Capítulo tercero

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María se despertó muy temprano, esta vez no hacia falta correr, no tenia que ir a recoger a sus hijas, de eso se habia encargado, el estupido de su ex marido.

Se  quedo rezagada en la cama y en su boca se dibujo una sonrisa, se le vino al pensamiento su hija lucia, era su hija mayor, era un poquito regordeta, la gustaba mucho el dulce y ella no podia negarle que comiera chuches, tenia los mismos ojos que du padre y una carita redondita, unas pestañas espesas y largas como las de ella. Sus ojos se le llenaron de lágrimas y sin poder evitar  derramarlas, lloró desconsolada, en su cabeza retumbaba_ te odio mama, te odio_ una y otra vez, pero que podia hacer, no la habían entregado la carta de la citación a tiempo, estaba todo tramado para que ella no asistiese, se notaba perfectamente quien tenia agarrado el mango por la sarten .¿Como explicarle a su hija, que su padre era el que había evitado que ella se hubiese presentado en la audiencia? 

Cuando se separaron, Lucía tenia ocho años y ahora dependia de lo que decidiera su padre ya que tenia la custodia _ María sentía tanta rabia, que no podía dejar de llorar _ lo único que deseaba, era que con el tiempo puediera tener a sus hijas algún día.  Marta era mucho más cariñosa que Lucía, siempre desde muy pequeña estaba pendiente de María, más de una vez, la había dicho, que cuando fuera mayor, la llevaría con ella, por que era su mami y la quería muchísimo. Marta tenía también el pelo castaño,  pero los ojos eran como los de María, incluso las pestañas, aún  no se podía definir como sería,  pues crecia más lentamente de lo normal para su edad, Marta  tenia solo séis añitos.

No pudo soportarlo más, así que se levanto y como era sábado y ese día no tenia que trabajar y no había nadie aún levantado de la casa de Jesús, decidio salir y dar un paseo por el barrio donde vivía Jesús, era muy tranquilo, eran tan solo lad diez de la mañana y casi no se veía gente por la calle, solamente los comerciales que abrían sus negocios, perdió la noción del tiempo, cuando regresó casi era el medio día, menos mal que aprovechó para coger números y direcciones de las habitaciones que se alquilaban.

Matilde estaba preocupada pues la habia sentido llorar y no quiso entrometerse y en ese mismo momento entro María por la puerta.

Oh! Maria que susto nos ha dado _ dijo Matilde

Lo siento_ se disculpo_ pero me desperté temprano y se me liaron las neuronas, disculparme que no diga nada más  por favor.

Te entiendo, no tienes por qué pedir disculpas, estás en tu casa y ojalá te quedarás mucho más tiempo _ compresiva Matilde.

Jesús mientras tanto miraba de una a la otra, sin comprender de lo que hablaban _. No hay quien entienda a las mujeres._ dijo en voz alta dio un beso a su esposa y se marcho.

María, si quieres hablar aquí  estoy para lo que necesites. _ cogiendole las manos _. Bueno  vamos, debes de tener mucha hambre,  desde que llevas despierta. _ preparandole un café y unad tostadas.

¿ Como sabes qué llevo desde temprano despierta?

Me he levantado porque tengo insomnio y he ido a tomar un poco de agua, al pasar por tu habitación te he escuchado llorar._ hizo una pausa_. Debes estar pasandolo muy mal. _ mientras recogía el resto del desayuno de su marido y el de ella.

Después de un largo rato sin decir palabra, ninguna, María  comenzo a hablar.

Sabes, no me gusta hablar de este tema,  no quiero psrecer debil, bastante tengo con digerirlo día a día. Yo tenia solo quince años,  cuando conocí  a Julián,  era el chico mas guapo, que había  visto hasta el momento, mi familia era humilde, pero tenían tierras, con olivos, viñas y algunos arboles frutales, mi padre tenia dos jornaleros trabajando con él y aunque mis hermanos valían para los estudios, nunca quisieron estudiar y a mi no se me quedaba ni el dos más dos, así que como Julián iba todos los veranos,  nos hicimos buenos amigos, los dos primeros años. El era tres años mayor que yo, el con dieciocho pues fijate, él, de sobra sabía lo que quería estaba claro y no quiero decir, que quisiera propaparse, no él me quería de verdad, pero había un inconveniente,  mi msdre no lo aceptaba, porque  su abuelos y los de Julián, tuvieron  algun pleito, que no se de que va, ni me importo, por qué yo estaba enamorada de él, así que tuvo que terminar el servicio militar, y después continuó su carrera, mientras nos carteabamos, yo tenia que recoger las cartas, desde la casas de una amiga, para que mi madre, no se enterara y no me las rompiera, como hizo con las primeras,  así  que a escondidas, continuamos,hasta que yo cumpli los veintiún años,  pues mis padres eran chapados a la antigua y comoera la única chica, de la casa, no me dejaron venir a Madrid,  para servir como decia mi madre, bueno total, que nos casamos,  sin el consentimiento de mis padres, sin ellos y mis hermanos,  vamos más sola que la una, tardamos cinco años en tener a Lucía,  mi hija mayor y a los cinco llego Marta mi pequeñita y mientras tanto mi marido en fiestas o reuniones como lo llamaba, y yo en casita, sin poder moverme,  pues no podia desatender a mis hijas, porque eran pequeñas, hasta que le pille en la cama con , los que se reunía,  descubri que a mi marido,  le daba lo mismo ellas que ellos, aguante, bajo sus amenazas, pero cuando Marta cumplio tres añitos no pude soportarlo y lo deje, me marche con mis hijas,  pero tuve que volver  por ellas, no tenia dondr ir, mi familia me cerraron las puertas y tuve que volver,¡maldita la hora que lo hice! ._ rompio otra vez a llorar y Matilde la dijo que parara que si no podía seguir, que no importaba,  ella sólo quetia que sr desahogara, pero no quería causarle más dolor_. No, no tengo que sacarlo de dentro, por que si no no podre ser una mujer, qué  se enamore, me entiendes._ mirandole con súplica.

Como quieras tu decides, cuando parad María.

Al principio, me obligaba a mirar, como lo hacia el con sus amigotes, decía que mirando sé aprendia, después  me obligaba hacerlo con él, mientras miraban los otros, hasta que al final era yo quien lo hacía con todos y el solo miraba, se reía y me decía_. Ves nena, como si vales para algo, para que te jodan._ y se reía. _ dijo poniéndose las manos en los oídos,  como si pudiera oír las risas y no las pudiera soportar. Matilde la abrazó calmandola.

Tranquila  cariño ya no estas con él, nos tienes a todos nosotros y no permitiremos que te ocurra nada.

Gracias pero tengo que salir yo sola de todo esto y juro por lo más sagrado que lo conseguiré, me cueste lo que me cueste. Voy a salir un rato, para coger algun número de teléfono y conseguir donde vivir mientrad encuentro otro trabajo._ levantándose para salir.

Maria ¿estas bien?  ._ preocupaba Matilde.

Si, muy bien, me siento como liberada, gracias por escucharme, sabes, tenia que haber venido antes, con lo que me insistió Jesús, ah, por favor no se lo digas a él me daria mucha vergüenzas y no se si podría volver a bromear con él.

No te preocupes no sabra nada siempre y cuando tú estés bien.

Maria,  salió para visitar las habitaciones que había visto y antes de darse cuenta estaba enfrente de lo que había sido su hogar,  cuantos momentos buenos, sobre todo con sus hijas,  se la reflejo una sonrisa en los labios, miro hacia arriba, allí delante de ella estaba su niñata Marta, que la saludabay la mandaba muchos besos, alguien se acrtcaba a la niña y en ese preciso momento  pudo ocultarse, detras de un cartel de propaganda, la niña  seguia mirando,  pero su ex marido, no tuvo que verla, pir que se dio la vuelta y dejo a la niña donde estaba,  un momento después se acercó Lucía, para ver a quien seguia saludando su hermana,  al principio mo vio a su madre, pero en el momento que la divisó fue a decírselo a su padre, pero María reaciono a tiempo y se escondió en el hueco de un escaparate,  el desde la ventana no podía verla y ella se alegró, Marta seguía mirando hacia su madre, como sabia que ella estaba mirandole también,  la volvió  a decir adiós,  mientras su padre y Lucía se metían para adentro.

Era ya muy tarde cuando regreso a la casa de Jesús,  al día siguiente se mudaria, así que como estaban despiertos se lo comunico, no les hizo mucha gracia,  pero  comprendieron, que tenia que ser pero la hicieron prrometer, que iría a visitar a Matilde,  todos los sábados, si no tenia nada que hacer, así,  que se marcho a la cama, al día siguiente, tendria que comenzar una nueva  vida  o al menos ella lo deseaba así.

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