El viaje del Mortal || Pantheon || League Of Legends

El resurgir del Mortal

-Hey tu!!- Escuchas una voz que te llama y miras en dirección del llamado -Que haces en este lugar?- Ves a una niña pequeña de 13 o 12 años, tiene una apariencia muy rara...de ficción es la palabra.
Está vestida como un arcoíris o como constelaciones en el cielo, además de un pelo largo que le llega a los pies.
-No me ignores y dime como llegaste a este lugar-
Se ve muy infantil
- No se como llegue, Estaba escalando la montaña de Targon y cuando llegue a la cima... no se qué pasó- ella me mira pensativa, se queda en silencio un rato para después hablar -
Mm parece que ningún aspecto te domino o te concedió su poder como portador, así que estas aquí, en un espacio entre mi reino y tu reino. -
la mire perplejo y me empecé a desesperar- entonces que puedo hacer para volver? - ella me miro y puso una sonrisa enorme - Pues nada hehe, te quedarás aquí para siempre o si quieres, puedes seguirme para ser mi ayudante. Yo tomé la segunda rápidamente y ella empezó a dar saltos mientras que me decía lo genial que sería.

Yo solo podía rezar para que no pase nada malo.

Paso un tiempo y yo le fui preguntando acerca de los aspectos, todo estuvo normal hasta que pregunte por el de la guerra, ella se puso tensa y su semblante se puso serio.- El aspecto murió, pero su portador sigue vivo y ahora ese portador es Pantheon, la lanza inquebrantable - yo escuche sus palabra con intriga y curiosidad.-Quien es ese nuevo Pantheon- ella siguió avanzando por las constelaciones en silencio - Pantheon antes era un aspecto, un ser divino que se encargaba de tareas especiales como asesinar a los darkins... cuando murió y nació ese nuevo pantheon, todo se volvió un caos. Al principio no le dimos importancia he he hasta hablamos y me pareció una buena persona, pero él odia a los seres con un poder para destruir el mundo... el ama su mundo, su tierra y a su especie, el nos...- ella paro de golpe para empezar a soltar algunas lágrimas - el de verdad que era un cabeza dura y más con su Preciado casco- ella se limpió las lágrimas y siguió avanzando.

Quien será ese Pantheon?

( 10 años antes )

Siento mis manos congelándose mientras más subo en la montaña. Muevo mi cabeza hacia mi derecha y fijo mi mirada hacia mi hermano de armas y mejor amigo, pilas. Respiro hondo y abro mi boca antes de hablarle - Pilas, el viento nos esta empujando hacia abajo...tenemos que resguardarnos para recuperar fuerzas - le dije o más bien le grite debido al gran viento que había cerca de la punta de la montaña.

Nos movimos lo más rápido que pudimos hacia una cueva que había en la escalada. Pilas entro primero y tomo mi mano para ayudarme a entrar. El lugar era oscuro y frío, no se que esperaba.

Deje mi bolsa en el piso y empecé a buscar la pedernal para hacer una fogata con unas hojas secas y palos. Mientras estaba concentrado en eso, escucho una voz atrás mío - Hey, Atreus - me tome mi tiempo para responder y cuando logré prender la fogata me di vuelta y respondo - Si? Qué pasa Pilas - el estaba apoyado en la pared mientras limpiaba la hoja de su espada - Tu crees que...logremos tomar el poder de los dioses con nuestras manos - Esa pregunta yo me la había hecho antes de subir y mi respuesta a eso sería 'Si, obvio' pero parece que Pilas no tiene tanta seguridad. - Tendremos que ganarnos el poder, pero subiendo esta montaña demostramos nuestra valía -El solo asintió y cerró sus ojos para descansar, yo lo imité unos minutos después y me dormí.

Me levante con mis energías renovadas, dormir en el suelo no es lo más cómodo, pero una ves que es lo único que tienes y es lo más infalible, te acostumbras y tal ves le agarras el gusto, a mi de todas formas no me gusta, aunque se que a veces es lo único que tienes.

Pilas estaba ya despierto y mirando las vistas que daba Targon. Me acerqué y le puse una mano en su hombro - Vamos amigo, terminemos este viaje y vengaremos a nuestros compañeros - el me dio una mirada segura y asintió para prepararse. Estamos apunto de llegar, puedo ver la cima y siento la magia que me envuelve. Mis manos están moradas y mis pies congelados por el duro trayecto. Siento como mi cuerpo pide soltarse y descansar, pero no puedo permitirme eso. Veo una parte rocosa alto que plana en donde podemos descansar nuestros cuerpos malheridos.