| Capítulo 05 |

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—¿Qué sucedió, Mari? —pregunta Mark al verla caminar hacia él con cara de espanto

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—¿Qué sucedió, Mari? —pregunta Mark al verla caminar hacia él con cara de espanto.

—Me crucé con mi ex cuñada, me enfrentó y casi llega a más si no fuera por su madre —explica todo rápido sin ver a un punto específico.

—Hey, tranquila —la da un abrazo corto.

Demasiado calor para ese tipo de cursilerías.

—¡Rompiste la escena, Idiota! —me pega en el brazo.

—Lo siento, ya me callo —susurro sobándome  el golpe.

—Mari —la llama para que lo vea—. No te asustes, ni te espantes pero.

"Carajo" se escucha del otro lado del dique, o sea, a unos diez pasos como mucho.

Mariana abre los ojos espantada mirando a Mark y gira su cabeza como búho, encontrándose con ni más ni menos que...

Su ex.

Estaba sentado en una reposera, o silla de playa, lo que sea. Si no saben que es, búsquenlo en Google.

Como decía, se encontraba sentado cómodamente bajo la sombra de un árbol. Vestía con un traje de baño negro con azul y sandalias negras, el torso lo llevaba descubierto. A su lado, hay otras dos reposeras más ocupando sus lugares con bolsos playeros, al parecer, de su madre y hermana menor.

Éste estaba con su celular, ajeno a lo que sucedía en la cabeza de la pareja que estaba a diez pasos suyo.

—No puedo creer que sea él —susurra la chica.

—Tenemos suerte de que no nos haya visto —continúa él.

—¿Suerte? No le tengo miedo, es más, por mi que nos vea besándonos y todo —vuelve la Mariana engreídas y arisca. Se cruza de brazos esperando respuesta de Mark.

—Si te soy sincero, a mi si me pone algo nervioso que este acá. ¿No crees que puede llegar armar un escándalo? —disimula fingiendo una sonrisa superior.

No quiero hacerle más daño del que le hice en su tiempo, piensa.

Stop, creo que no están entendiendo nada.

Para ponerlos rápidamente en contexto, Mariana salía con Xander, ahora su ex. Y Mark era el mejor amigo de él. Una tarde esperando que Xander volviera de la universidad en la casa de él, una cosa llevo a otra y terminaron siendo descubiertos por el pobre chico con el corazón roto por dicha escena.

Fin.

Siempre tan delicada para contar estas cosas —suspira rendida.

¿Qué? No había que hacerle tanto cuento.

Continuemos.

—Si arma un escándalo, estaremos en primera fila para verlo —ríe burlona.

Xander, que estaba muy concentrado en su celular, reconoce esa risa aún si se quedará sordo.

Okno, exageré.

Pero ustedes entendieron.

Mira a su derecha sin poder creer a quienes ven, empieza a ponerse nervioso. Le sudan las manos—y no por el calor—.

Cuando decide que lo mejor es ignorar las dos personas que más lo han lastimado en menos de un año, se para su hermana frente suyo tapándole la vista y obligándolo a subir la mirada para encontrársela de brazos cruzados con el ceño fruncido.

—¿Qué? —pregunta desconcertado

—¡No te hagas! —se queja entre dientes—. Me crucé a esa...chirusa.

Abre los ojos del asombroso. Antes de poder siquiera moverla boca para hablar, ella lo calla.

—No, no le hice nada. Solo le di una advertencia —se tira en la silla qué hay a su lado y bufa—. No entiendo por qué no los enfrentas o no sé, ¡algo!

Se ríe negando y le pica la cara provocando que sonrisa a medias.

—No es necesario nada de eso, yo estoy bien y veo que ellos también, ya está, ya pasó —mira al agua—. Además, las cosas pasan por algo, ¿no? —agrega mirándola nuevamente con una sonrisa. La única respuesta que recibe de ella es un sonido similar a un quejido y un golpe en la cabeza que lo hace reír más fuerte.

El Verano PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora