Capítulo 04: Verdadero rostro, o solo otra mascara.

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¿Qué? ¿Pensaban que lo que publique ayer era todo, que solo habían esperado por eso? Pues no, ya que les había dicho que los capítulos me habían salido bastante largos y los partí por la mitad, pues aquí esta la otra mitad, por lo que hice trampa, que trucazo. Así, es lo de capítulo doble pues no esta tan alejado, ya que este es tan largó como el anterior, incluso algunos como el del espíritu blanco y el último Argonauta, son más largos que el anterior. Se preguntaran como es que escribí esto tan rápido, pues la respuesta es sencilla, no me tome ningún descanso. Mis razones, pues pronto voy a regresar a la universidad, y pues cuando eso pase, para cada publicación puede que tarde mucho tiempo, por lo que voy hacer todo lo posible por darle algunos capítulos más, para que al menos tengan algo por ahora, y por si quieren releerlo, pues tenga mucho para hacerlo. Quisiera decir más cosas, pero no importan, tan solo una más y es, disfruten. (No me jodas, no quiero escribir esto en todas, le voy a dar copiar y pegar para hacerlo rápido)   

Las criaturas que viven debajo de las arenas de aquel desierto, se estaban juntado alrededor de una gran batalla, esperando a que terminara, para degustar del gran banquete que los estaba esperando en eso que se había convertido en una carnicería. Los hijos de los dioses del desierto no habían sido demasiado problema, pero como aquellos otros era diferente. Aquellos extraños seres eran más fuertes, parecían ser tolerantes al dolor, ya que incluso apuñalarlo, atravesarlos con sus armas no era suficiente. Decapitarlos, perforar sus corazones era la única manera de acabar con ellos.

Una enorme columna de polvo se elevó, siendo vista por un sujeto, que ahora era alumbrado por la luz de la luna. Cabellos negros, ojos rojos, eran un hombre alto y robusto, que tenia un grueso mechón de color rojo que era atado por un grueso anillo de oro. Aquel hombre esperaba pacientemente a que algo interesante pasara, para tener un motivo para entrar en aquel combate, pero hasta entonces, poco o casi nada, había llamado su atención, pero la primera fue un grito, uno entonado por el mayor de los hijos de Freya - ¡Vana Arganture! – un potente golpe hizo temblar todo, y Ottar exhalaba vapor de su boca, ahora parecía tener el comportamiento de una bestia, se había dejado de juegos.

- Vaya grandulón, eso sí es interesante – dijo aquel sujeto, girando un poco sus ojos hacia un costado, notando que la espada de Ottar se estaba acercando. Se agachó a tiempo, y el ataque del capitán de la familia Freya provocó una ráfaga de viento que arranco a varias de las tiendas y las mando a volar – eres un chico muy malo ¿Es que mamá no te enseño a que esperes tu turno para tomar la palabra? – Ottar alzo su brazo, aquel sujeto estaba agachado a su lado, y vio como la enorme arma de Ottar descendió en menos de un instante, destrozando el suelo – oye, tranquilo amigo, solo estamos jugando.

- Yo no estoy jugando con nadie – la voz de Ottar era diferente, más tosca, más fuerte que hizo que se le erizara la piel – pero si insiste en verlo de esa manera, será mejor que te apartes de mi vista.

- Que lastima – dijo poniendo sus manos sobre su pecho – y yo que pensaba que había hecho un amigo, me duele tanto el corazón, que creo que voy a llorar – dio una saltó hacia atrás al darse cuenta que Ottar había lanzado otro ataque, mientras que ese sujeto se reía – Ottar Hyndla, chiquillo malo, papá estaría muy decepcionado de ti – Ottar se detuvo al escuchar eso, y miraba la gran sonrisa de ese hombre que estaba ahí - ¿Qué sucede? No se suponía que estabas a punto de matarme – puso su dedo sobre su boca – oh, curiosidad ¿O me equivocó?

Ottar estaba estático, parecía una enorme estatua, pero escuchar la batalla a su alrededor lo hicieron reaccionar. Siguió adelante, ataco con rápidos golpes de su espada que eran difíciles de esquivar para ese sujeto, notándose en su rostro que faltaba poco para que el arma de Ottar lo matara. Vio como Ottar se acercaba de nuevo, saltó sobre un cadáver de rodillas y se deslizo sobre el suelo mientras inclinaba su cuerpo hacia atrás esquivando el filo de la enrome espada, se detuvo al poner sus manos en el suelo, pero al momento de mirar atrás, Ottar estaba girando, la espada se acercaba de nuevo, y aquella mascara salió volando, dejando ver su rostro.

Mi Amado Odr [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora