Después de que me avisaron de tu llegada tuve que pensar bien que es lo que iba a hacer cuando te viera, que te iba a decir, como íbamos a reaccionar.
Recuerdo que planee todo muy bien, ya tenía tus frases, las mías y un tierno beso al final. Pero no sucedió nada de eso, simplemente me dijiste - hola!!! Como estas??... Y ninguno de los dos tuvo el valor de hablar sobre nosotros, ya sea por miedo, por comodidad, o incluso por burla pero ninguno dijo nada.
Es ese el momento que te hace darte cuenta que vives en un mundo de ilusiones, que todo lo que esperabas fuera bello terminaría por ser una basura. No se si fue tu culpa o fue la mía, pero solamente decidí que si no querías hablar de ello yo tampoco lo haría. Y entonces así sucedió.
Aun a pesar de todo ello tenerte cerca era hermoso. Trataba de pasar tiempo contigo, el más que pudiera. Aunque sólo fueran 5 minutos pues tu convivías mas con el resto de la gente. Nunca entendía si era para evitar sentir algo por mi estando en mi casa o simplemente querías alejarme pero al final lo lograste, terminamos alejados.
Cuando estaba triste o incluso cuando te extrañaba me ponía a leer las cartas que te había escrito y recordaba lo feliz que me sentía y lo ingenua que había sido.
El tiempo empezó a transcurrir y volvimos a unirnos pero de una manera distinta... Ahora no era la tierna niña que alguna vez te escribió 52 cartas, ahora era la niña salvaje que buscaba la manera de ocultar lo que sentía, y comenzamos a jugar a las luchas... Era muy divertido jugar así pues siempre ganaba, digamos que al principio me dejabas ganar, pero al final ya no pudiste conmigo. Debiste ver tus expresiones de desilusión al pensar que una niña te gano.
Pasamos así alrededor de dos años, siendo amigos, cuates, compadres, primos.
Digamos que poco a poco fue dándote el lugar que merecías en mi corazón y de alguna manera yo me gane el mío en el tuyo... Pero de verdad todo había terminado en ese momento o acaso ambos sabíamos disimular muy bien... Era el momento de resignarnos a ser simplemente primos o es que habíamos aprendido a comportarnos como tal, fingir y seguir, ser lo que éramos ante los demás, ser solo primos.
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El Recuerdo
RomanceIntentar averiguar que pasaba por su mente era lo que mas me martirizaba pues yo lo amaba y lo sabia, incluso él lo sabia, pero él siempre guardaba silencio y me miraba tiernamente, tal vez jugaba conmigo como lo hacia con las demás o simplemente er...