Epilogo: ¿Quien carajo es Marcos Cruz?

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A lo largo de esta satirica, a veces seria y melancólica otras estúpida, novela (si es que puede llamersele así) han ido conociendo un poco de mi persona, nos queda entonces antes de despedirnos para siempre contestarnos: ¿quien carajo es Marcos Cruz? Para fines simples podemos decir que Marcos Cruz soy yo, un escritor pasados los veintitantos rozando los temidos treinta que un día se aventuro a dejar de ser para escribir sin pensar. Una mascara que sirve como removedora de los filtros que se me han impuesto, un acceso al inconsciente que no necesita del alcohol o la marihuana pero que tal vez a veces se potencia con este combustible. Lo irónico de todo esto es la fusión del pensamiento, o bien el hallazgo de una voz propia a través de otra denominación: es gracioso que como escritor no haya encontrado un estilo fijo hasta que di con Marcos. Si ustedes leyeran mis otros cuentos podrían no identificar al autor detrás del párrafo pero con Marcos es diferente, cada linea tiene su sello y el mío queda desdibujado, me inventé mi propio escritor fantasma. Obviamente esto no es más que una herida al orgullo personal, porqué en el libro radica mi objetivo: entretener y dar un mensaje, sublimar angustias. No creo que esta obra tenga mas valor que el resto, o al menos no mas valor en lo literario: si tiene valor en la nostalgia, en los años de veintena que despido con estas ultimas palabras. Aún me queda un tanto que vivir y mucho que contar pero la historia de Marcos culmina en este punto: esta fue mi verdadera historia, todo lo que hice y dejé de hacer o al menos lo que de momento hoy con 28 años puedo apreciar. Tal vez podría haberles hablado de mas juntadas con amigos, de asados familiares, de momentos en donde la angustia y la depresión se notaban fuertes en mi semblante, o de los momentos soñadores donde agarraba la lapicera con esperanzas de una novela que revolucionara el mundo. En está despedida a mi juventud les he hablado de las mujeres, mas que nada, porque en la relación que he tenido con pares femeninos se ha notado la característica que ha definido gran parte de mi vida: la de mentiroso.  Hoy no se si he hecho paces con la verdad, dudo que pueda ser sincero si después de todo aquí escribiendo como Marcos sigo ocultando aquel significante primordial que me define: mi nombre.  Pero hoy tengo en claro que de la mentira solo puedo obtener buenas historias, como el creador de los mundos que hace y deshace a gusto y piacere, pero que pasados al plano de lo real debe deshacerse de esas pretensiones y actuar en natural, desenvolverse como uno en el entorno. Hoy en día ya no soy el actor sin escenario, el mío esta bien definido por cuatro paredes de papel o por tablas y una mesa donde me deje llevar por las palabras. Nunca se sabe por donde nos llevan los rumbos de la vida, no se si volveré a los viejos tratos pero por primera vez puedo sincerarme y decirme que no quiero hacerlo, que me conformo con una vida de mentira explicita y una real que me llena el alma. Esta es la ultima vez que van a saber de mí como persona, a partir de ahora volveré a ser personaje y separado estaré de quien en este momento se para detrás del monitor a escribir estas lineas, ha sido un gusto conocerlos que tengan una hermosa vida. Lo único que me queda por decirlos, mi nombre es F... Marcos Cruz y esta ha sido mi verdadera historia. 

Marcos: La verdadera historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora