Superintendente Conway

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Me encontraba apartando mi moto en el parking que se encontraba enfrente de la comisaría en la que trabajo.

- ¡¡Seréis capullos!! ¡¡Pedazo de anormales!!

Tras oír eso, levanté la cabeza. Nada más quitarme el casco y posicionarlo entre mi cuerpo y mi brazo derecho, haciendo presión con este último para que no se cayera, me encontré con mi famoso jefe y compañero de trabajo Jack Conway, persiguiendo porra en mano a Gustabo y Horacio por toda la entrada de la comisaría a la vez que les gritaba cosas como: Anormales, capullos, nenazas....

No era nada que me pareciera raro, pero me sorprendía que a estas horas de la mañana ya tuvieran a Papu gritando y corriendo.

- ¿Que han hecho ahora? - pregunté a Volkov, una vez estuve en la puerta de la comisaría, donde el mencionado se encontraba mirando el panorama al igual que la gente que pasaba por ahí.

- No se que habrán hecho ahora, pero esta calentito - me contestó mientras me abría la puerta.

- De eso no cabe duda, gracias.

Una vez dentro, lo primero que hice fue ir al vestuario a quitarme mi ropa normal y ponerme mi uniforme, como de costumbre.

Una vez me cambie, me dirigí al despacho de mi jefe a esperar a que llegara, me contara lo que habían hecho ahora esos dos idiotas, y me dijera si había algo que tenía que mirar como papeles o algo importante que hacer.

No le llevó más de 5 minutos volver al despacho, muy cabreado, y empezar a insultar a los que posiblemente acababa de dejar en silla de ruedas.

- ¡Me cago en mi puta vida! - dijo mientras se dirigía a la silla de su escritorio, en la cual yo me encontraba sentada. - ¡Menuda panda de anormales! Cualquier día me voy a... - se quedó callado al verme en la silla con los pies en la mesa. Bajó sus gafas y me miro con las cejas levantadas, yo solo respondí mirándole a los ojos e intentado no reírme. - ¡¡Quita de mi puta silla capulla!!

Me levanté con las manos arriba y solté una carcajada para luego sentarme sobre el escritorio a su izquierda, en el lado contrario a la pared. Crucé las piernas y con mis brazos hacia atrás apoyé mis manos sobre el escritorio en el que me encontraba y así poder sostenerme mejor.

- ¿Que han hecho ahora?

- El Capullo, como siempre - Me contestó sentándose bruscamente en la silla, lo cual produjo un gran crujido agudo que retumbó en toda la oficina.
Eché la cabeza hacia atrás y me reí un poco, al mirar al frente me encontrasté a un Conway enfadado mirando hacia la puerta.

- Hey, no te enfades, creo que ya les has dado su merecido - dije mientras hacía un esfuerzo para levantarme un poco y ver por la ventana que se encontraba a vuestra derecha, y así poder observar a Gustabo y Horacio, uno rascándose la cabeza y otro mirando hacia abajo. - Creo que ya han aprendido la lección.

- ¡No! ¡Nunca aprenden! ¡Menuda malla de anormales me ha tocado, joder!

...

Este era el primer capítulo de una historia que empezé sobre el superintendente Conway, pero como novedad no la acabé, si veo que encuentro como seguirla, lo mismo la acabo pasando a otro libro (?)

Besos en el siempre sucio :)

🅾🅽🅴 🆂🅷🅾🆃🆂 ~Youtubers~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora