la decisión correcta. (sasusaku o shikasaku)

realidad.

Sakura abrió poco a poco sus ojos,miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en el hospital recostada sobre una cama,
Con sus manos frotó su vientre y si le dibujó una sonrisa melancólica en los labios. Estaba segura que había visto shikamaru, estaba segura de lo que había vivido, no lo soñó ella lo sintió tan real.
comenzó a emanar chakra con las Palmas de sus manos las puso sobre su vientre y pudo comprobar la vida que crecía dentro de ella, sus ojos comenzaron a cristalizarse, sentía su corazón quebrarse de una y mil formas posibles, estaba segura que se dedicaría a cuidar a ese niño con su vida, qué haría todo lo posible para que fuera feliz.
¿Pero que haría cuando el niño le preguntara por su padre?
Sabía el dolor que le causaría decirle que nunca conocerá a su padre, que no crecerá como los demás niños, con una  familia completa.

Unos nudillos se escucharon atravez de la puerta de la habitación, se limpio los residuos de lágrimas de su rostro y dio la indicación para que pasaran.

-adelante-

Una rubia entro a la habitación traía en las manos una tabla donde se escribían los datos de los pacientes, miro a la pelirosa y anoto un par de cosas sobre el papel de la tabla, tomo el expediente y lo coloco un pequeño buró que se encantaba del otro extremo de la habitación, se acercó a Sakura y tomó la pequeña silla que se encontraba a un lado de la cama, se sento en ella y miro a la pelirosa.

Cerró los ojos y suspiro tratando de relajarse - ¿Se puede saber que demonios estavas pensando para cometer una estupidez haci?-pregunto molesta y con el ceño fruncido.

La pelirosa se sintió culpable sabía que lo que había echo no era lo correcto pero ¿Por que nadie la entiende? Ella en verdad quería casarse con el, formar una familia, cumplir los propósitos que tenía con el como pareja. Y todo se derrumbó recibió la peor noticia de su vida en el día que tenía que ser el más feliz para ambos.

-tsunade-sama yo.- la rubia la interrumpió -¡Cállate! No pensaste en el dolor que nos pudiste causar, niña tus padres estaban devastados cunado los muchachos nos informaron en el estado en qué te encontraron.
Por ¡¡kami!!  Sakura te comportaste como una niña estúpida pusiste en riesgo la vida de tu...-
La rubia no completo la frase agachó la cabeza y trato de contenerse para no ponerse a llorar como una niña.

La pelirrosa se sentó y miro a la rubia en verdad se sentía culpable, no pensó en el dolor que les causaría a los que la rodean. Solo pensó en ella misma y por primera vez en su vida hizo un acto verdadera mente egoista.

-tsnunade-sama  en verdad lo siento no pensé con claridad lo que estaba haciendo, en verdad lamento lo que les hice pasar. Pero..-la oji jade bajo la cabeza y lágrimas comenzaron a brotar en sus ojos volvió a mirar a la rubia. -en verdad quería estar con él yo. Yo lo necesito- y fue ahi cuando comenzó a llorar como niña pequeña sin control alguno.

La rubia la observaba con un poco de lástima, se levantó de la silla y se sentó junto a la chica con una mano trato de limpiar las lágrimas del rostro de su alumna, la atrajo con sus brazos hacia ella y hizo que la chica se desaogara en su hombro,pudo sentir como la umedad de las lágrimas traspasaba su bata y con sigo su ropa.

- llora lo que tengas que llorar sácalo todo,te hará bien desaogarte. de ahora en adelante tienes que ser fuerte, tu puedes Sakura demuestra me una vez más de que estás echa- con su mano acariciaba las fibras rosas del cabello de sakura.- ahora tienes un motivo demasiado grande por el cual salir adelante, más fuerte que nunca. confío en que lo lograrás, eres la mejor kunoichi de tu genereracion, la dicipula de la quinta hokage, una de las personas que alludo para que la cuarta guerra finalizara, eres la mejor ninja médico de el país del fuego y sus alrededores, superaste a tu maestra en todos los sentidos. Estoy orgullosa de ti y se que saldrás de esta.-

La pelirrosa se aferraba a la ropa de su maestra mientras lloraba desconsolada mente.
Esa sería la última vez que se quebraria de esa manera, necesitaba estar bien física y emocional mente  para su bebé.

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Pasaron 6 meses, 6 meses en los que la pelirosa trataba de distraerse, la mayor parte del tiempo se la pasaba trabajando  su amiga ino la invitaba a salir todos los días no quería dejarla sola. Naruto también la frecuentaba demasiado al igual que todos sus amigos, los padres de shikamaru estaban al pendiente de ella, de que estuviera bien de salud y no le hiciera falta nada.
Pero había una persona que la acompañaba todos los días, la procuraba más que los demás cuando no estaba fuera de la aldea, trataba de pasar todo el tiempo posible que la pelirosa le permitia.

Sakura había terminado su día de trabajo en el hospital caminaba por los pasillos del hospital dirijiendose a la salida, todos la saludaban con amabilidad se veía hermosa con su panza de 7 meses sin embargo la luz que la caracterizaba y su sonrisa habían desaparecido desde que shikamaru murió.

Salió del hospital se encontraba cansada el embarazo comenzaba a afectarle una persona en especial llamo su atención.

-sasuke ¿Que haces aquí? creí que estabas fuera de la aldea ¿Cuando regresaste?-
Pregunto acercándose asta donde se encontraba.

-regrese hace unas horas y vine para invitarte a cenar-
Le dijo cómo siempre sin expresión alguna en su rostro.

-oh no es necesario no tengo hambre gracias-
Comenzó a caminar para dirijirse a su casa

El azabache la tomo del brazo
-tienes que comer es necesario para que el bebé esté bien aunque no tengas hambre tienes que hacerlo sakura-

-eh. no creo que este bien-
Dijo soltandose del agarre  quedando frente a el

-somos amigos no tiene nada de malo ¿Por que con Naruto no te niegas cuando te invita?-
Se le dibujó una pequeña sonrisa en sus labios sabía que con lo que le dijo no podía negarse

Es verdad solo son amigos y no le hariá mal cenar un buen tazón de Ramen, desde hace un par de días tenía ganas de uno y no había tenido tiempo de comprárselo.

-tienes razón vamos entonces-
Puso una sonrisa un poco falsa y comenzó a caminar.

El azabache rápidamente la alcanzó para caminar a su lado con una sonrisa triunfante que la pelirosa ignoró por completo.

-y ¿que se te antoja cenar?-

-quiero un ramen miso con cerdo-