27. Sauco sabina de socorro

1.6K 378 21
                                    

Sauco sabina de socorro

—¿Ingratos? ¿Por qué ingratos? ¿Qué pasa aho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Ingratos? ¿Por qué ingratos? ¿Qué pasa aho...?

Ambos gritan, teniendo una estalactita en medio que aumenta en número, así como el lugar en espacio. Dividido cual celda donde apenas son capaces de mirarse. La mano pequeña de Jimin es capaz de pasar entre las estalactitas y estalagmitas. Empieza a faltarle el aire. Encerrado con la sensación de que se hará aún más cerrado. Jungkook lo toma de la mano, sin entender que sucede.

— ¡OGIGIA! —llama Jungkook—. ¡SE ESTÁ ASFIXIANDO! ¡DEJANOS SALIR! —Una roca le cae en la cabeza. Soba la zona viendo con recelo el espacio aun oscuro—. Dame de tus plumas, quemaré algunas para hacer luz. Sino-

—N-no puedo... no puedo respirar.

—Jimin, plumas. Plu-más—Enfatiza, con la esperanza de que pueda prestarle atención. En vano, el pavorreal está siendo víctima de un ataque de pánico terrible culpa de la fobia y que, en efecto, el espacio se está haciendo más reducido. La percepción difusa por la oscuridad—. ¡NO LO TORTURES! ¡QUIEN HABLABA DE IRSE ERA YO! ¡DEJALO! —pide, siendo ya extraño no conseguir lo que quiere.

Jimin acaba por desmayarse, pálido y con los labios purpuras. Jungkook rompe un poco la roca para poder pasar los brazos y acomodarlo en el suelo, sin conseguirlo del todo. Respira por la boca, teniendo la roca en la espalda por el lugar disminuido para él y amplio para el inconsciente. Lo alegraría de no ser porque Jimin tardará lo suyo en reaccionar y quien va a ser claustrofóbico recién descubierto será su persona.

Tirita, con el frío atormentándolo. Afortunadamente se hace luz, es capaz de ver como Jimin está en una cama a no mucha distancia y justo arriba de él, hay un mensaje:

Su destino está escrito hace mucho: Vivir en eterna felicidad y compañía aquí, conmigo o morir pronto ahí fuera, cuando la agonía sea tanta que la indolencia sea lo único que mueva sus cuerpos.

Les brinde salvación y piensan abandonarme, ingratos y mentirosos descarados que se han aprovechado de mí todo este tiempo.

— ¿Por qué...? —Se pregunta en voz baja, sin saber de qué puede estar haciendo mención. Como está segura de eso.

Por no decir que habla de ambos ¿Por qué?

~ * * * ~

—No puedo romper esto. Perdón.

Jungkook asiente. Jimin tardó cuarenta minutos en intentar romper las estalactitas con todo lo que tuvo al alcance, sin conseguirlo. Está sudando a rabiar y hace fuertes esfuerzos por no caer presa de su fobia. Jungkook vuelve a ver el muro donde estuvo aquel mensaje de Ogigia, desaparecido apenas Jimin despertó.

— ¿Qué hacemos? —pregunta Jimin.

—No lo sé. Ogigia parece estar molesta con ambos, aunque no entiendo por qué conmigo también—comenta exasperado—. Yo no he hecho nada, a menos que convencerte cuente.

Jimin se muerde el labio inferior, llamando la atención de Jungkook.

— ¿Tú sabes algo?

—Me ha estado pidiendo que no te lo diga.

— ¿Qué? ¿¡Por qué!?

— ¡NO SÉ! Au-aunque... tal vez sabe que, de saberlo, solo estarás más empeñado en irte. Eres experto en llevar la contraria. —Jungkook silba. No puede evitarlo, es un impertinente y fastidioso de nacimiento.

—Dime que sucede. Así al menos entenderé por qué parece odiarme de repente. —Jimin mira alrededor. Sin hallar señales de que no deba decir nada.

—Prometiste quedarte aquí.

— ¿Yo?

—Sí, los primeros días... Al menos eso supongo, dijiste que lo prometías, yo estaba muy lejos. Solo pude oírte; tú veías a otra cosa. No debes recordarlo bien, fue durante las primeras ocasiones que conseguiste despertar.

Esa explicación no lo ayuda a sentirse más tranquilo o enterado de qué debe hacer ¿Prometió quedarse aquí? No recuerda ninguna promesa verbal. Por no decir que cae en lo mismo ¿Qué importa? Quiere irse y la isla está comportándose como si fuese el fin del mundo que se marchen.

~ * * * ~

Jungkook solloza adolorido. Habiendo recuperado la consciencia con Jimin cociendo una de las heridas más grandes que tiene en la pierna. A pesar de la sanación de la isla, se ve tan mal y duele tanto al sauria que decidió cerrarla. Así fuese de manera precaria y apoyándose en un libro de medicina que pidió.

Jimin se aparta para limpiarse las manos, teniendo la ropa, las manos y las plumas con sangre debido a lo mucho que chorreó. Jungkook está pálido por la pérdida de sangre y su miserable resquicio de conciencia no ayuda a hacerlo más manejable.

— ¿Quieres dejar de sufrir?

Entreabre los ojos, viendo a una persona albina. Voz femenina e insistencia en su pregunta.

—Puedo ayudarte a dejar de sufrir.

Solloza quebrado, a poco de gritar de dolor. Aquel sufrimiento se hace más fuerte, similar a estar perdiendo la morfina del sistema. Con la diferencia de que él nunca la tuvo.

—Ser feliz, sin ninguna carencia, necesidad o amenaza para ti... el mundo exterior poco de bueno te va a traer, pero yo puedo cuidarte —Jungkook hunde la cabeza en la almohada, sollozando—. Puedo cuidarte—Repite—. Como he estado cuidando a tu Soulmate todo este tiempo... Solo debes prometerte que te quedarás.

Jungkook se remueve, causándose más dolor de forma accidental.

— ¿Me lo prometes?

Respira por la boca, casi ignorando lo que dice, totalmente aturdido por la herida ay el dolor palpitante.

— ¿Me lo prometes?

Siente una caricia en el rostro.

—Así dejará de doler ¿Me lo prometes?

—S-sí.

—Bienvenido a mí. Te prometo que te haré feliz. No te vas a arrepentir.

~ * * * ~

Se acomoda en su espacio estrecho, aun no logra recordar casi nada. Pensó estar hablando con Jimin, la persona que lo estuvo cuidando y curando por días. Esto lo toma por sorpresa. Quizá si hay alguien más. Quizá Ogigia es una persona y todo este tiempo han pensado que se trata únicamente de un trozo de tierra.

Suelta un suspiro, viendo a Jimin que duerme recostado a un metro de distancia.

—No puedo cumplir esa promesa. Lo siento.

Ogigia || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora