Duro contra Capricornio [ChicoXchico]

51. Evento

Apenas tenía un día y ya me volvía a ir pero ya no permanentemente, solo era un viaje que me daba un poco de dolor de cabeza, si pudiera decir, tengo mucha suerte para siempre ir donde está el desastre.

Llego el viernes y empaque todo lo que necesitaba, también el celular para avisarle a los demás que no podría estar mucho en contacto, porque aquí extrañamente no había señal.
El maestro tocó mi puerta y abrí, entonces el misterioso Aries estaba ahí. Realmente entendí porque llamaba la atención, era muy alto, piel de ébano, ojos azules y cabello negro, y bueno estaba muy proporcionado, no era tan delgado como yo, se veía que comía bien.

Lo mire pero solo eso, no era alguien tan alegre o amistoso para intentar algo más, así que me limité a seguirlos sin decir nada.

El profesor dijo:
-Desde aquí nos separamos, llagarán hoy en la noche y mañana es el evento, ahí estará otro maestro que los recibirá, por favor cuídense-
-Ok profesor, no tenga miedo, ya he hecho esto antes y se como se maneja, y al parecer si escogió a uno de los de nuevo ingreso significa que también está preparado-
Dijo Aries.
-Si, ambos harán un buen trabajo-
Rápido nos apresuró y subimos al tren, nunca había ido a la nación del sur, así que me sentía feliz.

En eso Aries me dijo:
-Bueno como sabes soy Aries, soy alumno destacado de la escuela y siempre vengo a los eventos aunque hoy es mi último año en nivel preparatoria-
-Si, yo soy Capricornio de la clase 220-C, no se que quieres que te diga, parece que te informaste de mi antes de venir-
-Si, soy precavido, no me gustan los compañeros tan "emocionales"-
-Bueno, pues llevémonos bien-
Era guapo Aries pero se notaba que era de ese tipo de chicos que se dejan llevar por su estatus.

Todo el viaje estuve muy tranquilo, ambos leíamos y comíamos sin casi dirigir palabras, entonces de pronto el me dijo:
-¿y quien te hizo tanto daño para entrar a esta escuela?, digo, si tus padres aceptaron que tu adolescencia tardía fuera así, hay un motivo atrayente-
Me sorprendí pero aún así le contesté:
-Bueno, tuve una mala suerte con un viaje y fui a la cárcel, estaba en la escuela que está en otro país pero mis padres me sacaron por desobedecer, solo fue eso-
Él me sonrió y dijo:
-Pues no estás tan mal, está escuela es para los ricos que no sirven en la sociedad y que tienen altas probabilidades de matarse a los 27 años, mi abuelo me mandó aquí aunque ya murió y ahora estoy podrido en dinero pero seguiré en la escuela, ya me acostumbre, ya estando aquí no encajas en cualquier lugar-
-Ya veo, pues es bueno, espero igual acostumbrarme, no me gusta el hecho de no poder sembrar raíces en ningún sitio-
Él tomó una botella de agua y dijo:
-Bueno, pues espero y nos vaya bien, dicen que tienes una puntuación perfecta en dicción, se nota, alguien que casi no tartamudea y sabe decir las cosas es admirable, aunque bueno según otras cosas, eres terrible con historia-
-Gracias, pues no es perfecta pero creo que es mas mi forma natural de ser y si, soy como cualquier chico-
Rió y dijo:
-Si, se nota, aunque ni siquiera te emocionaste al verme, y eso que soy un poco intimidante ¿no?-
-Si pero creo que no me emociono porque tengo un novio y tu no eres una celebridad-
Negó y se puso a leer. Tal vez había hecho comentarios innecesarios.
Llegamos al hotel y cada quien tenía una habitación. Antes de irme a dormir, fui al comedor ya que tenía un poco de hambre, entonces de pronto alguien tocó mi hombro y me giré, así que lo que vi, hizo sentir de nuevo la sangre correr por mi cuerpo.
-¡Hola!, que bueno verte-
-Ho-Hola, no tenía idea de que estarías aquí, es una grata sorpresa-
Estaba ahí parado enfrente mío Escorpio, sin embargo tenía sus lentes y una camisa algo floja, me estaba derritiendo.
-Si, pues es un evento de biblioteca, mis compañeros quisieron que yo fuera a pesar de mi mala conducta y aquí estoy-
-Me da gusto, yo creo que lo mereces-
Se sentó en la mesa y me invitó, tome mi plato y me senté a su lado.
-Lamentó haberte hecho sentir mal la última vez que nos vimos, tú siempre fuiste inocente, solo que no supe que hacer-
-No pasa nada, yo estoy bien y aunque estoy lejos de ti, mis sentimientos por ti siguen vigentes-
El incómodo dijo:
-Creo que no te merezco, no he dejado de pensar eso desde la última vez, por lo que quiero proponerte algo, pero mañana te lo digo-
Mientras comía, asentí , ¿qué quería?, tenía miedo porque si me pedía terminar la tristeza estaría un rato en mi.
Termine y dijo:
-Vamos y desquitamos estos días sin vernos-
Estaba ruborizado:
-¿No crees que es muy rápido?-
-No, creo que esta bien, ¿apoco no tienes ganas de que te toque?-
Me dijo acercándose a mi.
Realmente si quería pero debía primero fingir que no estaba tan de acuerdo.
-Esta bien, vamos a mi habitación entonces-
Me siguió y al entrar empezamos a besarnos, mi piel estaba caliente, que bien se sentía que él personalmente me tocara en vez de que yo solo lo hiciera solo con su recuerdo.

-¡Qué sensible te pusiste estos días!. ¿Estabas guardando todo eso para mi?-
Lo bese y después le dije:
-Si, yo te extraño mucho, yo quiero seguir siendo tu novio-
Conmovido me miro y dijo:
-Si... también me encantas cabrita-
De un momento a otro él ya estaba dentro de mi, me estaba sintiendo muy bien, ahora no me contuve nada, sabía que para volverlo a ver pasaría una eternidad nuevamente.

Me tomaba de mis muslos y me atraía a él, me mordía mi oreja y me besaba en los labios, que bonito era sentirlo, jamás me arrepentiría de estar con él.
Escorpio dijo:
-Creo que estoy en mi límite, deja lo sacaré-
Lo sostuve y le dije:
-adentro, no pasa nada-
-¿Seguro?-
-Completamente-
Se puso encima de mi y empezó a embestirme más rápido, y cuando se vino su cara era muy bonita.
Se recostó y me abrazo, dándome unos besos en la frente.
-Uff, lo disfrute mucho, eres genial Capri, en todos los aspectos, estoy tan enamorado-
-Igual tu, no pensé que te vería, de verdad...-
-Pues solo es hasta mañana, me duele pensar en eso, porque en la escuela todo es muy lamentable sin ti, y mas que Libra está ahí, y bueno...-
-¿Si?-
-Pues es difícil respirar, en fin, ¿puedo dormir aquí?-
-Ya sabes que si-
Acaricié su hermoso cabello y mientras mis dedos se enredaban en los mechones le daba unos besos, realmente era agradable sentir ese calor emanar de su bello cuerpo. Claro que accedía a tenerlo cerca un poco más, no podía actuar así de acaramelado con nadie más, solo él.