We fall apart -2-

XIII

Podrían llamarlo destino, también podrían llamarlo mala suerte.

Tony sólo tenía en su mente el salvar a su familia.

Sabía muy bien que Thanos y todo su ejército debía desaparecer si es que quería que su esposo e hija estuvieran a salvo.

Sabía, por la mirada de Stephen, que no había otra forma.

No quiso buscar con la mirada a su familia, sentía... pánico. No quería que lo vieran asustado, quería que sus últimos recuerdo fueran aquellos reencuentros en medio de la batalla. Las últimas risas antes de la batalla. El último abrazo antes del final.

Chasqueó los dedos frente a la mirada atónita de Thanos y un gran destello de luz cegaron a los que estaban cerca.

Uno a uno desapareció el ejército enemigo, quedando no más que solo polvo y cenizas. El capitán observó a Thanos desaparecer luego de sentarse aceptando la derrota.

Todos parecían sonreír aliviados viendo que habían ganado y que la pesadilla había terminado al fin.

Pero un simple grito alertó a la mayoría.

"¡PAPÁ!", obviamente sería Elin.

La desesperación la había hecho olvidar que literalmente se podría teletransportar a su lado. En vez de eso corrió con todas sus fuerzas llegando a tropezarse.

Aquel pobre hombre se había intentado apoyar con su mano en un escombro. Y apenas se sentó, su hija había llegado a su lado.

"¿... Papá?", el Stark movió sus ojos y se quedó mirando a su pequeña. Sonrió a pesar de tener la mitad de su rostro destrozado y el brillo de sus ojos todavía estaba presente. "Es... Estarás bien, ¿si? Sólo..."

Elin dejó de hablar, en parte porque estallaría en llanto si seguía hablando, pero en verdad era porque Peter había llegado igualmente.

Él no dijo nada, no se sentía capaz al ver a Elin tan destrozada, se quedó a su lado, sollozando en silencio. Tony lo había alcanzado a mirar un momento.

Pepper y Rhodes también se acercaron, guardando un poco de distancia.

Y finalmente... Loki. Él se arrodilló al lado de Elin, poniéndose en el campo de visión de su amado esposo.

Por un momento, la joven se sintió aliviada porque... su padre debería ser capaz de curarlo, ¿no? Pero la expresión del pelinegro le respondía esa incógnita de la peor manera posible.

"Hola Tony", le sonrió con calma y con voz dulce. El Stark pareció querer decir algo, pero sólo había salido un pequeño jadeo. Y Loki no sabía qué decir. "... Gracias por todo", puso su mano en su reactor y el Stark pudo poner su mano izquierda encima. El castaño sonrió con tristeza. "... Te amo"

Loki sabía perfectamente que él viviría más que Tony, incluso estaba convencido de que viviría más que Elin. Pero... Nunca pensó que perdería a uno tan pronto.

Tony soltó su mano finalmente y dejó caer su cabeza de un lado. Elin finalmente estalló en llanto y Loki solo pudo cerrar los ojos y sostener la mano fría de su amado.

El reactor había amenazado con apagarse tal como la vida en los ojos del Stark.

Stephen observó la escena con demasiada lástima. Se culpaba aunque su mente decía que no había otra forma. Había dejado a una niña sin un padre y a un hombre sin su alma gemela.

Los vengadores empezaron a arrodillarse mostrando el merecido respeto que aquel Stark merecía. Algunos sintiendo más culpa que otros, daba igual, todos mostraban su dolor.