Los intentos fallidos por gritar de Natalie, fueron interrumpidos por una risa grave. Natalie cerró los ojos y suspiró con alivio.
Él soltó su agarre y se sentó junto a ella, con una sonrisa en su cara.
Natalie estaba sentada junto al fuego, (cual probablemente ella habría encendido), en un tronco imitando a un asiento.
-¿Has encendido tú el fuego?
-Ya estaba así cuando llegué. -Respondió con la voz contenida.
Nic lo notó nada mas sentarse a su lado. Había estado llorando con demasiado ímpetu.
-Eh, eh, ven aquí. -Nic la abrazó con un brazo y la atrajo hasta él. Ella abrazó su cuerpo y continuó su llanto.
Esto solía pasar. Cuando una persona trata de no llorar, y otra le abraza, su llanto sale disparado como una bala. Rompiendo el corazón de la otra persona en mil pedazos.
Y así estaba Nic. El corazón se le encogió al instante de ella corresponder su abrazo.
No había visto mucho a Natalie por la casa. Pero era suficiente el ver la cara de su primo cuando hablaba de ella. Estaba totalmente ilusionado con su amor. Pero, en el fondo, sabía que el amor de su hermanastra correspondía a otra persona.
-¿te apetece hablar? -Preguntó él. Ella negó con la cabeza. -Bien, entonces me quedaré aquí, abrazándote hasta que te tranquilices, ¿está bien? -Ella asintió con la cabeza.
Y ahí se quedaron, en el fuego, abrazados como si la vida se les fuese en ello.
Natalie lloró desconsoladamente en sus brazos y eso la hizo sentir un poco mas segura.
-¿Quieres contarme ya que te ha pasado para que estés así?-Preguntó Nic, después de un gran rato que ella lloró en sus brazos.
Ella se separó léntamente y miró a Nic a los ojos. Sorbió su nariz y asintió.
-Mañana iré con Ezra a la casa antigua de mi madre.
-¿Y qué tiene eso de malo?
-Que voy con Ezra, y que ambos nos tendremos que quedar allí a pasar la noche.
-Oh, ya lo entiendo. -Nic asintió. -¿No has pensado en intentar hacer las paces con tu hermano?
-Creeme que lo he intentado, pero es imposible. -Suspiró. -Además, ya no sirviría de nada, pasado mañana vuelve al ejército.
-Seguro que ha puesto como escusa que se va por que es lo que tu querías. -Natalie frunce el ceño y asiente. -Me contó que se marchaba por la muerte de su amigo, antes de ayer mandaron una carta dándole aviso para que vuelva.
Natalie asintió comprendiendo. ¡Será mentiroso! ¡Ha utilizado su partida de excusa para hacerle sentir mal! ¡Pues ahora se va a enterar! ¡Esto es la guerra!
-Natalie. -Nic llamó su atención. -¿Has pensado en lo tuyo con.. Sam? -Preguntó él, haciendo una mueca.
Natalie volvió a suspirar.
-No quiero hacerle ilusiones, Nic. Es un buen chico, un hombre de palabra, pero yo no se si..
-No sientes lo mismo. -Afirmó él. -Lo entiendo, vivo eso contántemente con Isabelle.
Natalie lo mira a los ojos. Era obvio que estaba enamorado de su prima, pero ella seguía sin entender como podía gustarle esa chica.
-Ella se está acostando con mi hermano. -Le informó con dureza.
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Corazón de oro.
RomanceCuando Natalie se va con su padre a vivir después de la muerte de su madre, sabía que nada iba a ser fácil en aquella casa. Lo que no se esperaba era la cantidad de encontronazos, tanto sexuales, como amistosos, de amores prohibidos, o de rivalidad...