Creo que si pudiera olvidar todo lo que he vivido hasta ahora, terminaría caminando hacia atrás u olvidando como caminar en todo caso, atrapado en un limbo apretado del antes y el después. Cuando empecé a ponerme al desnudo en este, libro...diario... o lo que sea, tenía el único propósito de sublimar angustias desde un nombre ajeno. No sé si habrá sido por el fin del año o en realidad porque tenía muchas cosas inconclusas que decir. Lo cierto es que ya acostumbrado a la rutina, encaminado hacia otro ciclo en esta vida a la que llamo ser Marcos, o ser escritor, ser vivo, ser viajante me veo cada vez menos obsesionado con mi propia mascara.
Si pudiera hablar con cada una de las personas a las que me referí en este libro, seguramente no lo haría, ya lo he hecho aquí. Tal vez resumiría mis frases en "Hola, te ves bien, gracias por ser parte" y me iría caminando hacia otro lado, sin rencores, sin "que hubiera sido". El ciclo de nostalgias se ha apagado para dar luces a un camino entero, no puedo olvidar el pasado por supuesto pero tampoco he de darle entidad a mis recuerdos, que lo son por algo. A Anabela, le diría que fue el amor de mi vida, que nunca la voy a olvidar pero que las cosas no estaban destinadas a suceder, a Carla le diría te agradezco la esperanza y a Marina la llamaría para tomarnos un café.
No me gusta hablar de sanar, estos recuerdos no me causan daño. Quiero hablar de cambio, alejado ya de añoranzas de una vida pasada y de la cerveza que hoy ya ni siquiera me hace compañía al escribir estas letras. Marcos es un personaje más de los tantos que he creado y tal vez sea con el que mas estoy encariñado, después de todo hemos compartido cuerpo por tanto tiempo pero como cada personaje el también tiene que culminar su arco, del punto A al punto B y llevándose un aprendizaje. Del punto A, al punto B yo estoy en medio de ese camino aún, y tal vez mi lección, la lección de Marcos no es saber caminar sino disfrutar del camino. Ya me tocará llegar hasta B, en esta vida o en la otra. Pero quiero aclarar una cosa, aquí y ahora tal como encuentro, con Anabela peleando un día si o al otro no, arreglando las diferencias y gozando de las oportunidades que brinda la cercanía, con mis libros entendiendolos y dandoles lugar, renegando de ellos y revisitandolos para encontrar más de lo que hay, aquí que no se cuanto durara porque estos aprendizajes son efimeros como la felicidad, aquí tan turbulento e indeciso con planes que se esfuman o concretan, aquí, justo aquí, es donde quiero estar.
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Marcos: La verdadera historia
Non-FictionHace unos meses decidí que era hora de sacar todos los trapitos al sol, con un par de birras a cuesta y mucha bronca arranque a escribir mi historia, la posta de la posta, con un nombre falso para que nadie me pegue una puteada. Hoy en dia estoy mas...