Tyler Kerlsonn.
Ahora que tenía a ese Alfa en mis garras no lo iba a dejar escapar.
Jamás.
Y es que acabo de saber su nombre.
-¿Derek?-dije, dedicándole mis palabras al profesor que estaba frente a mí.
-Sí. Derek isaac Millton.
-Derek...Millon -susurré.
Derek.
-Es un buen estudiante, pero solo cuando lo quiere ser -rio-. A veces se mete en problemas.
-Sí, ya me imagino -reí.
-Pero realmente es un buen Alfa -agarró su morral y se dirigió hacia la salida-. De hecho, te toca con él, ¿no?
-Sí, justo ahora tengo una clase con él -le dí un sorbo a mi café antes de salir de la sala de profesores.
-Oh, bien. Hasta donde lo he conocido, es genial.
-Lo es -susurré, recordándolo.
-Bueno, me voy. Mándale mis saludos a Derek.
-Sí -jamás, pensé.
-Si necesitas algo más, por favor, házmelo saber. ¡Buena suerte en tu primer día, profesor Kerlsonn!
-Gracias.
Y me marché directo hacia el salón 1B.
Cuando entré, todos tomaron asiento rápidamente, y noté que Derek estaba sentado al fondo del lado de la ventana. Por allá en la penúltima columna.
-Buenos días -dije, dejando mis cosas en orden-, desde el día de hoy seré su nuevo profesor -agarré un plumón para pintarrón y escribí mi nombre-. Me llamo Tyler Lewis Kerlsonn. Pueden decirme "Profesor Kerlsonn" -miré a Derek, quien solamente se dedicaba a ver afuera de la ventana-. Bien. Quiero que cada uno de ustedes diga su nombre completo y qué le gusta.
Empezamos con la primera fila hasta llegar a donde Derek.
Después de unos minutos, le tocó a él:
-Me llamo Derek Isaac Millton -dijo, mirándome seriamente.
Le sonreí.
-¿Y qué te gusta?-pregunté, deseando la respuesta con efusividad.
-Nada.
-¿Qué?-susurraron los demás-. ¿No le gusta nada?
-Esa es una respuesta inesperada, pero es válida -dije. Así que dices que no te gusta nada, eh, pensé. Pronto te haré saber qué es lo que te gusta-. De acuerdo, es un gusto conocerlos a todos. Ahora abran su libro en la página 78 -dije una vez terminaron todos de presentarse.
Di mi clase apropiadamente pero sin dejar de verlo, aunque a veces cruzábamos miradas. Podía verlo todo el tiempo de la clase y eso me gustaba. Y respondía a mis preguntas, que mayormente se las dirigía a él para llamar su atención y poder escuchar su voz.
-Nos vemos mañana. No se olviden de resolver los ejercicios de la página 80.
-Hasta mañana-dijeron, saliendo del salón para prepararse para sus demás clases.
-Derek -dirigí, deteniéndolo justo antes de que pasara el umbral de la puerta.
Solo estábamos él y yo.
-Derek.
-¿Qué?-volteó a verme aún de espaldas.
-Sobre lo de ayer...
-¿Qué? ¿Tu confesión?-rio-. ¿Qué quieres?
-No te lo has tomado en serio, ¿verdad?-me senté en la orilla del escritorio, cruzándome de brazos.
-¿Tómarmelo en serio?-se volteó completamente, encarando su rostro con el mío-. No me jodas. No seas insensato.
-¿Insensato?-fruncí el ceño-. Lo que dije fue serio, Derek. Estoy hablando en serio.
-¿Crees que me tragaré tus mentiras? Además, ningún Alfa se puede enamorar de otro, es imposible, ¿entiendes?
Me levanté y lo agarré de los hombros.
Lo miré sereno.
-Te confesé mis sentimientos..., ¿y aún así reaccionas de esta forma? Ni siquiera te tomaste un segundo para pensar en ello. Simplemente me rechazas sin considerar mis sentimientos.
-Deja de ponerte sentimental -me quitó las manos de sus hombros-. Te dije claramente que no me gustan los Alfas. Yo SÍ nací normal, ¿comprendes? Porque me gustan las Omegas. El simple hecho de estar con otro hombre..., y más si es Alfa..., es...
-Repugnante -terminé su oración, teniendo muy en claro eso.
-¡Genial! Lo comprendiste -rio-. Bueno, si es todo lo que tienes que decir -me fulminó con la mirada-, me largo..., profesor Kerlsonn.
-Entonces...
-Unicamente -interrumpió- me hablará en esta universidad solo si es relacionado al tema de mi carrera, ¿sí?
-Sí, entiendo -volteé hacia la ventana.
-Hasta mañana, profesor.
Suspiré.
-Hasta mañana..., Derek.
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El amor de un Alfa.
RomanceLa vida de Tyler no ha sido nada fácil desde que nació diferente a los demás Alfas; ni siquiera había conseguido un buen lugar en su familia. Todo solo porque le gustaban los Alfas. Pero, después de haber tenido un día tan mal, encuentra a un perfe...