba haciendo pucheros pero no fue el único que se dio cuenta...


–¿Y ahora qué le pasa a éste? –preguntó el señor Zhan señalando a YiBo.

–No tengo idea, está así desde que habló con Yixing –respondió Xiao con confusión.

–¿Y si... arreglas el asuntito como Suzet se te encimaba? –preguntó con un tono divertido el señor Zhan.

–¡Agh... no tienes remedio!, pero quizás no es tan mala idea.


Xiao aflojó un poco su cinturón de seguridad para acercarse a su esposo, de reojo observó el rostro de YiBo. Al parecer se sorprendió de que Xiao se le acercara tanto mientras manejaba.


–¿Qué haces?, sabes que no es seguro ¿cierto? –en su pregunta iba un poco de intriga.


Xiao no supo si alejarse o quedarse, el tono de voz de YiBo era uno pero su rostro decía otra cosa. La pena se vio reflejada en el rostro de Xiao, prácticamente estaba sobre su esposo sin saber que hacer. Ante su falta de éxito iba a retroceder cuando YiBo tuvo que frenar de golpe porque un perrito se atravesó en su camino, Xiao detuvo su cuerpo como pudo apoyándose de lo que creyó era el asiento.


–¡Auch!, ¡hasta a mí me dolió! –exclamó el señor Zhan.


Y es que YiBo ni siquiera pudo hablar...Xiao lo miró y miró su mano... no se apoyó en el asiento, si no de YiBo Jr.


–Di Di, perdóname –Xiao se agachó y repartió besos sobre el adolorido "amiguito" de su esposo.


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