Amigos para siempre

Capítulo 22- ¿Y si le demuestro todo?

¿Y si le demuestro todo?
Ella, la chica por la que sigo luchando entre la vida y la muerte, casi termina llorando.
Yo, a mi. . . Se me cayó el alma al suelo. No se si tenéis ídolo o alguna persona tan especial en vuestra vida, pero, para poneros más o menos en mi situación, Elena para mi era como una fan con un su ídolo, como una madre con su niño, como el canto de los pájaros y el atardecer. Era, lo que más quería y, si, pensaráis
-¿Y tus padres?, ¿Y tu familia?
A ellos también los quiero, pero el amor que sentía por la rubia no era incomparable como cualquier otro. Cuando veo a alguien de la familia no me entra el famoso cosquilleo que se supone que les entra a las personas humanas cuando ven a la persona que le gusta.
Después de decir esto, me acabo de acordar que antes de ingresar en el hospital, me enteré de que los perros (esos cachorritos tan adorables (al menos para mi)) segregan la misma sustancia cuando ven a su dueño que los humanos cuando vemos a la persona por la que estamos colados. Igual somos como las almas de los perros, tampoco somos tan diferentes. Puede que cambiemos un poco por la diferencia de pelo pero oye, mi tío Fran puede tener más pelo que incluso un gorila. Él no está gordo, está fuerte, tú le tocas el brazo y puedes sentir su musculatura pero, igual tiene el estómago algo revuelto, una vez, de vacaciones en familia, estábamos en un terraza jugando a las cartas sentados sobre las sillas de plástico que te suelen poner en los bares, el muy bruto se tiró un gas y se cargó la pata de un silla, no sabemos como, ni si quiera me preguntéis el por qué pero, fue impresionante. 

Creo que Elena me tiene como mi tío a la silla, como me mande a tomar viento me desmorono. No puede llegar a mi vida, ponerlo todo patas arriba y marcharse, no de esta manera.

Está tan guapa, ahí... Oye, ¿a dónde se ha ido? Empecé a correr como un poseso por los pasillos del hospital, sólo encontré, personas llorando, dolor, enfermeras y más personas llorando pero, ni un rastro de Elena, ¿dónde está esta paliducha chica? 

Igual ha ido corriendo a por el cargador a su casa, al menos eso espero, tengo algo muy importante que decirle, creo que ya es hora de mostrarle todos y completamente cada uno de mis sentimientos. Creo que ya es momento de decirle lo que siento por ella aunque seguro que, con todas estas indirectas que le he estado dando cuando estaba en mi cuerpo se tendría que haber dado cuenta, al menos espero. 

Cuando estaba en mi cuerpo... ¿Qué extraño suena no? Aquí podría decir la típica frase de -"nunca pensé que diría eso"-  Aunque, creo que pocas personas lo dicen, aunque bueno, más bien lo piensan. O igual sí, puede que haya persona que también andan perdidas por ahí, enganchadas como el drogadicto a la droga, puede que haya más como yo.

Han pasado cerca de dos horas, el reloj de esta maldita habitación de cuatro paredes me desespera, "tic, tac, tic, tac..." Se me han quedado tan bien marcados que creo que podría hacer una canción con esas onomatopeyas incluso aunque, más bien las canciones se las dejo a Elena. No sé porqué la veo tan perfecta, a lo mejor es porque dicen que, cuando te enamoras de alguien incluso sus imperfecciones son perfectas para ti, y, sabéis que es lo mejor? Que yo he mirado a la perfección a los ojos, de todas las maneras que he podido.

Salgo de la habitación para echar un vistazo, es la primera vez que salgo de ella, al menos enserio, antes salía corriendo con tan solo un propósito, encontrar a mi chica. Puedo imaginarme un poco lo que me puedo encontrar, mi familia, que supongo que en estos momentos, a pesar de lo cansino que es un hospital me estará acompañando, día y noche, por si despierto y no sé si estarán mis amigos. 

Al salir, estoy en lo cierto, veo a mi familia,triste, en las situaciones como estamos no están para muchos ánimos pero, creo que pronto vendrán buenas noticias, al menos eso espero. Tengo que sanarme. Sigo andando y sigo viendo a familiares tristes, juraría ver que hay aquí personas que hablan con mis padres que yo sinceramente no conozco, algo así como lo que pasó en mi comunión. Al final del pasillo contemplo una melena rubia, ¡ella! ¿Joder ahora que hago? ¿Estoy bien? Se me olvidaba, no me ve. Esto tiene sus ciertas ventajas en, puedo estar hecho un puerco y no pasa nada.