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Sí había una manera para poder crecer aún siendo inmortal, Wong le ayudó en eso.

Incluso sin la gema del tiempo, habían muchos hechizos que ayudaban a adelantar el tiempo de algo o alguien, los cuales Elin empezó a buscar el primer día de estar en aquel lugar tan alejado de casa.

–¿Qué haces?

–¡Ah! Señor Wong, yo-

–Dime Wong solamente —el hombre miró entre sus manos aquel libro sobre edades y magia. Negó levemente con la cabeza y dirigió su mirada al mismo estante. Sacó un libro grueso y polvoriento y buscó una página en específico por unos segundos. Cuando la encontró, le entregó el libro a Elin—. Es un hechizo simple. No te volverá mortal, pero hará que biológicamente envejezcas un año.

–¿E-Enserio?

Wong asintió y la miró un rato.

–Mira, niña. Puedo ayudarte con eso.

–¿De verdad? —Wong asintió—. ¡Muchísimas gracias! —lo abrazó fuertemente y el mayor no hizo mucho esfuerzo por quitarla, pero tampoco correspondió.

–Sí, bueno, ¿cuándo es tú compleaños?

–No tengo uno exacto. Tomamos la fecha de cuando llegué a Midgard luego de que mí abuelito me hiciera mortal.

–Sólo responde la pregunta.

–Oh, uh. En dos meses —Elin se separó.

–En dos meses será entonces. El hechizo no es de todos los días. Estarás creciendo un año humano. Y quizás puedas hacerle una visita a tú papá.

–Eso estaría genial —sonrió la menor ampliamente—. Muchas gracias de nuevo.

–Ya vete a dormir. Es bastante tarde como para que no estés en tú habitación.

–Sí. Lo siento. Buenas noches, Wong.

El tipo asintió. No sonrió hasta que la pequeña hubo desaparecido de su vista.

–Hola pa'

–¡Al fin! Ya extrañaba tu voz. Pensé que no llamarías hoy.

–Papá, sólo me atrasé 5 minutos.

–Para mí fueron 10 horas... ¿Y? ¿Cómo va tú entrenamiento?

–Excelente, voy avanzando lento, pero seguro.

–¿Ya llamaste a tú amiga Alex?

–Siempre la llamo luego de llamarte a ti.

–Me alegro que sea tú prioridad.

–Ja-Ja. Bueno, papá. Come fruta y todos tus vegetales. No te quedes hasta tan tarde y no olvides apagar la cafetera antes de acostarte.

–Jarvis y Viernes se encargan de eso —rió el Stark mayor—. Descansa, cariño.

–Tú también, pa'.

Y colgó.

Sonrió un momento hacia el celular, para luego llamar a Alex.

Tony, por su parte, recibir la llamada de su hija era un alivio que le podía durar horas, pero luego reanudaba su día solitario y silencioso en su hogar.

No iba a negar que la compañía de Viernes y Jarvis era reconfortante, pero eso no quitaba que el silencio tortuoso creciera hasta volverlo en su depresión.

Casi no dormía, su insomnio era peor que antes, pero se esforzaba por mantener su alegría de que su hija siguiera con vida y lo llamara todos los días al menos dos veces.

We fall apart -2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora