Sentado desde su ostentoso trono dorado observaba al hombre que tenía frente de sí, el cual trataba de mantener la serenidad mientras le daba el reporte sobre lo ocurrido a su señor, puesto que los hombres lobo que había enviado a la ciudad de Tabris habían sido asesinados. Lentamente aquel lycan negro como la oscuridad misma se levantó con una sonrisa sarcástica pidiendo a aquel mensajero se retirará. Aliviado, el hombre partió tras realizar una pequeña reverencia, sin embargo, justo antes de llegar a las enormes puertas del salón estalló en llamas que no dejaron de él más que las cenizas sobre el piso pulido. Así es como Necros, el gran lobo negro, castiga a quienes le lograban decepcionar de alguna forma. Sin darle más importancia, caminó en silencio por los pasillos del segundo piso de su elegante guarida, aquellos que se toparon con tan imponente figura solo eran capaces de hacerse a un lado en completo silencio. Considerado como uno de los tres lycan superiores, Necros era temido y respetado por los suyos e incluso sus enemigos se lo pensaban antes de enfrentarse a él. Cruzando un par de pasillos se encontraba un hermoso jardín al aire libre donde lo esperaban dos de sus subordinados más leales, Alexa y Crot quienes nada más verlo inclinaron la rodilla en señal de respeto. – Los rumores se hacen cada vez más fuertes. –
- Debemos actuar con rapidez, o esas bestias con forma humana tendrán tiempo de fortalecerse- le respondió Alexa sin levantar la mirada del suelo.
- debemos de ser prudentes mi señor, Tabris es un territorio complicado sin mencionar que está demasiado lejos de su territorio -. Crot, con determinación y gran valor se puso de pie mientras que cuestionaba las decisiones de su líder mirándolo fijamente a los ojos.
- Ignoraba que fueras un cobarde, ¿te asustan unos cuantos vampiros? o ¿Le temes a las armas de los cazadores? - Alexa se burlaba de su compañero mientras también se ponía de pie desafiando.
- ¡Silencio! ya habrá tiempo para que se maten entre ustedes, es hora de mostrarle al mundo el terror que han olvidado -. Un estruendoso aullido rompió el silencio y aquella tranquila noche se convirtió en un caos, de las montañas bajaron docenas de lobos en dirección a la pequeña ciudad al pie de estas, los lycan y hombres lobo que se encontraban en la guarida de Necros se unieron a la marcha junto con su líder. Pronto aquella ciudad sería la primera en ser cubierta por las llamas. Por las calles corrían ríos de sangre, no había quien pudiera detener el despiadado avance de aquellas criaturas, tal como animales se abalanzaron sobre la población sin mostrar misericordia, incluso los cazadores apostados allí habían sido rápidamente superados por los licántropos quienes en tan solo unas horas habían devastado la ciudad.
La noticia del ataque se extendió con suma rapidez y el gremio de cazadores parecía un avispero, muchos habían sido llamados para reunirse en la sede principal mientras que los líderes hacían lo suyo para mantener el secreto de aquel incidente. Crisstho observaba recargado desde la barandilla del segundo piso, como de costumbre vestía su larga gabardina y su sombrero con el cual solía cubrir su rostro de la gente que observaba, fumaba tranquilamente un cigarrillo esperando a quienes había citado. Por el patio interior de la sede los cazadores trataban de mantenerse ocupados ya sea alistando sus armas o alardeando de sus logros, lo que fuera para ocultar su nerviosismo, muchos de ellos eran jóvenes sin mucha experiencia, de entre ellos destacaron dos hombres, Issacu un joven alto cuyo andar reflejaba su confianza y que inspiraba respeto a quienes lo veían pasar y Artorius un poco más bajito, de aspecto relajado y un andar lento. Crisstho los saludo desde la distancia y momentos más tarde los tres se encontraban en una de las salas privadas hablando sobre lo ocurrido.
- La mayoría están tan nerviosos que no serían capaces de enfrentarse a un bebé -.
- Teniendo en cuenta que la mayoría nunca se ha enfrentado a una horda, me parece que es normal estar nerviosos -.
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El Capullo de la Rosa Roja
FantasyLa noche se vuelve inquieta mientras dos facciones disputan su supervivencia, mientras que la sociedad vampírica se encuentra al borde de un colapso desde la desaparición de la familia real. ¿Podrán los caballeros defender la ultima esperanza?