Juego de Sombras

Capítulo 11.

Después de descansar un poco en el auto, ambos se vistieron y continuaron su camino hacia la cabaña. Efectivamente les faltaba menos de 10 minutos para llegar pero el ansioso de Xiao no pudo aguantar sus necesidades, la cabaña era pequeña con una decoración muy acogedora, cada cabaña tenía una distancia muy grande entre una y otra. Dejaron su pequeño equipaje a un lado de la cama y se acostaron sonriendo tontamente uno al otro.

Ya entrada la madrugada YiBo sintió un golpe en los pies, decidió ignorarlo pero le siguió un golpe en el abdomen.

"Tantos años y nunca me has golpeado... ahora resulta que me entero de que Lu duerme como tú".

YiBo intentó hacerse más para la orilla pero sintió un fuerte agarre en su mano.

"¿Se despertó?"

La luz de la luna era la única que entraba dándole un poco de visibilidad, después de enfocar bien la vista vio a su esposo con un rostro de molestia "Seguro tiene una pesadilla" pensó YiBo pero justo antes de tocar la frente de su Ge Ge el rostro de Xiao cambió a uno de felicidad... o al menos eso creyó. La expresión era de felicidad pero había algo más que no podía definir, perdido en sus pensamientos YiBo siguió mirando a su esposo hasta que Xiao sonrió con malicia, nunca antes había visto esa sonrisa en su dulce esposo. Decidido a despertarlo y a punto de tocarlo escuchó algo que lo dejó frío:

–Uno... dos...tres...¿qué parte será esta vez? –no era una frase cualquiera, ni siquiera lo dijo hablando. Xiao Zhan lo había cantado.

YiBo se soltó del agarre de Xiao y lo miró en silencio, después de cantar la frase que había sido escrita con sangre en una escena del crimen Xiao se quedó dormido tranquilamente tal cual un bebé despreocupado del mundo.

"¿Qué diablos fue eso?, cantó la maldita frase. Ni siquiera sabía que había una tonada para eso ¿qué está pasando?"

La mente de YiBo fue un caos por lo que prefirió salir de la cabaña, incluso se quedó dormido tan sólo cobijado con la manta que tomó antes de salir.

Por la mañana a Xiao le pareció extraño que YiBo se hubiera despertado antes que él, al tocar la cama se dio cuenta de que su esposo llevaba un tiempo considerable fuera de ésta, lo buscó en el interior de la cabaña y no lo encontró.

"¿Dónde se habrá metido Bo?, digo YiBo. Aghh tu mente te traiciona Xiao Zhan", pensó para él mismo.

–¿Bo?, por favor te da una sacudida y ya es... ¿Bo? –preguntó el señor Zhan –¡Qué ridiculez! –soltó seguido de unas carcajadas.

Xiao rodó los ojos. –Lo que sea, disfrutaste la función ¿no?

–No puedo negarlo pero podría jurar que tu maridito se sorprendió –afirmó el señor Zhan cruzándose de brazos.

–¿Tan mal crees que lo tomó? –cuestionó con preocupación Xiao Zhan.

–Creo que ya no caerá en el cuento del esposo mojigato pero siendo honestos... necesitamos calmar nuestra sed o te la vas a pasar montado en ese tipo.