26 de junio de 2019.
Mi garganta quemaba y mis pulmones querían explotar mientras sentía un fuerte pitido en mis oídos, viendo las horas pasar. Las ganas de llorar aumentaron cuando me fijé que todas las críticas venían hacia mi, que era yo quien hacía que todo se tuviese que repetir porque algo no cuadraba. An intentaba animarme, diciéndome que en la siguiente lo haría mejor, que solo era cuestión de repetir hasta que saliese, pero se que él no tiene paciencia y la estaba teniendo por mi.
-¡Por dios, Abby!- el grito de Eric me hizo levantar la mirada y tragar saliva de manera desagradable- te he dicho miles de veces que aquí debes subir la nota, que debes estar así 30 segundos sin parar.
-Pero me ahogo- de mi boca salieron las mismas palabras que llevaba diciendo durante seis horas.
-Mira o lo haces o tendré que hacer que An lo haga, seguro que puede hacerlo- cada cosa que me decía se me clavaba en el corazón como pequeñas espadas, haciéndome sangrar.
-Esta vez lo haré bien, lo prometo- fue un simple susurro, pero me escuchó e hizo una señal para que todo volviese a empezar.
La canción comenzaba lenta para luego subir el ritmo de forma monótona y aburrida, haciendo que toda ilusión que tengo al cantar, desaparezca. Mi garganta se queja cada vez que intento sobrepasar mi límite ya que llevo mucho tiempo forzando la voz y eso ya me está pasando factura, más cuando llega el final. Eric ha añadido un agudo que no tiene nada que ver con la canción, que está sin sentido sonando de fondo, pero igualmente hay que hacerlo, haciéndome fallar, mostrando lo débil que soy.
-Un simple laberinto...
La voz de An es como la de un ángel, nunca te puedes cansar de escucharla, es perfecta tal y como es. Mi forma de cantar es más fuerte, menos aguda, aunque siempre me ha gustado así. Ahora estoy dudando de ello. Se acerca mi nota alta, y sin poder evitarlo siento mis manos sudar mientras me aproximo más al micrófono que tengo delante.
-Una simple espiral...- canta por última vez An antes de mirarme dándome ánimos para hacer ahora las cosas bien.
-Unos simples...
Largo la "i", unos 10 segundos sin esfuerzo. Después de veinte siento como todo en mi interior arde, y mis pulmones se contraen de tal modo que me daña a más no poder. Escucho la voz de An algo lejana mientras él canta simples palabras para llenar el espacio que mi voz crea. Los siguientes diez segundos comienzo a ver puntos brillantes en ningún sitio en específico y mis dientes comienzan a tener frío, haciéndome sentir un escalofrío recorriendo la espalda hasta finalizar.
Me alejo del micrófono y cuando escucho que han dejado de grabar, cojo todo el aire que soy capaz en tan solo unas mileśimas de segundo. Al hacerlo, comienzo a marearme, así que me apoyo en la pared que tengo al lado con cuidado. Siento unos brazos rodeándome y sonrío de forma automática, haciéndole ver que estoy perfectamente. An besa mis labios y me susurra que está orgulloso de lo que acabo de hacer, que él siempre confiará en mi, sin duda alguna.
-Gracias- es todo lo que consigo decir, recostando mi cabeza en su pecho, sintiéndome algo más protegida del mundo exterior.
-¡Perfecto!- el grito me hace dar un paso hacia atrás y agachar la cabeza para mirar el suelo enmoquetado de un color rojo algo chillón- sabía que con algo de mano dura lo conseguirías.
-Estoy agotada- comento en voz alta sin poder evitarlo.
Salimos del pequeño cuarto en el que estábamos An y yo grabando y pasamos al lugar dónde lo controlan todo. Eric le pide a alguien que me dé una botella de agua y este no tarda ni 5 segundos en cumplir la orden sin rechistar.
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Cruel verdad
RomanceEmily, una chica que ama cantar para llegar al corazón de las personas, firma un contrato con una discografía a sus 16 años junto a su novio An, al que le tiene aprecio. Dos años permanentes. Dos adolescentes que solo ven sus propios problemas. Te...