Capítulo 13

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Abrí mis ojos con dificultad pero una luz blanca y segadora me obligaba a cerrarlos de nuevo, mi cabeza dolía y escuchaba los latidos de mi corazón, caí en la cuenta de que estaba conectado  a un respirador, esas voces volvieron.

–Hey... –decía una voz ronca – trata de  reaccionar ¿puedes abrir tus ojos? Hazlo con calma

Intenté abrirlos otra vez, vi a cuatro doctores a mi alrededor.

–Eso es, muy bien –dijo uno de ellos

Los doctores comenzaron a examinarme, me revisaron las pupilas, tomaron el pulso, la presión y muchas cosas más. Sentía mis labios secos, igual que mi garganta

–Agua...–pedí con dificultad

–Aún no puedes beber agua –me dijo otro doctor

–Agua... –repetí

Sentía mis ojos extremadamente pesados, apenas podía mantenerme despierto. Mis labios se humedecieron  con una suave tela, la cual fue roseada  con agua.

–Solo podemos humedecer tus labios para ayudarte con la sed –me dijo una enfermera

En cuanto terminó de hablar caí en la inconsciencia de nuevo.

La habitación se iluminó nuevamente y seguía viendo doctores junto a mi, me sentía mejor, mi cabeza ya no dolía, la sed se había ido y ya no estaba tan devil; pero aún tenía una máscara de oxígeno.

‐Despertaste –me dijo una enfermera y me retiro el oxígeno

–¿Qué me pasó? –Le pregunté

–¿No recuerdas? Tuviste un accidente

–No recuerdo

–Ibas en un auto junto con un chico, al parecer perdiste el control y chocaste contra una casa vacía

–¿Otro chico? ¿Fluke? ¿Cómo está?–pregunté nervioso

–No lo sé, cuando la ambulancia llegó solo te encontró a ti

–¿Cómo es posible? –pregunté – él es mi novio –dije con preocupación, ya sentía que me falta el aire

–Cálmate, dime su nombre y describirlo

‐Se llama Fluke, él es... él tiene...tiene... No sé –dije con la respiración agitada

Recordaba su nombre, pero no podía recordarlo físicamente, no tenía ninguna imagen de él en mi memoria y eso me desesperó

‐ Haz pasado seis meses en coma, es natural que no puedas recordar algunas cosas, con el tiempo todo se aclarará

–Pero...¿no tienen idea de donde puede estar?

–El auto quedó destruido, pero la policía continuó buscándolo, luego de unos días sin rastro, pararon la búsqueda y lo dieron por muerto

No, no –exclamé –¡él no puede estar muerto! –grité

Intentó tranquilizarme, pero fue en vano, yo ya no podía controlar mis gritos, sollozos y lágrimas. Mis gritos cada vez era más fuertes estoy seguro que eran tan fuertes que se escuchaban hasta afuera de la habitación, las lágrimas no paraban y me costaba mucho respirar; la enfermera me puso una inyección en el suero que me adormecido de inmediato.

¿Cómo viviré sin el?


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