XVIII

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Cuando Hoseok llegó a la empresa, Namjoon se sorprendió de verlo, pensaba que su amigo se tomaría el día libre y disfrutaría con su pareja un poco más, además los negocios iban viento en popa, por lo que no era necesario que llegara a la empresa al instante de aterrizar. Hoseok saludo a Namjoon con un rostro molesto y cansino, pues quería pasar tiempo con Taehyung.
— En serio me sorprende, Hoseok. Pensé que ahorita estarías en los brazos de tu amorcito, Jin ¿Está aquí?.

Hoseok frunció el ceño, pues había recibido un mensaje de emergencia de la empresa.
— Nam, primeramente Jin está en el baño y  segundo no estoy para juegos dime ¿Cuál es la emergencia?
— ¿De qué hablas?

Ambos se observaron por un minuto sin entender nada de lo que pasaba, Namjoon entonces sacó su móvil y no vio nada extraño, pero luego recordó la pérdida reciente de su móvil y su decisión de cambiar todas sus cuentas y evitar plagio o que se filtrara información.
— Hoseok yo extravié mi móvil hace dos días, decidí cambiar de número por seguridad, le dije a Jin que te avisara. ¿De qué número recibiste el mensaje?

Hoseok hizo una señal a Ji-sub, pues no le gustaba nada la situación, no era coincidencia el hecho de haber recibido un mensaje de Nam.
— Comunícate con Seo ahora mismo.
Cuando iba a realizar la llamada otra estaba entrando de uno de sus escoltas, Ji-sub atendió y en ese momento le fue relatado todo los sucedido con Taehyung, Seo y Taemin, Hoseok y Namjoon observaban el rostro de Ji-sub quien ya no se veía tan relajado y sereno, el corazón de Hoseok empezó a doler, pues se imaginaba el peor escenario. Cuando colgó observó a su jefe quien lo veía con un rostro afligido y lleno de preguntas.

— Baekhyung interceptó el auto del Joven Taehyung, antes de que pudieran reaccionar lo cubrió de gasolina — Hoseok se derrumbó en uno de los sillones de la oficina de Nam, empezó a desatar su corbata, sentía que le faltaba el aire y que su mundo se venía abajo, que volvería a perder todo. — Secuestró a su hermano, al joven Taehyung y a Seo, a este último lo golpeó, nadie pudo disparar pues temían provocar un incendio... Señor Hoseok, él quiere todas las pruebas por la vida de su familia, además del dinero que según ellos les corresponde.

Hoseok estaba congelado su mente se desconectó de un momento a otro, ahora debía pensar fríamente o perdería a Taehyung, de pronto recordó a su otro hermano, quien había ido en otro auto con su novio.
— Jimin... ¡Llámalo! Pudo haber...
— ¿Qué pasa? Acabo de hablar con Jimin y dice que Taehyung no ha llegado a casa... — Les interrumpió Jin quien estaba entrando a la oficina, vio los rostros de todos, su corazón empezó a latir más rápido y su cuerpo se estremeció.
— Amor calma... Es Baekhyung secuestró a Taehyung, Taemin y a Seo.

Jin se cubrió la boca con la mano empezó a sentirse mareado hasta que Nam lo sostuvo.
— Ji-sub que aseguren la mansión y protejan a Jimin... Debo hacer algunas llamadas.
— ¿Qué harás Hoseok?

Namjoon observó el rostro de Hoseok, este estaba endurecido, su mirada era fría tanto así que Nam no pudo ver una pizca de sentimiento o emoción. Justo en esa mirada notó algo que le dio escalofrío, esa sensación que le provocaba Hoseok le recordó a su amigo de hace 7 años cuando se perdió así mismo y se relacionó con personas de reputación dudosa.
— Venderé mi alma al diablo.

─ ¡Olvídalo! Hoseok esa persona no es buena para ti, sabes que no hace nada gratuitamente y si... 

─ Lo que pida se lo daré, haré lo que debí haber hecho hace tiempo cuando ese maldito me arrebató a mis padres, cuando se burló de mi y me humilló, cuando provocó el accidente de Jimin donde casi fue violado.... él merece la muerte y solo esa persona lo puede hacer de la mejor manera.

Namjoon no daba crédito a lo que escuchaba, jamás optaría por la violencia aunque este hombre era malo debía pagar por sus crímenes ante la ley, si la empresa se veía envuelta con ese hombre traería malas consecuencias a las inversiones. Podría incluso afectar sus proyectos humanitarios, Nam no veía como mejor opción acudir a ese hombre.

Hot and ColdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora