Durante ese año me cambié de colegio, este era distinto, pase de estar en un colegio mixto a uno femenino, en cierta medida me afectó este aspecto también, uno porque pasaba por etapa en la que mi orientación sexual me generaba dudas en mi cabeza; y dos porque estar en un ambiente con tantas mujeres me afectó con mi físico.
Recuerdo caer en un grupo de mujeres que en serio te lograban lastimar, no las culpo, culpo a sus padres por como las educaron y por decirles lo que estaba bien sólo teniendo en cuenta lo económico, lo físico, lo superficial. Recuerdo sus miradas llenas de asco, llenas de superioridad. Recuerdo estar con una "amistad" que no valía la pena, una amistad que me hizo mucho daño, pero que también me hizo lograr muchos objetivos. Recuerdo al menos que con ella no estaba tan sola, pero recuerdo también que mi obsesión por estar delgadita empezó a aumentar. Ese año aproveché mucho mis tiempos de soledad para centrarme en mi objetivo con la báscula, el ejercicio se volvió mi mejor amigo, la comida se volvió una relación de amor y odio, y el sanitario se convirtió en mi consuelo.
Mi rutina se convirtió en despertar y pesarme; comer un poco y buscar consuelo en el sanitario, tomar medidas de mi cintura, mi abdomen, mis brazos, mis piernas, mi cadera, mi cuello... mi rutina se convirtió en solo buscar esa "perfección" que esas paginas me prometieron.
No hay mucho que decir sobre este año, básicamente todo se resume en lo anterior.
