Un poco mas sobre Romina

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Hoy había pensado en escribir sobre mis andares por los turbios 2017 y contarles sobre esas otras mujeres que fueron una gran influencia en mí constante decadencia a ser el mayor de los infelices. Pero me quede con Romina en la cabeza, y nuestro encuentro cuando ella apenas rozaba la edad suficiente para comprar alcohol. Esa noche habiamos bebido tres cervezas, y habiamos bailado hasta morir. Nos sacamos fotos que yo por un tiempo guarde celosamente en los profundos archivos de mi computadora hasta que decidí borrarlas para empezar de nuevo. Tal vez es una de esas cuestiones del universo, de pensar en ella cuando escribí mi anterior entrada que hoy volviendo a mi hogar, termino encontrandomela en el colectivo.

Ha cambiado, por supuesto que ha cambiado incluso desde la ultima vez que la ví que fue el año pasado. Se la notaba mas grande, pero igual de bonita, con ojos un poco ojerosos pero de cabello largo a diferencia del corto de su juventud. He recordado sus labios pero tuve que sonreirle como un amigo, tampoco es que quiera ser infiel. Hablamos de muchas cosas, de los estudios, el trabajo y la pareja. Le he contado sobre mi nueva Anabela y de ella ha surgido una pregunto que a estas horas me sigue revolviendo la cabeza ¿Te ves toda la vida con ella?

Debemos volver entonces a esa noche de baile, mi relación de tres años acababa de terminar y yo me encontraba allí con esta tipa que me llamaba la atención dandome cuenta, por supuesto, que su cabeza estaba en los 18 mientras la mía (de 23) ya arribaba a los 30. Los dias del jolgorio habían terminado, pero allí estaba yo bailando la musica de moda, imponiendo en la pista ritmos que desconocía. Nos salimos a las 4 de la mañana y juntos tomamos el colectivo a casa tal cual lo hemos hecho esta noche. La abracé como un caballero ante su sueño asomante y la bese con descaro y ella me respondío al beso, labios dulces, labios de miel me recordaban a los viejos besos esos picaros de antaño. Hoy hemos hablado y me ha largado esa pregunta. La respuesta por supuesto es: no tengo la mas puta idea.

Ya no se como definirme, porque camino con un kilo de caretas ajustados a la cara. Soy el novio romantico y soy el escritor, soy un mujeriego y soy un soñador, ¿cual es realmente Marcos? La pregunta me ha dejado descolocado, yo no se que terminara siendo de mí, solo se que tengo que escribir y esperar la respuesta de mi público. Es lo mismo con Anabela o con Romina, yo deje escrito los versos, con pluma fui trasando mi personaje hasta el punto de creermelo y ellas terminaron comprando el libro. Si debo ser sincero, yo creo que todo terminara por irse al carajo y yo quedaré solo con el papel que mas me ha sido comodo: el de jugador. Hoy lo he comprobado al desar los labios de Romina, hoy he comprobado en mis palabras falsas que no me cuesta volver a esa piel y tal vez con algo de tiempo y unas cervezas en manos habría logrado darle un beso como los de antes, pasandome por las bolas mi propio codigo moral, mi fidelidad.

Por suerte no lo he hecho y hoy estoy sublimando mi pulsión en este escrito. No quiero dejarlos abrumados con tanta desesperanza, solo soy apatico cuando habló de mi vida actual. La proxima les prometo volver a los viejos tiempos, aquellos de los 20 años cuando cada travesura me parecía una anecdota linda de contar. Hoy he cerrado un capitulo, porque he despedido a Romina con un beso en el cachete y tal vez no la vuelva a ver nunca más.

Marcos: La verdadera historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora