CAPÍTULO V

4.7K 746 78
                                    

Sintió un tirón en el abdomen bajo y jadeo asustado llamando la atención del alfa.

-¿Estas bien? -.

Empezó a temblar y se levanto apresurado empujando la acolchonada silla haciendo que se caiga, no le importo, sabe lo que le pasa; debía correr a casa, ni siquiera tenía un miserable supresor en el bolsillo.

Su defecto estaba empeorando, hace solo un mes había llegado su celo a mitad de la noche, y apenas duró cuarenta y ocho horas.
Cada vez eran más constante, y cada vez, más se odiaba.

Metió la temblorosa mano en el bolsillo y sacó un puñado de dinero arrugado tirándolo por toda la mesa, tal vez estaba pagado por cien cafés pero no le importo. Estaba asustado, debía escapar.

-Pequeño, respóndeme por favor ¿te sientes bien? -.

'!Es un alfa! ¡es peligroso!'

Negó asustado alejándose y prácticamente huyó del lugar.

Camino tan rápido como sus delgadas piernas permitían, empezaba a tener el olor más dulce, y respiraba jadeante, podía sentir el agudo dolor tirando de la pelvis. La sensación resbaladiza entre sus nalgas le advertía que no iba a aguantar mucho mas, y pronto habrá alfas dándose cuenta de su desesperada situación.

Era la maldición de los omegas desprotegidos. Pero la suya era por mucho la peor, porque no podía controlar su ciclo, no podía predecir en que momento debía ocultarse y protegerse durante el celo, su omega era su propio enemigo, su desgracia incontrolable.
Un mal necesario.

Dejó de hacer frio, una gota de sudor recorrió el costado de su cara y casi cae cuando sus piernas perdieron fuerza y temblaron como ridículas gelatinas.

'Solo una calle mas' se animo para seguir.

Un gruñido excitado hizo que su corazón se acelerara. Estaba muy asustado. No, peor; estaba aterrado.

Trató de ignorar y seguir huyendo, refugiarse en su nido, solo su refugio, su siempre cálido y seguro refugio.

Pero le fue cruelmente impedido.

Gimió de dolor cuando fue atrapado con fuerza y su cuerpo fue estampado contra la pared sin delicadeza alguna.

-No huyas omega... te ayudaré a calmar tu dolor.

Gulf negó con el rostro ya totalmente empapado en lágrimas - no- imploro sin aliento.

-¿No? - la burla en su voz hacia que se asquee más - pero si todo tu hueles a puta necesitada... es tu culpa por liberar tan delicioso aroma- la voz del alfa era pastosa y su miembro endurecido restregándose sobre él solo hacía que se asuste más- !Mira lo que me provocas! es tu culpa, me seduces como la puta fácil que eres, ahora atente a las consecuencias...

Lloro.

Un llanto amargo que no era nunca escuchada. Mientras sentía su cuerpo calentarse más y esas asquerosas manos queriendo meterse bajo la tela que lo resguardaba, Gulf lloro.

Eran las mismas malditas palabras.

No quería...

¡NO QUERÍA!

Otro gruñido hizo que el primer alfa hunda sus dedos en la piel.

COMPARTE! -.

Un segundo alfa se acercaba cautivado por el aroma del omega, el primer alfa gruñó más fuerte y lamio el cuello del menor con los colmillos ya afuera, no porque quiera marcarlo; sino porque estaba demostrando al otro alfa lo peligroso que puede llegar a ser y que no iba a ceder con el omega en celo.

Todo el delicado cuerpo tembló con preocupante violencia, estaba indefenso estando en celo y la voz de mando solo lo dejaba endeble ante dos bestias repugnantes, perdió las pocas fuerzas de sus piernas, ya ni siquiera podría escapar.

La desgraciada historia se volvería a repetir y ya estaba muy cansado para seguir tomando venganza.

No sabe lo que pasó después.

Solo sintió al alfa que se restregaba contra él ser apartado con una descomunal fuerza, escuchó los puñetazos sobre la piel rota y la sangre salpicar con cada letal impacto, escuchó los huesos romperse y crujir haciéndose añicos, pudo identificar aquel conocido ruido que hace el cuerpo cuando desgarran una parte de ella, no le impresionó escuchar los lamentos más espantosos que para cualquier otra criatura era terrible.

No le importaba lo que pasaba a su lado, no le importaba si había un asqueroso masacre a medio metro de donde se había encogido. Solo rogaba por no volver a ser tocado. Solo quería arrastrarse a su nido y esconderse para siempre.

-Pequeño...

Entró en pánico de solo escuchar la voz de Mew.

'No, por favor, tu no'

Su omega había suplicado. Gulf sollozo cuando sintió las manos de Mew rodearlo y levantarlo en sus brazos.

No importa cuanto intente vengarse, siempre volverá más alfas arrancándole un poco más de su miserable vida.

Mew camino y el menor se perdió en los efectos de su celo. Gulf seguía llorando pero su omega rodeo fuertemente el cuello del mayor, gimiendo suavemente, ocultando su rostro el en rincón del cuello, disfrutando del demandante aroma de su alfa.

Pero Gulf estaba seguro. Era su fin.

🌻[MG]☀️

!Hola de nuevo a todos! ^-^

No es la historia prometida🙈, es una minihistoria que lo más probable lo termine el otro sabado.😅💗
Se me ocurrió esta semana y quise escribirla.
😯🖋️

Deseo sinceramente que les guste
💕😶

Espero que todos estén muy bien.
💪🐼

No olviden dejarme sus preciosos votos y comentarios 😁💌

Nos leemos pronto
❤️U

YO SECARE TUS LÁGRIMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora