『1』

2.5K 112 23
                                    

- DRACO -

- ¿Te vas a ir sin despedirte? – pregunté mientras veía su silueta separarse y su mano tratar de soltar la mí – eso no demuestra mucha educación

Ella formó una leve sonrisa, esa sonrisa que realmente cautivaba a cualquiera y hacía que el mundo se detenga por unos instantes.

- Mira quien habla de educación – sus labios se juntaron con los míos y sentí como mi cuerpo se llenaba de una descarga de electricidad, era como estar volando sin límite.

- ¿Vas a olvidarme... Draco? – sus ojos se cristalizaron – espero que no lo hagas.

- Nunca – acerqué su cuerpo al mío mientras la besaba con fuerza.


Al abrir mis ojos solté un suspiro muy frustrante, de nuevo el mismo sueño de mierda, ese maldito sueño que trata que escape de mi realidad de una manera estúpida e infantil.

Pero por lo menos conseguía su objetivo, porque al despertar sentí a mi amiguito estar despierto al igual que yo... que gran jodido inicio de mañana. Me levanté con un gruñido y me dirigí al baño para optar por una muy larga ducha.

La leve presión en mi estomago se hizo presente mientras me observaba en el espejo del baño, en especial cuando mi vista se dirigía al tatuaje que se me fue otorgado hace unos días, esa maldita marca que servía como recordatorio que a partir de hoy todo sería diferente. Cada día sería más complicado que el anterior.

Negué levemente y proseguí para cambiarme de forma rápida, había optado por dejar de utilizar el uniforme este año, no consideraba que el uniforme de una institución mediocre estaba a la altura de alguien como yo, alguien que ahora era más importante

Porque era impresionante ser un mortífago ¿verdad?

Se suponía que cuando reciba la marca lo único que sentiría sería orgullo, pero ahora lo menos que siento es eso. Mi mente se ha visto envuelta por un sinfín de emociones y la mayoría es miedo, en especial por la misión que se me fue impuesta.

***

La ansiedad vuelve a reinar en mis pensamientos cuando visualizo la estación 9 ¾ y entonces es como si mi antebrazo comenzara a picar y eso solo causa que mis ganas de seguir con este año se minimicen a una rapidez emocionante.

No creería que diría esto, porque como niño mi padre era una de las personas que más admiraba, pero realmente lo odio en estos momentos.

Tal vez fue a propósito, tal vez no, pero por culpa de no ser capaz de realizar una misión como el señor tenebroso quería fui condenado. Fui condenado por uno de sus errores y ahora depende de mí su seguridad, la mía y la de mi madre, porque él ya no puede hacerse cargo de llevar ese rol.

Mi cuerpo se tensa al percibir una mano sobre mi hombro y a penas me doy la vuelta noto que solo se trata de Zabini pongo mala cara y lo observo.

- Malfoy, mi querido amigo – me observa y entrecierra sus ojos – no ha sido como lo pensabas ¿verdad?

- Déjame en paz, Zabini, no tengo tiempo para tus comentarios – comenté mientras me acercaba al tren y me abría paso por el resto de incompetentes - ¿tus vacaciones no han sido una mierda?

- Por supuesto que no, han sido una maravilla, conocí a unas chicas... uff tal vez te presente alguna, de seguro hacen el milagro de quitar la cara y el humor que llevas

- No me interesan tus amigas, y no me interesa alguien tampoco, suficiente tengo con Parkinson y... - mi voz se detuvo al sentir un fuerte aroma colarse por mi nariz, Zabini no lo notó pero para mí era imposible no hacerlo, era como si alguien se hubiera lanzado un perfume de manzanilla – ... con eso me sobra y me basta – contesté dando por terminada la conversación mientras subía al tren y buscaba un vagón.

¿Te vas a ir sin despedirte? |Draco Malfoy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora