Capítulo 19- Un momento en el cielo

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     Capítulo 19- Un momento en el cielo

Todo esto era demasiado raro, me estaba ha empezado a doler mucho el pecho, tanto que poco a poco estaba dejando incluso de respirar, todas las personas que estaban allí conmigo incluido Elena estaban llorando ¿Por qué lloran? No lo comprendo, no me pasa nada. No me pasa nada. . . No me pasa nada. . . No me pasa nada. . .

Estaba intenta auto convencerme mientras mi cuerpo cada vez estaba más cerca del suelo, un suelo frío y duro.

Me pusieron como que una especie de plancha en el pecho, jajaja me resulto gracioso, mi cuerpo empezó a votar sobre la cama pero aun así en espíritu  podía sentir la electricidad que me estaban dando esas planchas, eran una reacción demasiado rara.

Por suerte al parecer la máquina dejó de pitar y el fuerte dolor que sentía cada vez se disminuía más, ellos estaban sacando pequeños trozos de papel para secarse las lágrimas, incluso con los ojos rojos y llorosa Elena es hermosa, verdaderamente estoy muy enamorado de ella y no sé si ella siente lo mismo por mí. Me gusta dormida o en pijama, peinada o despeinada, triste o feliz, me gusta entera y de una pieza, sea como sea estoy verdaderamente enamorado de ella.

Nuevamente me empezó a coger la mano, pero esta vez con más fuerza, mientras se secaba alguna lágrima que otra comenzó a reír y me dijo al oído

(Ella): No me vuelvas a dar estos sustos tonto.

Su voz era música para mis oídos, sentir su aliento en mi oreja hizo que me entrara un repelús y me dio la suficiente fuerza como para intentar mover una mano, Pablo, concentración.  Me concentré todo lo que pude y le devolví el apretón de manos a Elena, no podía dejar escapar esta oportunidad, ella al recibir el tacto de mi mano se empezó a alegrar y a sonreír, se acercó a mi suavemente me miro, me apartó el mechón de pelo que tenía sobre mi frente y me besó. Por unos instantes estuve en el cielo, pude tocar las nubes blancas de sus ojos, el sol amarillo de su radiante pelo rubio, la hermosa lluvia de sus azulines iris,  las tormentas de su toquecito de rímel en sus pestañas, la grisácea luna de su sudadera gris. . .

Sé que, quizás ustedes en Elena no veis el cielo, pero yo sí, viajé al cielo de mis sueños, todo lo que había soñado durante tanto tiempo estaba en estos instantes ocurriendo.

Se despegó de mí y fue a avisar a mis familiares y demás de que le había cogida de la mano, supe que eso les haría tener fuerzas para poder continuar con este sufrimiento, les daría esperanzas.

Puede que con un poco de suerte me despierte dentro de unas pocas semanas ¿No? Pienso que puedo recuperarme y seguir adelante, muchas personas pasaron por esto y lo superaron, algunas otras se quedaran en el intento pero lo importante es la valentía de por quién lo pudo superar, ¿Vivir o morir? Esa es la cuestión, creo que este es uno de esos casos en los que me decía mi madre cuando yo era chiquitito  -“La vida es un enorme desastre y este es el secreto, cariño: Si vives, si mueres, todo depende de ti”- . Sabias palabras de mi madre diría yo. Desde bebe mis padres se me contaron como ellos se conocieron, ella era un chica inteligente y estudiosa de la universidad, apenas tenía amigos allí y no era del grupo “ popular” que suele a ver en la mayoría de los sitios, en cambio mi padre era todo lo contrario, mi padre con tan solo 17 años ya estaba cumpliendo su sueño, tenía con un par de amigos un grupo, no eran famosos pero muchos le contrataban para que cantaran en algún que otro evento especial, entonces el instituto de mi madre contrató la bando y así se conocieron, ella se enamoró de la música de mi padre a la vez que de él, siempre me han dicho que desde que se conocieron todas las canciones se las dedicaba a mi madre, y que más de una vez la sacó a cantar con él, pero entonces pasó el tiempo y yo nací, estoy muy agradecido de que mi padre renunciaron a sus sueños de ser cantante por mí, son cosas que no cualquiera haría, el problema es que lo hizo un poco tarde, lo hizo cuando yo tenía tan solo 4 años, dijo que un día una señora mayor le llegó y le preguntó que si tenía algún que otro hijo, el efectivamente le dijo que si, a lo que la señora mayor le preguntó qué porque no pasaba el tiempo con él, mi padre bastante confundido le dijo que es porque estaba cantando viajando y demás, entonces fue cuando aquella señora le abrió los ojos a mi padre, le dijo que si hija con tan solo mi edad en aquel momento murió en un accidente de tráfico por no tener bien atada la silla en donde iba montada, la mujer en aquel tiempo se recuperó pero la hija no, le hizo ver a mi padre a través de los ojos lo doloroso que es perder a un hijo y lo mucho que deberíamos aprovechar el tiempo con ellos, desde entonces no volvió a ver a esa mujer, mi padre empezó a buscar un trabajo decente y ahora mismo aquí estoy, agradecido de todo, mirando a la nada pensando en todo, yo siempre he querido una historia de amor parecida a la de mis padres pero creo que la mía será mejor, creo que sí puedo terminar este libro con un bonito final feliz pienso que será mejor, superaré mi cáncer estaré más que orgulloso de contárselo a mis hijitos, porque aunque, no sé que será de mi mañana este sol seguirá brillando como siempre.

Amigos para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora