9.

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Los rayos del sol incomodaban su vista obligándolo a taparse con la sábana. Para ser un Sábado era un día muy caluroso

Solo quería dormir un poco más pero sabía que ese "poco más" serían 2 horas.

Con total pereza se destapó quedando totalmente expuesto, tenía la garganta seca.

Alzó una ceja, ¿Sarada seguía durmiendo? Podía ver un bulto entre la cama, sonrió maliciosamente

Ahora cobraría venganza por todos esos días en los que interrumpía su sueño para ir a la escuela

¿Despertarla con agua helada? ¿Darle un buen susto?

Antes de planear algo se acerco a la cama para verla detalladamente, su cabello negro estaba totalmente desordenado y cubriendo parte de su mejilla

sus pestañas parecían relajadas igual que la expresión en su cara

ahora que la veia de cerca... era linda

muy linda, ahora caia en cuenta cual era la razón de la popularidad de Sarada con los chicos

¿Por que ella los rechazaba?

Siempre escuchaba rumores sobre los rechazos, sobre Sarada y otras cosas. A veces era molesto ver como chicos andaban detrás de ella

pero el no podía hacer nada, después de todo eso solo le concierne a ella misma

parpadeo al darse cuenta que la había estado mirando desde hace minutos, ¿Que debía hacer?

—Hmm ghh–ella empezo a removerse en la cama, probablemente buscando una poscision para seguir durmiendo, el rubio solo se quedo para mirandola con una mano apoyada en la cama

—Creo que debo despertarla–suspiro, agarro su manta para destaparla pero ella se negaba envolviéndose más en ella–Espera... sus mejillas...–¿ella estaba sonrojada?

rápidamente poso su mano en su frente para luego ponerla en sus mejillas. era algo vergonzoso, no había tenido ese tipo de contacto con Sarada desde hace mucho tiempo

su piel era mucho mas suave de lo que recordaba, sacudió la cabeza sacando esos extraños pensamientos

Ella tenía fiebre, abrio los ojos, ¿que debía hacer? maldición nunca había tratado a una persona enferma...

—Sarada...–la sacudio tratando despertarla, ella hizo un leve gruñido para abrir sus ojos

—¿que...–parecia totalmente desanimada y sin ganas de vivir

—¿como te sientes?–pregunto, era una pregunta realmente estupida pero necesaria

—Algo pesada... ¿que sucede?–ella aun no se daba cuenta de que estaba totalmente roja

—Sera mejor que no te levantes–tal vez en su botiquin tenian lo necesario para tratarla–Esperame un segundo

la uchiha quiso preguntarle que le sucedia pero el ya habia desaparecido

* * *

Luego de colocarle un paño y tomarle la temperatura–Que por cierto era muy alta–Salio directo a una tienda cercana

—Ramen, Ramen, Ramen–buscaba en la pequeña tienda, ahora se maldecia profundamente el no saber cocinar. No le importaba pasar hambre, ahora lo importante era Sarada

Debía conseguir algo de sopa instantánea para ella, con su mirada azulada encontro los envases.

a punto de agarrarlos choco con una persona, ¿quien rayos se metia en su camino?

—¿Boruto-kun?–¿Por que ahora?, volteo para encontrar a sumire con una pequeña canasta de compras.

—Su-Sumire–parpadeo, por un momento pensó en la vergüenza que pasaría si dijera la razón de estar comprando ramen instantáneo

—Oh cierto–saco un cuaderno entregándoselo en las manos–Gracias por prestarme tus apuntes–sonrio

—¿por que llevas contigo mis apuntes?–parpadeo confundido

—Pensaba entregartelo en tu ca...–ella bajo la mirada, el rubio quedo hecho piedra

¿Como sabia donde quedaba su casa?

¿Seria incómodo preguntarle?

—(Maldita sea esto será muy cobarde de mi parte pero sarada esta al borde de la muerte–Estaba exagerando)

Con la mayor discreción posible se alejo de ella lentamente , podía ver su cara roja a lo lejos

probablemente se quedaría un buen rato pensando

* * *

—Boruto...–susurro–Boruto...–esta vez lo dijo de manera suave

—¿que te pasa?–pregunto tratando de despertarla, era algo vergonzoso escuchar como decia su nombre mientras dormía

—Boruto es...–el rubio presto atencion–Es...–se acerco más–Idiota...

¡¿En serio?! la habia cuidado y alimentado y recibia un 'idiota' como compensacion

Sin duda nunca entendería la mente de sarada

Mis Días ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora