30 de enero de 2021.
Todos nos sentamos en el suelo, mientras Jenna y Leia se colocan en el centro, hablando en susurros algo que nadie escucha. An se coloca a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro algo cansado, dándome un beso en la mejilla con una pequeña sonrisa, aunque yo solo puedo pensar en lo que tendré que hacer, con la vista fija en las dos chicas. No me había dado cuenta hasta ahora, pero llevan ropa muy parecida, con unos pantalones negros y anchos iguales y una sudadera corta del mismo color pero Leia tiene un símbolo en un costado del brazo derecho que no logro ver desde aquí. Se recogen el pelo a la vez y cada una se separa unos metros de dónde estaban.
-Dale- la voz de Jenna es lo último que se escucha antes de que nuestra canción comience a sonar de fondo.
Después del primer solo de guitarra comienzan a bailar, haciendo los mismos pasos sincronizadamente, mostrando las horas que han estado trabajando en ello. Hay que admitir que la que mejor lo hace, la más profesional, es Jenna, pero Leia lo hace de una manera tan libre y con una sonrisa enorme llena de felicidad que hace que solo te puedas fijar en ella o por lo menos eso es lo que me transmite a mi. Cuando la canción acaba tengo que pestañear dos veces antes de volver a la realidad al darme cuenta de que llevaba todo el tiempo embobada mirando el baile sin fijarme realmente.
-Esto es lo que debemos conseguir hacer todos antes de un mes y aunque lo vuestro sea distinto- nos señala a An y a mi- sigue siendo complicado, Eric nos ha dicho que lo conseguiréis sin esfuerzo, así que eso espero.
Trago saliva con algo de dificultad y los malos recuerdos me llenan la mente.
Con nuestro primer videoclip tuvieron que quitar el baile previsto ya que no conseguí hacerlo correctamente. Había uno de los pasos que nunca me salió, por mucho que estuve semanas practicando. siempre me caía al suelo y solo podía oír gritos de desaprobación en mi cabeza. En el segundo, lo volví a intentar, y esta vez me salió, con algo de esfuerzo, pero todo salió bien, con la pega de que en uno de los ensayos, el último antes de la grabación, me caí encima de la mesa con comida que trajeron para celebrar y me doblé el tobillo. Tuvimos que cambiar todo lo que teníamos planeado y acabamos sin hacer el baile y con tan solo dos bailarines detrás nuestro haciendo un poco el tonto.
Si, no tengo muy buena suerte con todo esto.
Todos nos levantamos y Jenna y Leia nos van colocando en nuestros respectivos lugares a cada uno de nosotros. Cuando llega mi turno Leia me coge de la mano y con delicadeza me posiciona en el centro junto a An, un poco alejada. Me sonríe y nuestras miradas conectan durante unos segundo hasta que, involuntariamente, las dos bajamos la cabeza a la vez y ella abre la boca para hablar.
-Todo saldrá bien, lo harás genial- susurra antes de irse al lado de Jenna sin mirar atrás.
Mi corazón se hincha y sonrío sin poder evitarlo, sintiéndome más segura de mi misma.
Comienzan los primeros pasos y logro hacerlos bien a la vez que An, aunque la mirada juzgadora de mi madre no se despega de mi nuca en ningún momento. Eric de vez en cuando entra y mira durante unos segundos el baile, asiente y vuelve a irse sin mostrar ninguna emoción. La canción se repite una y otra vez, con la voz de Jenna de fondo diciendo "3, 4, 5 y..." una y otra vez. El ritmo se clava en mi mente y cuando la música deja de sonar y todos aplauden agotados, corriendo hacia sus botellas de agua, yo sigo escuchando el sonido una vez más, sin parar, tarareándola en susurros.
-Ey- algo me toca el hombro y se me cae la mochila del susto.
-Casi me da un infarto- poso una de mis manos en mi pecho y vuelvo a coger la mochila.
-Lo siento- susurra la persona y yo levanto la cabeza al reconocer su voz.
-No pasa nada, no ha sido para tanto- me apresuro a decir con una sonrisa al ver su pequeño sonrojo casi invisible por su oscura piel.
-Solo quería decirte que lo has hecho muy bien, no debías tener tanto miedo al principio- explica sin mirarme a los ojos.
-Gracias, sois buenas profesoras- ella levanta la cabeza y me sonríe.
Es más alta que yo.
-Y tu buena alumna.
-No tanto, ahora viene la parte complicada y no veo tan claro el movimiento ese de los pies antes de la vuelta, no me extrañaría que me doblase el tobillo en el peor momento de nuevo- niego con la cabeza hablando más para mi misma que para ella, imaginando todo lo que podría salir mal.
-Bueno, si quieres, podemos practicar antes de ensayar mañana, así por lo menos no irás tan perdida- eso me hace fruncir el ceño.
-¿Por qué harías eso por mi?
-Simplemente quiero ser tu amiga ¿puedo?- susurra de nuevo algo tímida- supongo que ya tendrás muchos amigos y que tal vez soy una molestia, lo siento si es así, pero me pareciste maja y...
-Tranquila- le corto, porque me da que no hay fin en su vómito verbal- me encantaría ser tu amiga, no tenías ni que pedírmelo, no tengo tantos amigos como crees- niego con la cabeza, intentando disimular mi tristeza- me encantaría ensayar contigo en algún momento.
Sonríe de oreja a oreja y pega un salto de la emoción, haciéndome reír.
-Perfecto- rebusca en su bolso hasta sacar su móvil- te escribo ahora por insta y así tienes el mío- comienza a teclear cosas que no logro ver- ya está.
-¿Y porqué no te doy mi número? No uso mucho instagram, eso lo controla más mi representante de marketing, no quiero que se meta en conversaciones privadas- eso hace que ella eleve las cejas.
-¿Entra a tu instagram?
-Si...- miro hacia otro lado- no soy yo quien sube las fotos, ni quien contesta las historia, si que me dejan escribir a mis fans cuando recibo algún mensaje que me encanta, pero solo con un gracias y un corazón, no mucho más- suspiro sin atreverme a mirarla- estoy un poco controlada- río por lo bajo y cojo su móvil sin recibir resistencia de su parte- te guardaré mi número y cuando quieras me escribes, suelo estar conectada hasta tarde- me registro con el nombre de "Mejor alumna" y se lo devuelvo.
-Pues...- mi móvil vibra- ya tienes el mío, y espero que me guardes como "mejor profesora" o me enfadaré- dice con burla y las dos reímos.
-No lo dudes.
Voy a añadir algo más, pero una voz nos saca de nuestra burbuja, atrayéndome a la realidad de la peor manera. Un brazo pasa por encima de mis hombros y otra persona me coge de la mano, encerrándome y obligándome a caminar sin pedirme permiso. Camino hasta la puerta en completo silencio y cuando esta está a punto de cerrarse, me deshago de sus agarres y sonrío desde lejos hacia la chica.
-Hasta luego, Leia- le medio grito para que me escuche.
-Hasta mañana, Abby- consigo escuchar antes de que me arrastren lejos de allí, cogiéndome del brazo con algo más de fuerza.
-Tenemos mucho que hacer- me informa mi madre antes de soltarme y dejarme al lado de mi novio que me sonríe felizmente.
-No ha estado mal el ensayo- su felicidad es contagiosa y lo abrazo sin poder evitarlo.
-El mejor de mi vida- contesto enterrando mi cara en su cuello, causándole cosquillas como siempre.
-Vámonos a casa antes de que Eric nos descubra y tengamos que hacer algo estúpido e innecesario pero que le gusta mandarnos de vez en cuando- ruedo los ojos y asiento.
-Estoy agotada.
-Ya somos dos.
Salimos del gran gimnasio hacia la oscura calle en la que un coche nos espera para llevarnos a casa. Al no poder conducir, siempre nos llevan de un lado a otro y así de paso nos tienen controlados, pero se que, cuando cumpla 18, me sacaré el carnet de conducir. Podré ser libre o por lo menos, un poco más que ahora. Siempre que pienso estas cosas me pongo nostálgica pensando en cómo antes era completamente libre, a mi manera y que todas las canciones que hablaban sobre ello me transmitían felicidad porque así me sentía yo. Ahora solo lloro porque echo de menos esos momento en los que disfrutaba haciendo lo incorrecto, lo que me hacía sentir viva.
Algún día podré volver a ser yo, lo se, solo es cuestión de esperar.
-Tengo tantas ganas de dormir por lo menos 2 horas seguidas- se queja An y yo asiento recostando mi cabeza en su hombro.
Algún día.
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Cruel verdad
RomanceEmily, una chica que ama cantar para llegar al corazón de las personas, firma un contrato con una discografía a sus 16 años junto a su novio An, al que le tiene aprecio. Dos años permanentes. Dos adolescentes que solo ven sus propios problemas. Te...