Acorralada

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El viento mece mi cabello y al ver cómo las luces de los hogares, edificios y mercuriales alumbran el paisaje..

—Esto no puede seguir así— tras suspirar y encararla..

—Es hora de que decidas con quién te quedas..

Al verlos frente a mí, se que esto no tenía por qué llegar hasta aquí, esto no era mi misión, pero ¿Cómo se controla al corazón? Y al pasar saliva, ante esas penetrantes negras miradas, a mí mente llega el recuerdo de cómo había empezado toda esta locura..

• Cuatro meses atrás •

Tras abrir mis ojos y ver cómo la claridad traspasa la ventana, un día más se llega, al estirarme y al estar por soltar el aire contenido en mis pulmones..

—Hinata apúrate, levántate de una buena vez y ayúdame con el desayuno, ya es tardísimo..

Y así de simple es cómo se arruina tal vez el que podría ser un buen día y ante el llamado insistente de ella... —ya voy tía— me levantó de la cama y al llegar al baño..

—Neji apúrate, deja de estar manoseándote, mira que se me hará tarde para la primera hora de clase y tengo un examen..

Cómo siempre mi hermana menor Hanabi, una chica de diecisiete años y quien cursa la preparatoria, pelea con el hijo mayor de mi tío Hizashi por el baño y al pensar que eso es una locura.. 

Nosotras habíamos llegado a vivir a la pequeña casa del hermano gemelo de mi padre, hace poco más de un año, tras la muerte de nuestro progenitor, solo con la ropa que traíamos puesta y algunos pares de cambios extra.

Había sido un humilde entierro, donde las personas que habían asistido solo habían ido a tomar algo de lo poco que teníamos de valor en casa, para cubrir las deudas que mi padre había dejado en vida.

Tras cerrar mis ojos ya que estos se llenan de lágrimas al recordar lo sucedido, al escuchar unos golpes en la puerta me hacen abrirlos, sacudo mi cabeza, alejando esos pensamientos..

Mi nombre es Hinata Hyuga tengo veintidós años y cómo ven vivo en una casa, donde no cabe un solo alfiler más.

No lo niego ellos nos acogieron y nos ven como parte de su familia, son cariñosos, pero para mí son personas sin metas en la vida y siendo unos conformistas con lo que tienen.

—¡Hinata! ¿Qué haces ahí perdiendo el tiempo? Apúrate no ves que todos tienen que irse a sus labores y hay que terminar el desayuno..

Al volver escucharla hablar me molesto y al encararla  —dije que ya voy tía— «ni siquiera puedo hacer a gusto mis necesidades físicas» ella vuelve a la cocina, Neji por fin sale del baño sonriendo orgulloso, mientras que Hana entra apurada empujándolo, diciéndole muchos insultos y tras mover mi cabeza en forma de no, suspiro derrotada.

Sin duda alguna mi vida me fastidia, estoy cansada de vivir así, rodeada de miserias y más apretada que nada, ni siquiera un cuarto propio tengo, o, aunque sea compartido con mi hermana, pero juro que haré todo lo que esté a mi alcance para salir de esto, sin importarme las consecuencias, aunque mi familia me diga que soy una soñadora, no me importa, la pobreza no me va a matar.

***

La tortura del desayuno y almuerzo por fin terminaron y ahora mi tía Keade me había mandado al mercado, supuestamente es mi día de descanso, pero de igual manera había que hacer labores domésticas.

Mientras compro las frutas, verduras y algunos víveres más que ocuparemos para la comida, llego al local principal «ese lugar donde uno pide informes para la renta de los puestos disponibles y del cual se dice es de mala reputación, debido al encargado» del mercado.