El carruaje frena frente a esa gran casa. Una joven rubia, de unos 15 años y ojos azules, baja de este junto a su primo, que le ofrece la mano mientras observa lo bella que puede llegar a ser.
Isabelle acepta la mano de Nicolás para bajar del carruaje, sujetando su vestido para que no roce el suelo. Sus ondas rebolotean por sus hombros mientras baja los pequeños escalones del carruaje.
Agarra el brazo de su primo y, juntos, caminan hacia el interior de la casa.
Adele, en cuanto ve a su sobrina y su hijo llegar sonríe con elegancia y frigidez. Tiene un hijo y una sobrina preciosos.
-Buenas tardes, tía. -Saluda la chica con voz melosa mientras se inclina para saludar a su tía, que asiente con la cabeza a modo de saludo .
-Buenas tardes, chicos, ¿Qué tal las compras? -Pregunta la mujer, sentándose en el butacón junto a su esposo.
-Nada del otro mundo. -Se apresura a contestar el chico, sentándose en un sillón libre. -Vestidos, corsés, pamelas y tacones. -Hace aspavimentos con las manos indicando que se ha aburrido. Isabella sonríe y toma asiento junto a su primo.
-No le haga caso, tía, hemos coincidido en una tienda con Lucrecia y su padre, y nos han invitado a una fiesta en su casa mañana por la noche.
Lucrecia es una joven de la misma escuela ecuestre de Isabelle, son grandes amigas, al igual que sus familias
-¿Y ustedes piensan ir? -Pregunta el hombre, hablando por primera vez desde que su hijo y su sobrina entraron en la casa.
-Si ustedes nos lo permiten a mi primo y a mi, si, pensamos ir.
El hombre frunce el ceño. No va a dejar ir a su sobrina y a Nicolás si Ezra, Sam y Natalie no les acompañan. Ya deberían saber que, o van todos, o ninguno. Así era esta familia.
-Con la condición de que Sam, Natalie y Ezra los acompañen.
Nicolás asiente despreocupadamente, en cambio, Isabelle bufa.
-¿Por qué tiene que venir ella?
Josh la mira sorprendido, pero es Adele la que regaña a su sobrina.
-¡Por qué es tu prima, e irá con ustedes y no se hable mas, si ella se queda, tú también.
Isabelle se levanta, dejando a todos desconcertados y a sus tíos con la boca abierta. A Nicolás no le sorpende, es mas, bufa con molestia.
Sabe mejor que nadie a que viene su odio hacia Natalie. Si Ezra ya la ignoraba, ahora que ha llegado Natalie la ignora aun mas.
Nicolás mira a sus tíos y trata de calmar la blasfemia que acaba de soltar su apreciada prima.
-Padre, madre, no le hagáis caso, ya se le pasará. -Comenta el chico, rezando mentalmente por que así sea.
-Mas le vale, por que Natalie no va a marcharse y eso Isabelle debería saberlo. -Comenta la mujer.
-Debería intentar llevarse mejor con Natalie para que su estancia juntas pueda ser mas llevadera.
Adele le da la razón a su marido mientras le abraza con cariño. Nicolás observa la escena con ternura. Se levanta de su asiento tras disculparse y dejarle algo de intimidad a sus padres.
Camina por los pasillos de la lujosa casa con su brazos tras la espalda, con cierta persona rubia en su cabeza y un estúpida sonrisa en su cara. ¿Por qué tiene que ser tan bella y adorable cuando se enfada?
Por los pasillos, choca con Ezra, que, al contrario de Nicolás, lleva prisa y está tenso. Muy tenso.
-Disculpa. -Habla el pelinegro, reanudando su camino.
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Corazón de oro.
RomanceCuando Natalie se va con su padre a vivir después de la muerte de su madre, sabía que nada iba a ser fácil en aquella casa. Lo que no se esperaba era la cantidad de encontronazos, tanto sexuales, como amistosos, de amores prohibidos, o de rivalidad...