| Capítulo 04 |

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—Hey, viejo, ¿esa no es Julia con Zoe? —pregunta por lo bajo Mark

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—Hey, viejo, ¿esa no es Julia con Zoe? —pregunta por lo bajo Mark.

El llamado mira hacia donde le señala su amigo y se pone blanco.

Siendo que su tono de piel es morena, diablos.

—Carajo —maldice por lo bajo.

Narra Jhonatan

-Recuerdos-

—Licor, ya volví. Traje harina para cocinar pizzas juntos esta noche, ¿quieres? —llegó a la casa de Julia con una bolsa donde hay un paquete de harina y un chocolate mediano.

—¿Cuantas veces te he dicho que no me digas por ese apodo? ¡Ni siquiera debería contar como apodo! —se queja arrugando levemente su nariz.

Que tierna.

—Pero es divertido, y antes de que digas "¿qué le ves lo divertido?" —hago una mala imitación de su voz sacándole una sonrisa—. Tu nariz se arruga como cuando se fruncís el ano para que no se te escape el cague —exploto en risas al ver su cara toda roja del enfado.

¿O será vergüenza ajena?

—¡Eres un estúpido! —grita empujándome despacio—. No sé ni siquiera por qué soy tu novia —se queja cruzada de brazos.

—Es broma, licor —me tapo el hombro antes que me intente golpear.

En serio, ¿alguien le dice que pega igual de fuerte que un pollito?

Aunque cuando muerde si que duele, al igual que cuando los pollitos te pican con su pico.

Definitivamente tengo una novia pollito, joder.

La abrazo fuerte para molestarla y le dejo un beso en la frente.

—Iré al baño, luego podemos ver alguna película si quieres —la suelto encaminándome a la escalera.

Escucho un "claro" de su parte antes de meterme al baño.

Me seco las manos mientras hago muecas raras en el espejo, me veo igual de guapo, joder.

—¡Amor! Recordé que podríamos...—se corta viendo lo que tengo en manos—. ¿Sorpresa? —dice dudosa ante mi mirada. Levanto una ceja esperando explicaciones. Bufa sentándose en el sofá y me hace un ademán para que yo también lo haga.

Nos quedamos en silencio, analizando y buscando las palabras correctas para explicar la situación. Sus ojos marrones oscuros tal cual una caca, no dejan de observarme todo el tiempo. Los mío tampoco se quedan atrás, sé que está inquieta, sus dedos tronándose entre sí la delatan. Se muerde el labio nerviosa aún sin poder hayas las palabras exactas que decir.

¿Cómo llegamos a este punto? Sabía que hacerlo sin condón salía caro, muy. Y por eso mismo siempre procuré cuidarme, al igual que ella se cuidaba. Entonces... ¿cómo llegó esta prueba de embarazo positiva a mis manos? ¿Será de su hermana?

No seas imbécil, su hermana tiene 10 años.

Cierto.

Además, si hubiera sido de su hermana Rose, me lo hubiera dicho así nomas. ¿No?

Y pensar que estaba todo bien hace unos minutos, esto debería ser un error, no puede estarnos sucediendo esto.

—Lo hicimos sin condón confiados de las inyecciones mías, no me venía hacia un mes, hice el test y salió positivo, fin —explica rápido evitando mi mirada.

¡¿QUE QUÉ?!

—Tu cuerpo no recibe las inyecciones —afirmo mirándola fijo—. ¿Lo sabias?

Me mira ofendida y lastimada.

—Claro que no, ¿crees que quería embarazarme tan temprano? ¿Y sin planearlo? —aprieta los puños.

Me pensando lo que ya me esperaba. ¿Y ahora qué?

༄༄༄

—Espero no volverte a ver. Mi hija y yo nos iremos lejos, para "no estorbar" —cierra la puerta con fuerza.

Eso pudo salir peor...

Ah si, ¿cómo?

Tú sabes cómo, conciencia.

Suspiro agobiado. Nunca me había imaginado en esta posición, pero lo hecho, hecho está, ¿no?

Camino hacia el auto arrastrando los pies, si les soy sincero, no sé qué siento. Solo sé que no era mi momento...

༄༄༄

-Presente-

—¿Harás algo? —pregunta mi amigo.

—No —susurro hipnotizado viendo la escena qué hay frente a mis ojos.

Julia, mi ex novia, se encuentra casi al final del dique jugando con una niña de aproximadamente ¿5 años? Creo que si.

Desde ese día que me cerró la puerta en la cara, he pensado como hubiera sido todo distinto. Ya saben, el aceptar mis responsabilidades, hacerme cargo junto a ella de una criatura, aprender juntos sobre cómo ser padres y todo lo que conlleva asumir esas responsabilidades. Lastima que desde chico me enseñaron a escapar de ellas, como mi familia siempre lo hizo. Y tarde comprendí que no te servía de nada escapar, la vida da muchas vueltas y en cuantos menos te lo esperes, te dará la cachetada que todos los humanos mismos no pudieron darte.

Si, así de cruel y dura puede ser.

De todas formas, ya no sirve esa reflexión. Sé que ellas dos están mejor sin mi. A estas alturas, si me llegara a presentar frente a Julia explicándole que quiero, después de cinco años, intentar ser padre para una niña que negué mucho tiempo y ella no sabe de mi existencia...

Carajo, yo no quiero ver como terminaría eso. ¿Y tú?

Solo sé que no me abriría los brazos y regalaría una sonrisa amistosa.

Pero les admito que aún después de esos años, sigo queriéndola como a ninguna.

Recuerda a Olivia.

Ah si, Olivia.

El Verano PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora